066. Baixador de Vallvidrera - Sant Medir - Sant Cugat

Ruta realizada en plan de paseo junto con mi amigo Jordi y su familia Lola, Valeria y Noelia, la intención inicial era trazar una ruta que no resultara demasiado dificultosa y al mismo tiempo fuera interesante para las dos niñas, y de esta manera despertar en ellas la afición al senderismo, creo que en parte lo logre, pero tengo que reconocer que me pase con la distancia “fue excesiva para ellas” era una ruta sencilla, pero acabaron agotadas, se acordaran de mi durante un tiempo y lo lamento porque eso le restara algunos puntos a mi objetivo de aficionarlas.
Iniciamos la ruta en la estación Baixador de Vallvidrera de los FGC. desde allí nos dirigimos a Vil•la Joana para visitar el Museo dedicado a Mosén Cinto Verdaguer, una vez visitado el museo nos dirigimos a la Font de la Budellera pasando por el Fondall de la Budellera y el Revolt de Les Monges, una vez visitado el entorno de la Budellera nos dirigimos a la Font d’en Canet donde tomamos un senderillo del GR92 que nos llevo al coll de la Vinyassa “por fin se acabaron las subidas” desde aquí todo será bajada. Por otro sendero muy planito nos encaminemos al aparcamiento de Vista Rica, en este trayecto pasamos junto a la Font de la Salamandra aunque no descendimos el camino para verla y poco después si nos separamos unos metros para ver la piedra milenaria de los Sacrificios. Una vez en Vista Rica, de las diferentes opciones que hay para ir a Sant Medir tomamos la que se dirige a la Font de la Mina de Sant Medir aunque para visitarla tuvimos que desviarnos unos cuantos metros de nuestra ruta y después regresar deshaciendo lo andado, siendo realistas y debido al estado de la fuente y a la vegetación que la rodea considero que no mereció la pena desviarse, después en el camino a Sant Medir pasamos por la Font de l’Estrangulador, la Font Groga y la Font de Sant Medir Maño. Una vez llegamos a la Ermita nos tomamos un merecido descanso al mismo tiempo que nos comíamos los bocadillos, aunque nos llevemos la triste sorpresa de que la Font del Miracle estaba clausurada debido al estado de alarma por el COVID y nuestras botellas de agua estaban vacías. Una vez nos comimos los bocadillos reiniciamos la marcha en busca de agua, no nos fue difícil obtenerla porque la Masia Restaurant Can Jane estaba abierta y nos la facilitaron. A continuación visitamos la Ermita de Sant Adjutori y el Forn Iberic que está a pocos metros, continuamos el camino dirección a Sant Cugat y al llegar a la altura del Pi d’en Xandri las niñas ya mostraban signos evidentes de cansancio y fatiga, los mayores “no” pero porque nos aguantábamos, las fuerzas ya flaqueaban y las piernas pedían a gritos un buen sofá para estirarse. Pasamos junto al Monasterio mirándolo de reojo, nuestra mente estaba más centrada en llegar a la estación de los ferrocarriles que en el Monasterio, pero como este no se moverá de donde está ya volveremos otro día a visitarlo descansados y con tranquilidad.