Balaguer-Cami del Riu-La Bultra per Sta. Maria de les Franqueses.
near Balaguer, Catalunya (España)
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Itinerary description
Ruta circular por la Bultra de Río Segre. Santa Maria de les Franqueses.
La fundación de este monasterio se realizó a iniciativa de los condes de Urgell y formando parte de la política de asentar y repoblar los territorios recuperados por los cristianos. Este sector (Balaguer) se conquistó en 1105, pero no fue hasta mediados del siglo XII que no se estabilizó y a partir de ahí comenzaron las políticas de repoblación, entre ellas la fundación de este monasterio.
La empresa se concretó en la donación hecha el 15 de mayo de 1186 por el conde Ermengol VIII de Urgell a su madre la condesa Dolça (viuda de Ermengol VII) de unas tierras con el fin de establecer un monasterio. Además añadió una dotación de 1.000 sueldos anuales, por diez años. La orden del Císter se hizo cargo de este nuevo establecimiento femenino, las monjas procedían, muy probablemente, de Vallbona de les Monges, que ya había sido fundado anteriormente, el 1173. La primera abadesa conocida es Gila (1187-89). Durante el mandato de la abadesa Ricarda (1190-1200) el monasterio acumuló una amplia serie de posesiones y derechos que el papa Celestino III (en 1193) le confirmó a la vez que ponía el establecimiento bajo la protección de la Santa Sede.
Los primeros años del siglo XIII quedaron marcados por la adquisición de importantes derechos y propiedades, aunque también constan ventas para poder hacer frente a las deudas. En esa época llegó a tener una cincuentena de monjas. Aunque no es un monasterio especialmente considerado por la nobleza, hay constancia de donaciones y legados testamentarios por parte de condes y soberanos: Guerau de Cabrera, el 1204. Ermengol VIII, en 1208. Pedro el Católico, el 1211. Elvira de Subirats, viuda de Ermengol VIII, el 1220. Jaime el Conquistador, el 1236. Àlvar I de Urgell, en 1267. Ermengol X, en 1314. Cecília, viuda de Jaume I de Urgell, en 1350. Fernando de Antequera, en 1413.
La decadencia llegó en el siglo XIV, el número de monjas disminuye, también las donaciones y rentas. Ya hemos mencionado la donación de la condesa Cecília, viuda de Jaime I de Urgell, de 1350, motivada por el estado ruinoso en que se encontraba. A pesar de esta situación, en 1452 el cercano monasterio de Vallverd fue unido a este, ya que su decadencia era aún más acentuada. La abadesa de Les Franqueses, Isabel de Zaya, se hizo cargo de aquella casa. El 1474, a pesar de los esfuerzos de la orden para mantener este centro, el papa Sixto IV ordenó su supresión y entregó sus bienes a la abadía de Poblet que envió a dos monjes para hacerse cargo de la casa y las tierras. La supresión se hizo, según el visitador, porque no se puede continuar en ninguna manera la observancia regular en las cosas espirituales por deffecto e detrimento de las temporales.
En 1700 los monjes dejaron el monasterio y vendieron sus ruinas a un particular de Balaguer: Francesc de Portolà. Actualmente sólo se conserva la iglesia, una construcción con planta de cruz latina. De nave única cubierta con bóveda ligeramente apuntada. Se cierra con un ábside semicircular, bien visible exteriormente, con tres aperturas. Los brazos del corto transepto presentan también unos nichos absidales empotrados en el espesor de los muros. A los pies de la nave se encuentra una de las tres puertas del edificio, la segunda en el transepto norte y la tercera en el muro del sur, que comunicaba con el claustro y demás dependencias. Este sector se ha excavado recientemente y se puede adivinar la planta de las edificaciones que tenía.
La fundación de este monasterio se realizó a iniciativa de los condes de Urgell y formando parte de la política de asentar y repoblar los territorios recuperados por los cristianos. Este sector (Balaguer) se conquistó en 1105, pero no fue hasta mediados del siglo XII que no se estabilizó y a partir de ahí comenzaron las políticas de repoblación, entre ellas la fundación de este monasterio.
La empresa se concretó en la donación hecha el 15 de mayo de 1186 por el conde Ermengol VIII de Urgell a su madre la condesa Dolça (viuda de Ermengol VII) de unas tierras con el fin de establecer un monasterio. Además añadió una dotación de 1.000 sueldos anuales, por diez años. La orden del Císter se hizo cargo de este nuevo establecimiento femenino, las monjas procedían, muy probablemente, de Vallbona de les Monges, que ya había sido fundado anteriormente, el 1173. La primera abadesa conocida es Gila (1187-89). Durante el mandato de la abadesa Ricarda (1190-1200) el monasterio acumuló una amplia serie de posesiones y derechos que el papa Celestino III (en 1193) le confirmó a la vez que ponía el establecimiento bajo la protección de la Santa Sede.
Los primeros años del siglo XIII quedaron marcados por la adquisición de importantes derechos y propiedades, aunque también constan ventas para poder hacer frente a las deudas. En esa época llegó a tener una cincuentena de monjas. Aunque no es un monasterio especialmente considerado por la nobleza, hay constancia de donaciones y legados testamentarios por parte de condes y soberanos: Guerau de Cabrera, el 1204. Ermengol VIII, en 1208. Pedro el Católico, el 1211. Elvira de Subirats, viuda de Ermengol VIII, el 1220. Jaime el Conquistador, el 1236. Àlvar I de Urgell, en 1267. Ermengol X, en 1314. Cecília, viuda de Jaume I de Urgell, en 1350. Fernando de Antequera, en 1413.
La decadencia llegó en el siglo XIV, el número de monjas disminuye, también las donaciones y rentas. Ya hemos mencionado la donación de la condesa Cecília, viuda de Jaime I de Urgell, de 1350, motivada por el estado ruinoso en que se encontraba. A pesar de esta situación, en 1452 el cercano monasterio de Vallverd fue unido a este, ya que su decadencia era aún más acentuada. La abadesa de Les Franqueses, Isabel de Zaya, se hizo cargo de aquella casa. El 1474, a pesar de los esfuerzos de la orden para mantener este centro, el papa Sixto IV ordenó su supresión y entregó sus bienes a la abadía de Poblet que envió a dos monjes para hacerse cargo de la casa y las tierras. La supresión se hizo, según el visitador, porque no se puede continuar en ninguna manera la observancia regular en las cosas espirituales por deffecto e detrimento de las temporales.
En 1700 los monjes dejaron el monasterio y vendieron sus ruinas a un particular de Balaguer: Francesc de Portolà. Actualmente sólo se conserva la iglesia, una construcción con planta de cruz latina. De nave única cubierta con bóveda ligeramente apuntada. Se cierra con un ábside semicircular, bien visible exteriormente, con tres aperturas. Los brazos del corto transepto presentan también unos nichos absidales empotrados en el espesor de los muros. A los pies de la nave se encuentra una de las tres puertas del edificio, la segunda en el transepto norte y la tercera en el muro del sur, que comunicaba con el claustro y demás dependencias. Este sector se ha excavado recientemente y se puede adivinar la planta de las edificaciones que tenía.
Waypoints
Pavement ends
648 ft
Cami del Riu
Pavement ends
692 ft
Fin de pavimento
Intersection
632 ft
Intersección
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