Bahia Feliz La quintanilla Lomo de los machos circular Gran Canaria

Comments  (4)

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  Baler Dec 16, 2016

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  Avolino Mar 7, 2021

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  Easy to follow

  Scenery

  Moderate

  Ruta bonito, con parte del recorrido campo a través bastante pedregoso, recomiendo zapatillas con buen agarre o botas de trekking.

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  isidorolande Apr 2, 2021

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  Easy to follow

  Scenery

  Easy

  Es una ruta agradable. La hice en marzo. El campo estaba lleno de flores amarillas. Los últimos kms. de vuelta son por una pista ancha, en un paisaje más seco/rocoso, algo monótono quizás. La ruta merece la pena

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  Vícotor Mar 6, 2022

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  Moderate

  05/03/22 Si haces lo mismo que hice yo, utilizarás esta ruta de relleno para tomar el sol y no quedarte en casa. La transgrancanaria 2022 ha llenado de corredores la mayor parte de la isla y dejado muy poco espacio por donde caminar con tranquilidad.
  Desde Bahía Feliz, nos adentramos en el árido interior a través de uno de los túneles de drenaje construidos bajo la autopista. Aunque su ubicación también influye, los cuidados grafitis que flanquean su acceso distan mucho de las pintadas vandálicas a las que estamos acostumbrados a sufrir en las ciudades.
  Al final de la pista, me sorprendió la presencia de un pequeño pueblo al más puro estilo del far west americano, sobre el que destacaba su típica iglesia blanca de madera, con alargados ventanales verticales, campanario y tejado a dos aguas. Los que hayan visitado Sioux City ya saben de lo que hablo.
  A partir de este punto, la ruta sigue sin cambios por este olvidado trocito del Macizo de Amurga. Entre las profundas cicatrices que dejan sobre el terreno los barrancos del Berriel, Mojón, Tarajalillo y El Pinillo, avanzaremos, sobre piedras sueltas, sin más sombra que la que proyecta nuestro cuerpo. Los mojones, cardones y tabaibas, cuando los hay, proporcionan el contraste en los dos monótonos paisajes que encontraremos: el de subida y el de bajada. De elegir me quedo con el último. El mar y la punta de Maspalomas marcaron la diferencia.
  Al pasar junto a una explotación ovejera, donde los animales se protegían del sol apiñados en línea junto a la cerca, reflexioné sobre el inmenso poder de adaptación de las personas. Es sorprendente como se puede producir algo en un entorno yermo como éste. Quedaba una larga pista por recorrer hasta la costa, tanto, que el conductor del camión que transporta la leche se quedó con cara de “¿estás seguro?” cuando le dije: “no gracias, prefiero caminar”. Sin arrepentirme, los siguientes cinco kilómetros me hicieron comprender.
  Aproximarse al Aeroclub tiene lo que tiene. El molesto ruido del karting se oye desde muy lejos y nos va separando de la paz. Justo antes de atravesar un segundo túnel bajo la autopista, este con un magnífico grafiti de Bugs Bunny, me topé con un curioso tour compuesto por dos todoterrenos biplaza de pequeño tamaño en los que padre, madre y dos hijos menores eran guiados desde un quad. .
  El tramo final de esta aburrida y larga ruta no requiere comentario. Es justo lo que cualquiera podría ver desde el coche si no mirase siempre hacia el lado bonito, al de los hoteles que, con el mar detrás, se encuentran en el litoral.

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