Bajil: dolmen, yacimiento, barco, balsas, Rincón Huertos, bosque encantado, carrascal, cuevas Iglesia y Murciguillos (Moratalla)
near Zaén de Arriba, Murcia (España)
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Itinerary description
Bajil siempre nos recibe con su generosa y abundante belleza, así que hoy hemos vuelto para revisitar muchos de sus rincones más emblemáticos.
DOLMEN DE BAJIL. Aunque, al parecer, hay más dólmenes localizados en la zona, éste es el único perfectamente reconocible a simple vista. Se le estima una antigüedad de aproximadamente cinco mil años.
YACIMIENTO DEL CERRO DE LAS VÍBORAS. A escasos metros del Dolmen de Bajil accedemos esta planicie donde se ubica un poblado que se atribuye entre el Calcolítico y el Bronce. Descubierto a principios de los años ochenta, se calcula que vivía un centenar de individuos dedicados a la agricultura, la ganadería y la caza.
CUEVA DEL ESQUILO Y BARCO DE BAJIL. Frente al Cerro de las Víboras, al otro lado del camino que sale de Bajil y que no es sino la Cañada de Bajil, nos introducimos por un barranco entre encinas y nogales. Siguiendo una senda marcada ascenderemos hasta la Cueva del Esquilo (el topónimo ganadero es muy propio). Se trata de un redil habilitado en abrigo natural. En la pared destaca, grande y rojo, el tosco dibujo de un barco con mástiles. Quizás una carabela. No está datado, aunque se especula con que podría ser hasta del siglo XV. A su izquierda se ve otro dibujo de una especie de monigote con corona, según me ha parecido.
FUENTE, LAVADERO Y BALSA DE ISABEL GARCÍA. Muy cerca del acceso a la Cueva deo Esquilo encontramos una balsa con lavadero en el que vemos grabado el nombre de Isabel García. Abundantemente alimentado de agua y agradablemente protegido por un nogal y una sarga.
RINCÓN DE LOS HUERTOS. Esta pequeña aldea está completamente apartada. Es uno de esos lugares que no están de paso a ninguna parte, así que sólo puedes llegar si decides ir. Siempre que estado allí me he encontrado con alguien, y hay casas rurales. El lugar es encantador, con un pequeño riachuelo de agua que corre viva y una bonita estampa de las terrazas de Los Toriles, alfombradas de verde y trufadas de nogales y chopos.
BOSQUE ENCANTADO. Salimos del Rincón de los Huertos perpendicularmente, buscando el Carrascal de Bajil. Salvaremos unas terrazas y una valla para ganado, fácilmente sorteable, y llegaremos a un abrigo de roca con un apero agrícola. Junto a esto veremos, a la derecha, una balsa de aguas cristalinas en un precioso paraje. Seguimos hacia el interior por el sendero estrecho y marcado, y así llegamos al Bosque Encantado. Es un pequeño rincón donde prolifera el musgo, la humedad, el fresco y toda la belleza asociada a estas condiciones. Es, salvando todas las distancias, una pequeña Navarra y el recibimiento perfecto que nos regala el Carrascal de Bajil.
CARRASCAL DE BAJIL. Ya estamos dentro. Miles y miles de encinas (llamadas coloquialmente carrascas y chaparras) conforman un verdadero océano en el que nos sumergimos caminando por un entorno absolutamente espectacular. Si además vienes en otoño encontrarás setas por doquier. Nosotros nos hemos topado con una de color lila brillante que nos ha parecido bastante curiosa, aunque como somos legos en el tema desconocemos si son rarezas.
CUEVA DE LA IGLESIA Y CUEVA DE LOS MURCIGUILLOS. Aquí tenía especial interés en venir, ya que las vi la primera vez que vine aquí, pero en las ocasiones posteriores no había vuelto. Y qué acierto. No es que sean patrimonio de la humanidad, pero da gusto entrar en sus galerías, nada claustrofóbicas. Sobre todo la de la Iglesia, la de los Murciguillos es más pequeña, aunque tiene el morbo de ser mucho más oscura, además de la posibilidad de salir por una ventana al otro extremo de la entrada, cosa que yo no he hecho, ciertamente.
Esta ruta es un paseo cómodo, sin la menor complicación y apto para todos los públicos, que de hecho se puede ampliar con otros lugares de interés, como el Puntal de Cárdenas o de la Covacha, que es el punto más alto del Carrascal de Bajil y que tiene unas vistas estupendas del Campo de San Juan; la sabina centenaria de Bajil y el recinto de las encinas, muy cerca de Bajil; o las archiconocidas Cuevas de Zaén, perfectamente accesibles desde Bajil.
En definitiva, una zona a la que no basta con una visita, sino que tendrás que venir una y otra vez para ir descubriendo sus tesoros.
DOLMEN DE BAJIL. Aunque, al parecer, hay más dólmenes localizados en la zona, éste es el único perfectamente reconocible a simple vista. Se le estima una antigüedad de aproximadamente cinco mil años.
YACIMIENTO DEL CERRO DE LAS VÍBORAS. A escasos metros del Dolmen de Bajil accedemos esta planicie donde se ubica un poblado que se atribuye entre el Calcolítico y el Bronce. Descubierto a principios de los años ochenta, se calcula que vivía un centenar de individuos dedicados a la agricultura, la ganadería y la caza.
CUEVA DEL ESQUILO Y BARCO DE BAJIL. Frente al Cerro de las Víboras, al otro lado del camino que sale de Bajil y que no es sino la Cañada de Bajil, nos introducimos por un barranco entre encinas y nogales. Siguiendo una senda marcada ascenderemos hasta la Cueva del Esquilo (el topónimo ganadero es muy propio). Se trata de un redil habilitado en abrigo natural. En la pared destaca, grande y rojo, el tosco dibujo de un barco con mástiles. Quizás una carabela. No está datado, aunque se especula con que podría ser hasta del siglo XV. A su izquierda se ve otro dibujo de una especie de monigote con corona, según me ha parecido.
FUENTE, LAVADERO Y BALSA DE ISABEL GARCÍA. Muy cerca del acceso a la Cueva deo Esquilo encontramos una balsa con lavadero en el que vemos grabado el nombre de Isabel García. Abundantemente alimentado de agua y agradablemente protegido por un nogal y una sarga.
RINCÓN DE LOS HUERTOS. Esta pequeña aldea está completamente apartada. Es uno de esos lugares que no están de paso a ninguna parte, así que sólo puedes llegar si decides ir. Siempre que estado allí me he encontrado con alguien, y hay casas rurales. El lugar es encantador, con un pequeño riachuelo de agua que corre viva y una bonita estampa de las terrazas de Los Toriles, alfombradas de verde y trufadas de nogales y chopos.
BOSQUE ENCANTADO. Salimos del Rincón de los Huertos perpendicularmente, buscando el Carrascal de Bajil. Salvaremos unas terrazas y una valla para ganado, fácilmente sorteable, y llegaremos a un abrigo de roca con un apero agrícola. Junto a esto veremos, a la derecha, una balsa de aguas cristalinas en un precioso paraje. Seguimos hacia el interior por el sendero estrecho y marcado, y así llegamos al Bosque Encantado. Es un pequeño rincón donde prolifera el musgo, la humedad, el fresco y toda la belleza asociada a estas condiciones. Es, salvando todas las distancias, una pequeña Navarra y el recibimiento perfecto que nos regala el Carrascal de Bajil.
CARRASCAL DE BAJIL. Ya estamos dentro. Miles y miles de encinas (llamadas coloquialmente carrascas y chaparras) conforman un verdadero océano en el que nos sumergimos caminando por un entorno absolutamente espectacular. Si además vienes en otoño encontrarás setas por doquier. Nosotros nos hemos topado con una de color lila brillante que nos ha parecido bastante curiosa, aunque como somos legos en el tema desconocemos si son rarezas.
CUEVA DE LA IGLESIA Y CUEVA DE LOS MURCIGUILLOS. Aquí tenía especial interés en venir, ya que las vi la primera vez que vine aquí, pero en las ocasiones posteriores no había vuelto. Y qué acierto. No es que sean patrimonio de la humanidad, pero da gusto entrar en sus galerías, nada claustrofóbicas. Sobre todo la de la Iglesia, la de los Murciguillos es más pequeña, aunque tiene el morbo de ser mucho más oscura, además de la posibilidad de salir por una ventana al otro extremo de la entrada, cosa que yo no he hecho, ciertamente.
Esta ruta es un paseo cómodo, sin la menor complicación y apto para todos los públicos, que de hecho se puede ampliar con otros lugares de interés, como el Puntal de Cárdenas o de la Covacha, que es el punto más alto del Carrascal de Bajil y que tiene unas vistas estupendas del Campo de San Juan; la sabina centenaria de Bajil y el recinto de las encinas, muy cerca de Bajil; o las archiconocidas Cuevas de Zaén, perfectamente accesibles desde Bajil.
En definitiva, una zona a la que no basta con una visita, sino que tendrás que venir una y otra vez para ir descubriendo sus tesoros.
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Comments (3)
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Information
Easy to follow
Scenery
Easy
Compi una ruta muy guapa nos a gustado mucho una abrazaco.
Me alegra un montón, la verdad es que hay muchas rutas y muy chulas, y además casi todo lo que subo es muy facilico y para todos los públicos. Un abrazote, y gracias una vez más por vuestra valoración.
Te has ganado mi confianza por tu descripción de todas las rutas y las gracias a ti por estos tipo de rutas que algunos se creen spiderman cuando nosotros llegamos mucho más allá somos lumbrerenses estamos muy andados por todo tipo de terrenos