Badolatosa: Ruta del Tempranillo, circular.

Todo comenzó en el transcurso de la semana del 15 de marzo, en la que un grupo de amigos decidimos hacer una ruta de senderismo por algún lugar algo diferente a lo habitual y poco frecuentado por gente
Así pues, la zona elegida fue Badolatosa, localidad sevillana muy cercana a la provincia de Córdoba y algo menos a la de Málaga.

Durante la semana nos fuimos apuntando todas las personas que ese día queríamos y teníamos disponibilidad para hacer la ruta. De este modo, nos apuntamos Rafael, Isabel, Eugenio, Espe, José, mis hijos Agustín y Diego, y yo, Agustín también. Por supuesto que otras muchas amistades querian apuntarse pero ese día no tenían disponibilidad por algún motivo.

Badolatosa fue la elección porque fue por las siguientes razones:
1. Por allí pasa el Genil, principal afluente del Guadalquivir, mayor río andaluz, el cual pasa por multiples localidades de diversa importancia.
2. Allí se encuentra el Embalse de Mal pasillo, que junto con el de Iznájar en la provincia de Córdoba, regulan la suelta de agua para actividades varias (agrícola principalmente).
3. Por aquellos entornos, se movió el famoso "bandolero bueno" llamado "José María El Tempranillo".
4. Desconocimiento de la zona.

Así pues, hablamos y nos pusimos de acuerdo tanto para quedar a las 8:45 para salir de Sevilla como para distribuirnos las ocho personas en dos coches tanto para ahorrar y compartir gastos como contaminar lo menos posible el medioambiente, al llevar el mínimo número de vehículos.

Llegó el día y nos dispusimos a partir rumbo a nuestro destino, la localidad de Badolatosa, previa parada en la localidad sevillana de Lora de Estepa a desayunar.
Ya en Badolatosa a eso de las 11:30, nos encaminamos hacia el lugar de inicio de la denominada "Ruta del Tempranillo". En el kilómetro 0'88 de la ruta está tomada una foto del inicio de la misma. Desde aquí se puede contemplar la presa del Embalse de Mal pasillo así como el río Genil.

1 km más adelante, nos desviamos de la ruta para contemplar unas vistas de un meandro del río a través de los campos de olivos. Una preciosidad. 220m después, volvimos a parar para volverlo a contemplar.

Seguimos caminando hasta que en el kilómetro 3'82 de la ruta paramos a contemplar unas hermosas vistas del Genil saliendo por el valle, entre las montañas.

Continuamos caminando por lo que parecía el camino a seguir, cuando en un momento dado, el GPS del "smart phone" nos avisa de que nos estamos apartando del camino, así que volvemos hacia atrás para encontrar el track que seguía el GPS. Lo encontramos y lo seguimos hasta que el kilómetro 4'21 comenzamos a desviarnos del track porque el camino había desaparecido engullido por el matorral, que nos llegaba por entre la cintura y el pecho, hasta que, 3/4 de hora después de desviarnos, finalmente en el kilómetro 4'52 volvimos a retomarlo. Sí, una hora para andar 310 m... ¡os podéis hacer idea de lo difícil que era caminar a través del matorral!

Ya en el camino, lo seguimos y disfrutando de las estupendas vistas del entorno del Genil como se puede apreciar en las fotos tomadas en los kilómetros 7'53 y 7'60. Continuamos por la senda, disfrutando del paisaje, y según avanzamos, nos vamos arrimando al Genil, hasta que, en un momento dado, en el km 10'40 nos vamos retirando de la vera del Genil y comenzamos a ascender; en el kilómetro 11'25 miramos atrás y observamos como el Genil se pierde entre las montañas, y no lo volveremos a ver hasta que nuevamente nos vayamos acercando a Badolatosa.

De esta forma, vamos atravesando monte y pasando junto a campos de cultivo (olivar principalmente) hasta llegar a Corcoya, localidad perteneciente al municipio de Badolatosa, que atravesamos hasta llegar a la Ermita de Nuestra Señora de la Fuensanta, situada en el kilómetro 16'11 de nuestra ruta, y de la cual tomamos una imagen.

Luego continuamos en busca de las entradas a las Minas de Corcoya, situadas en el kilómetro 16'82; nos adentramos en la de la izquierda de la imagen y llegado a un punto no se podía avanzar más y nos asomamos en la de la derecha. En la primera nos pareció escuchar murciélagos o panarras.

Salimos de las minas y seguimos el track hasta, en el kilómetro 17'30, hacer cumbre en un vértice geodésico denominado Cerro Monigotes, en el cual nos hicimos una foto de grupo y tomamos una instantánea magnífica del Genil, el Embalse de Malpasillo y su presa así como de Badolatosa, hacia la cual nos teníamos que ir dirigiendo.

Para ello, volvemos a descender por dónde subimos a las minas y al vértice hasta alcanzar el camino que venía de la ermita y continuar avanzando hacia Badolatosa. Grata sorpresa nos llevamos cuando en el kilómetro 18'78 nos encontramos con el Arroyo del Pontón, al cual bajamos para disfrutar de su belleza, como se puede apreciar en la imagen tomada.

Ascendemos nuevamente al camino y seguimos el track, haciendo un alto en el camino en el Mirador del Embalse de Malpasillo, en el kilómetro 20'47, para volver a fotografiar aquel meandro visto en los primeros kilómetros pero ahora desde otra perspectiva y con la luz del atardecer: un regalazo para la vista.

Volvemos al camino y avanzamos hasta que en el kilómetro 20'90 volvemos al camino por el se comenzó la ruta, el cual seguimos hasta llegar a Badolatosa, la calle Primero de Mayo, en donde nos tomamos un café y unos pasteles, antes de emprender el regreso a Sevilla.

Fueron en total casi 23km de ruta y casi 600m de desnivel positivo acumulado, invirtiendo unas 8 horas y cuarto, entre tiempo en movimiento, descansos, piscolabis y almuerzo en ruta, etc.

Como se puede intuir, llegamos a casa felices de haber pasado un gran día y en compañía de unas magníficas amistades. ¡¡Qué más se puede pedir sino, para rematar el día, "coger" la cama y dormir como un lirón!!