Bajo las estrellas 2023 - Ayerbe
near Ayerbe, Aragón (España)
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Itinerary description
Andada "Bajo las estrellas". Nocturna desde Ayerbe.
Solo hay, a día de hoy, cuatro andadas nocturnas en Aragón. Si tenemos en cuenta que una de ellas es la Jorgeada y cuya preparación y desarrollo va a ser diferente al resto por motivos obvios, nos quedan solo tres para disfrutar de una andada: Nocturna de Zaragoza, nocturna de Calatayud y Bajo las estrellas de Ayerbe.
Todas tienen algo que les identifica. En este caso, en Ayerbe, es la única nocturna de otoño-invierno y la más corta de todas, lo que permite salir pronto y cenar en el pabellón.
El día preparaba lluvia y nos sorprendió en todos los sentidos. No hubo lluvia durante la andada pero sí se puede considerar una andada marcada por el agua.
Ya según nos aproximábamos, una lluvia fina e intensa nos hacía presagiar que algo nos iba a a incomodar. Una hora antes del inicio de la andada allí llovía de lo lindo. Llovizna más bien pero demasiado continua.
Con la acreditación nos dieron un frontal, el cual además de tenerlo de recuerdo, vendrá muy bien para otras ocasiones. Y poco a poco íbamos haciendo tiempo antes del inicio. Nos habían avisado de que se recortaba un kilómetro la andada para evitar el paso por un barranco debido a las lluvias y poco antes de salir nos dan las últimas indicaciones.
Un cohete y unos fuegos artificiales marcan el inicio de la andada. Creo que éramos 375 acreditados los que empezábamos en tromba al inicio. Al poco se complica el camino. Vamos por una pista estrecha y el agua inunda, literalmente, la mitad del camino. Hay quienes optan por esperar pese a hacer tapón, quienes se buscan la vida un poco por los laterales y quienes presumen de botas impermeables y pisan todo el charco.
Sea como fuere, esos primeros kilómetros marcan la andada debido a la gran cantidad de charcos y... no tan charcos. En algunos casos era un arroyo de agua que fluía. Tanto que esa zona es cuesta arriba y, de estar pendiente del agua no se percibía la pendiente.
Media hora después de haber salido parece que los charcos nos dan tregua por el cambio de terreno pero hemos ganado poco. Hay muchisimo barro. Los bastones están siendo más que imprescindibles para no resbalar. Quien pensase que en una andada tan corta no serían necesarios se equivocaba.
Está haciendo frío. Para qué negarlo. Ponerse mucha ropa puede ser incómodo pero es necesario por la temperatura, y, sobre todo, por el viento.
La señalización es impecable. En todos los cruces hay suficientes balizas para poder saber por dónde hay que ir y no se duda en ningún momento. Hay un punto donde nos tenemos que separar de la ruta marcada en wikiloc y seguir por las balizas. Es donde evitamos el barranco señalado. Pese a todo la cantidad de barro es increíble y requiere ir con prudencia.
Una última bajada y llegamos a Jabarrillo donde se encuentra el avituallamiento.
Bocadillo de jamón, plátanos, vino, agua, café y, para quien quiera carajillo o chupito. Bastante completo y un detalle que hay algunas sillas por si alguien se quiere sentar.
Tras el avituallamiento, el recorrido pasa a ser muchisimo más sencillo y, apenas una pequeña cuesta nos marca alguna complicación. Por un lado, el terreno está mucho más seco que inicialmente. Por otro lado, ha habido un cambio de temperatura y nos viene aire más cálido que en el primer tramo.
Durante un rato caminamos de noche junto a algunos campos, en tramos rectos y llanos y con una bonita noche estrellada junto a Ayerbe y una temperatura muy agradable para las fechas que estamos. Sí, al final hemos tenido "bajo las estrellas".
El tramo final coincide con la zona encharcada del inicio pero en estas dos horas ha ido drenando y apenas se ven los charcos tan grandes que tuvimos antes. El paso es mucho más sencillo.
Llegamos finalmente al puente del ferrocarril y, desde ahí, Ayerbe y su pabellón nos quedan delante para dar por finalizada la andada.
Una ducha en el pabellón y la cena está servida.
Solo hay, a día de hoy, cuatro andadas nocturnas en Aragón. Si tenemos en cuenta que una de ellas es la Jorgeada y cuya preparación y desarrollo va a ser diferente al resto por motivos obvios, nos quedan solo tres para disfrutar de una andada: Nocturna de Zaragoza, nocturna de Calatayud y Bajo las estrellas de Ayerbe.
Todas tienen algo que les identifica. En este caso, en Ayerbe, es la única nocturna de otoño-invierno y la más corta de todas, lo que permite salir pronto y cenar en el pabellón.
El día preparaba lluvia y nos sorprendió en todos los sentidos. No hubo lluvia durante la andada pero sí se puede considerar una andada marcada por el agua.
Ya según nos aproximábamos, una lluvia fina e intensa nos hacía presagiar que algo nos iba a a incomodar. Una hora antes del inicio de la andada allí llovía de lo lindo. Llovizna más bien pero demasiado continua.
Con la acreditación nos dieron un frontal, el cual además de tenerlo de recuerdo, vendrá muy bien para otras ocasiones. Y poco a poco íbamos haciendo tiempo antes del inicio. Nos habían avisado de que se recortaba un kilómetro la andada para evitar el paso por un barranco debido a las lluvias y poco antes de salir nos dan las últimas indicaciones.
Un cohete y unos fuegos artificiales marcan el inicio de la andada. Creo que éramos 375 acreditados los que empezábamos en tromba al inicio. Al poco se complica el camino. Vamos por una pista estrecha y el agua inunda, literalmente, la mitad del camino. Hay quienes optan por esperar pese a hacer tapón, quienes se buscan la vida un poco por los laterales y quienes presumen de botas impermeables y pisan todo el charco.
Sea como fuere, esos primeros kilómetros marcan la andada debido a la gran cantidad de charcos y... no tan charcos. En algunos casos era un arroyo de agua que fluía. Tanto que esa zona es cuesta arriba y, de estar pendiente del agua no se percibía la pendiente.
Media hora después de haber salido parece que los charcos nos dan tregua por el cambio de terreno pero hemos ganado poco. Hay muchisimo barro. Los bastones están siendo más que imprescindibles para no resbalar. Quien pensase que en una andada tan corta no serían necesarios se equivocaba.
Está haciendo frío. Para qué negarlo. Ponerse mucha ropa puede ser incómodo pero es necesario por la temperatura, y, sobre todo, por el viento.
La señalización es impecable. En todos los cruces hay suficientes balizas para poder saber por dónde hay que ir y no se duda en ningún momento. Hay un punto donde nos tenemos que separar de la ruta marcada en wikiloc y seguir por las balizas. Es donde evitamos el barranco señalado. Pese a todo la cantidad de barro es increíble y requiere ir con prudencia.
Una última bajada y llegamos a Jabarrillo donde se encuentra el avituallamiento.
Bocadillo de jamón, plátanos, vino, agua, café y, para quien quiera carajillo o chupito. Bastante completo y un detalle que hay algunas sillas por si alguien se quiere sentar.
Tras el avituallamiento, el recorrido pasa a ser muchisimo más sencillo y, apenas una pequeña cuesta nos marca alguna complicación. Por un lado, el terreno está mucho más seco que inicialmente. Por otro lado, ha habido un cambio de temperatura y nos viene aire más cálido que en el primer tramo.
Durante un rato caminamos de noche junto a algunos campos, en tramos rectos y llanos y con una bonita noche estrellada junto a Ayerbe y una temperatura muy agradable para las fechas que estamos. Sí, al final hemos tenido "bajo las estrellas".
El tramo final coincide con la zona encharcada del inicio pero en estas dos horas ha ido drenando y apenas se ven los charcos tan grandes que tuvimos antes. El paso es mucho más sencillo.
Llegamos finalmente al puente del ferrocarril y, desde ahí, Ayerbe y su pabellón nos quedan delante para dar por finalizada la andada.
Una ducha en el pabellón y la cena está servida.
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