BALDOMIR - VILAR - FROXÁN - VILAMOR - BALDOMIR (Variante I - O Courel) 08/11/15
near Campa, Galicia (España)
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Trail photos
Itinerary description
Ruta propuesta por Miguel López Blanco al club “Huellas de Cabrera” y realizada el día 08/11/15 por veintidós senderistas más el perrito Alex (habitual en las marchas) y la perrita Luli, en un fenomenal día de otoño.
Esta ruta tiene cuatro variantes respecto a su homónima: “BALDOMIR-VILAR-FROXÁN-VILAMOR-BALDOMIR (O COUREL) 25/10/14” (Ver el enlace al final de los datos del GPS en “Ver más” en letras azules), con cuatro diferencias significativas respecto a la anteriormente reseñada, que por orden de paso o llegada son: 1) “Fonte do Bao” (Fuente del Bao) próxima al puente del mismo nombre (a unos 100 metros), que más que fuente, es un pequeño manantial. 2) camino del norte a Froxán. 3) visita a la destacada iglesia de Vilamor del siglo XVIII. 4) en esta ruta de hoy no incluye la cascada de Rexio o Rexiu (a cambio de recorrer bastante menos carretera, tan solo 200 metros y más bosque) aunque también es cierto que la visitamos ya que solo son 600 metros desde la finalización de esta (anunciada con poste de dirección) para llegar a la misma al borde de la carretera. Por supuesto, también la podéis incluir en el mismo track. Cualquiera de ellas es altamente recomendable por su gran interés y belleza.
La Sierra del Caurel (Serra do Courel en gallego) es una cordillera montañosa situada en el SE de la provincia de Lugo que se extiende por los municipios de Folgoso de Caurel, en su mayor parte, Quiroga y Piedrafita del Cebrero. Tiene una extensión de 21.020 hectáreas con fuertes variaciones de altitud que van desde los 400-500m. del valle del río Lor a más de 1600 m. en los puntos más altos como Montouto, Formigueiros (1643 m.) o el pico de Pía Páxaro (1610 m.). El río Lor, y sus varios afluentes forman ricos valles con diversos ecosistemas que hacen que esta sierra sea la reserva botánica más importante de Galicia. (Fuente: Wikipedia).
Hechas las aclaraciones y reseñas pertinentes paso a comentar la ruta que nos ocupa.
En Baldomir comenzamos la ruta pasando por delante de una casa pintada de amarillo y blanco, al lado de la carretera LU-P-4701 (llegando desde Folgoso do Courel), situada en uno de los extremos de un puente con barandillas metálicas amarillas sobre el río Lor. (Ver video adjunto).
Nada más pasar por delante de la casa, se cruza un puentecillo con barandillas de tubos metálicos redondos y dos edificios de piedra a la derecha, siendo la segunda la “capela” (capilla) de San Sebastián. Luego transitamos por camino con ligera pendiente que, al terminarse, da comienzo a un sendero bien visible (lo contrario del pasado año que prácticamente se difumina en algunos tramos, estando en esta ocasión mejor señalizada) entre castaños, para pronto llegar al barrio o aldea de “A Campa” (La Campa). En el cual, buen número de las casas están abandonadas. A continuación tomamos un desvío a la izquierda continuando por una senda muy bonita.
Seguimos la señalización por medio de postes de ruta homologada GR-8 y algún poste con letreros grabados en madera con flechas de dirección, los cuales seguimos entre “soutos” (sotos) de centenarios castaños. Teníamos a la derecha a Vilamor y su destacada iglesia sobre un montículo en la lejanía, estábamos rodeados por una arboleda y verdes prados así como por un profundo y cerrado barranco del río Lor. La senda desciende suavemente entre robles y arbustos –que a tramos nos toca descender, ascender o llanear sin fuertes desniveles–.
Luego, salimos a un camino o pista y tras caminar un buen trecho aparece un cartel a la derecha con flecha amarilla, con los nombres de Castro de Vilar, Froxán y otro nombre que no se lee bien, indicando un sendero con fuerte desnivel que tomamos siendo este un desfiladero del río Lor. Tras cruzar el “Regueiro do Inferno” (Riachuelo del Infierno), nos conduce a un “sequeiro” (cabaña en la cual se secaban las castañas). Nos desviamos nuevamente a la derecha, donde nos llama la atención el color amarillento de una de las setas más preciadas como es la “Cantharellus cibarius” (rebozuelo, perraschicas). Continuando por la senda, con tramos de paredes recubiertas de verde musgo a través de castañares en los que algunos ejemplares de grandes dimensiones, por el paso de decenas de años, están horadados caprichosamente tomando formas muy llamativas.
Cruzamos el “carrozo da Armada” (regato de la Armada) donde se forma una pequeña cascadita y a continuación pasamos delante de las cabañas de Bustelín, seguidas de otro reguero sin apenas agua. Seguidamente, entramos en la aldea de Vilar, como se les denomina a los pueblecitos sin jurisdicción propia. En este, pasamos por la “Fonte da Saúde” (Fuente de la Salud), de la cual bebimos de su fresca y rica agua y visitamos el original museo etnográfico (relativo a las costumbres y tradiciones de los pueblos) del señor Juan Sánchez (Xan). Este, amablemente, nos mostró su exposición de toda clase de aperos de labranza (antiguos carros, toda clase de ruedas para los mismos, arados de madera, yugos para uncir las reses y demás aparatos), utensilios de cocina (potes y cantaros de diferentes medias, una rustica máquina de embutir chorizos, telares de hilar, etc.). También vende miel, licor de hierbas y castañas secas que tiene expuestos sobre un carro (Dina compró un tarro de miel por 5 euros y creo que algún compañero más). Nos mostró igualmente su pequeño taller con toda clase de herramientas. Al despedirnos el señor Juan me hizo una petición personal: “si tenía una máquina de escribir antigua (con carro) para la exposición”, a lo que contesté negativamente, pero que intentaría conseguirla para regalársela en próximas visitas. Ya sabéis, si alguien la tiene y no sabe qué hacer con ella, el señor Juan os lo agradecerá. Nos despedimos dándole las gracias por dedicarnos un poco de su tiempo.
Esta recóndita aldea cuenta con escasas viviendas en buen estado y en esta ocasión sólo vimos a nuestro amable anfitrión.
La salida de la aldea cuenta con mesas y bancos de madera entre castaños, cruces de madera con estaciones “vía crucis”, señales de dirección, postes del GR-8, panel de “O Souto de Vilar” (El soto de Vilar), palco de música y una tabla grabada con la dirección “a o Castro” de Vilar (al Castro). En este acogedor y agradable lugar de “O Campazo da Festa” (El Campo de la Fiesta) nos detuvimos para tomar unos alimentos.
Terminado el tentempié reanudamos la marcha para primero pasar por la austera, antiquísima y reducida “capela” (capilla) o ermita de San Roque. De esta misma cuelga una pequeña campana a su entrada, el altar (con paño blanco) está presidido por San Roque rodeado de flores junto a otras imágenes como San Sebastián, cuadros, dibujos y escritos en las paredes. En este lugar el grupo decidió no visitar el Castro celta de Vilar y continuar hacia Froxán excepto Dina, Oscar y un servidor que decidimos visitarlo, ya que está muy cercano y para hacer el track lo más completo posible.
Ahora, los tres continuamos la ruta por un camino precioso de verde hierba con mesas, bancos, panel y letreros referentes al Castro al que, al acercarnos, vemos los restos de la escasa muralla que lo rodeaba y al que, después de caminar un corto trayecto por sendero de peñascos (sin dificultad), llegamos al yacimiento arqueológico del Castro celta de Vilar situado en un alto rocoso, en el que quedan parte de unas paredes y los cerramientos por medio de lanchas de pizarra en círculo (restos de actividad humana) del propio Castro, casi tapados por la vegetación. Teniendo desde este lugar una fenomenal visión del pueblo de Vilamor al fondo, con su destacada iglesia lo cual fotografiamos con nuestras cámaras. “Un castro es un poblado fortificado celta por lo general prerromano, aunque existen ejemplos posteriores que perduraron hasta la Edad Media”. (Fuente: Wikipedia).
Retrocedemos hasta poco después de la “capela” o ermita, donde tomamos un desvío a la derecha (señalizado), para descender por camino entre castaños y luego por una preciosa senda a través de un sugestivo desfiladero entre pinos jóvenes. En este encontramos postes de la ruta y letreros con flechas de dirección, para a continuación presentarnos en la “Ponte do Bao” (Puente del Bao), construida en madera. En este punto, tenemos la primera variante de la ruta respecto a la realizada el pasado año, como ha sido la visita a la “Fonte do Bao” anunciada con cartel de dirección (al lado de un panel explicativo sobre el río Lor y dicho puente), el cual nos dice que está a 100 metros y siguiendo un sendero, al principio despejado y luego semi- cubierto por algo de matorral, llegamos a un pequeño manantial (a la derecha) que brota de una roca. Visto lo cual, regresamos de nuevo (la verdad es que no merece la pena visitarlo a menos que necesitéis beber agua imperiosamente).
Nuevamente, nos situamos en la “Ponte do Bao” por la que cruzamos sobre el río Lor siguiendo un verdoso camino muy relajante a pesar de ascender ligeramente. Encontramos un bosquecillo de alcornoques autóctonos, con el nombre en cuatro idiomas (gallego, castellano, catalán y vasco), que hay al borde del camino siendo algunos ejemplares excepcionales. Después del cual hay una bifurcación con letreros de dirección norte-sur, nosotros tomamos el camino del norte (a la derecha) en esta ocasión para entrar en Froxán. Siendo esta la segunda variante, ya que en la anterior tomamos el camino del sur.
Froxán es un pequeño pueblo típico rural en franca restauración. Al final del pueblo, enfrente de una verde campiña anunciada con letrero como: “Área Recreativa do Chao”, tenemos “A Fonte do Milagro” en la que en su pared se puede leer: “Fuente del Milagro 27 – 9 – 1935 Froján”, de la cual bebimos de su transparente agua, por si resultaban ciertas las atribuciones milagrosas (al menos parecía que nos sentíamos más recuperados de la caminata). Partimos de frente cruzando la carretera, para continuar por camino señalizado en ligero ascenso. Después de varios desvíos a la izquierda y luego siguiendo recto, pasamos por un bosque que nos proporcionaba buena sombra, para enseguida entrar entre pinares pasando, en el camino, a través de dos pequeñas cancillas adosada a un cierre con empalizada de alambres que cierran el paso al ganado (de las cuatro que pasaríamos) y alcanzar en esta zona la cota más alta de la ruta con 734 m de altitud. Desde aquí divisamos a nuestra derecha el Castro de Vilar nuevamente, así como Penaboa y Pía Páxaro 1 y 2 (nombrados en la ruta “Kilómetro Vertical do Courel”).
Después de un desvío a la derecha (al lado de un poste electico de cemento), llegamos a la fuente y lavadero de Vilamor (que es lo primero que encontramos según llegamos). Como dicha fuente no tenía nombre llamativo como las anteriores, decidimos bautizarla (en la anterior ruta) como la “Fonte da Eterna Xuventude” (Fuente de la Eterna Juventud) para no ser menos y de paso nos lo creemos.
Pasamos por el centro de Vilamor en descenso para llegar a la entrada de la iglesia de Vilamor del siglo XVIII precedida de un pequeño parque infantil. La calle es ancha empedrada y las orillas con verde hierba y paredes laterales de lajas de pizarra, donde nos esperaban sentados los compañeros que estaban comiendo, cosa que igualmente hicimos nosotros integrándonos nuevamente al grupo. La visita a esta iglesia de Santa María de Vilamor del siglo XVIII con el cementerio adosado en su lado izquierdo, crucero lateral y tres arcos, retablo de Nuestra Señora y efigie del Santo Cristo, merece la pena verla para contemplar su robusta arquitectura. Siendo esta la tercera variante de la ruta.
Terminada la contemplación, reanudamos la marcha retrocediendo hasta el centro del pueblo para, seguidamente, tomar un desvío a la derecha y comenzar a caminar por camino y luego por un bello sendero cubierto de hierba verde que desciende, para luego pasar por un bosquecillo de roble y llegar a la tercera cancilla (lo que parece ser una finca particular) igualmente formada con palos y alambre muy rudimentaria y artesanal. Esta es la que en la anterior ruta se prohibía paso, señalizado por medio de un letrero que colgaba de la misma, (letrero que en esta ocasión no existe) con lo cual la cruzamos y la cerramos a nuestro paso. Nada más pasarla, a la derecha hay una vieja cabaña y unos pocos metros más adelante tenemos la cuarta cancilla, igual a la anterior la cual pasamos dando acceso a la carretera. (Si llegáis a este lugar y no os permiten pasar, la alternativa es bordear la finca por uno de los laterales para salir de nuevo al camino o a la carretera cercana, siguiendo de nuevo el track).
Situados en la carretera (cuarta y última variante de la ruta), en esta ocasión nos desviamos a la izquierda (en la anterior ruta lo hicimos a la derecha descendiendo por ella un largo tramo hasta la cascada de Rexio) siguiendo la carretera durante un corto recorrido (200 metros), en suave ascenso para seguidamente tomar un desvío a la derecha y continuar por un sendero. Abandonamos la carretera y nos adentramos en un bonito bosque, al poco tiempo tenemos un camino perpendicular al sendero, camino que seguimos en descenso para, en un espacio de tiempo y recorrido corto, entrar en las primeras casas de Baldomir. Al final del mismo, llegamos a desembocar en el extremo opuesto del puente sobre el río Lor, el cual cruzamos para llegar nuevamente de donde partimos en el inicio de la ruta dando por concluida la misma.
Cogimos las bolsas de la ropa limpia y calzado de los coches para cruzar nuevamente el puente. Al final del mismo se encuentra una caseta con fuente y pilón (donde nos lavamos) al lado de los paneles de rutas y postes indicadores.
Seguidamente, nos fuimos por la carretera durante 600 metros, como informa la señalización, (unos andando y otros en coche) hasta la bella cascada de Rexio o Rexiu (según los mapas) del río Covo. La cascada se ve desde la misma carretera quedando en un plano inferior a esta y estando situada en una zona de recreo húmeda entre arboleda donde hay dos mesas con sus respectivos bancos en madera para el picnic. Tras descender ligeramente y caminar unos 60 metros, nos situamos al pie de la misma de unos 15-20 metros de altura, la cual se desliza suavemente por la roca pulida por la erosión del agua, siendo esta levemente ferruginosa. También hay dos saltos de agua en la orilla de la carretera cercana al puente citado, donde los rayos del sol al atravesar sus finísimas gotas de agua forman una bella imagen de variados y preciosos colores.
Los compontes de esta atractiva ruta nos despedimos hasta la próxima. Seguidamente, Marisol, Dina, Miguel de la Cal y un servidor, al pasar por Folgoso do Courel, paramos en el hostal-mesón “O´ Mirador” para tomar unas consumiciones en su terraza al sol, que por cierto desde la misma se contempla una bonita vista parcial del pueblo.
Ruta fantástica, donde se disfruta de senderos y caminos entre centenarios castaños, bebiendo la rica agua de fuentes con sugestivos nombres, recorriendo pueblos recónditos en los que sus gentes resisten el paso del tiempo y la modernidad de la ciudad, para seguir anclados en estos bellos rincones de O Courel. Además, de visitar el prehistórico Castro celta de Vilar, el peculiar museo etnográfico del señor Juan Sánchez (Xan) y la relevante iglesia de Vilamor.
No vale con soñar esta magnífica ruta, lo realmente valido es recorrerla “in situ” (en el sitio) para luego poder soñar con la realidad de haberla vivido y recorrido por este “¡¡Buen camino!!” colmado de belleza.
Me quedo con el deseo de saludaros próximamente.
Hasta cuando gustéis.
Localización:
Mapa Topográfico Nacional de España: SALCEDO nº 156 – IV. Escala 1:25.000
Datos del GPS:
General
Nombre Archivo Track: BALDOMIR – VILAR – FROXÁN – VILAMOR – BALDOMIR (Variante I, - O Courel) 08/11/15.
Nombre de la salida: Puente de Baldomir sobre el río Lor.
Comentarios del Track:
Fecha y Hora
Día 08-11-2015
Hora de salida 09:21:09
Hora de llegada: 15:59:20
Duración 06:38:11
Tiempo parado 02:01:34
Tiempo en movimiento 04:36:37
Distancias
Distancia proyectada 16.70 km
Distancia con alturas 16.89 km (real 17.4 km)
Alturas
Track con alturas (3D): Sí
Altura Máxima 734 m
Altura Mínima: 393 m
Altura de la salida: 428 m
Altura de la llegada: 421 m
Ganancia desde la salida 305 m
Desnivel salida-llegada -7 m
Desnivel máximo 340 m
Ascen.acum. 544 m
Desc.acum. 577 m
Max. Velocidad Vertical: 1875 m/h
Min. Velocidad Vertical: -3209 m/h
Max Pendiente 22.9 %
Min Pendiente -21.3 %
Velocidades
Velocidad media 2.5 km/h
Velocidad máxima 7.3 km/h
Puntos de Track
Número de puntos 1691
Intervalo de grabación 14
Esta ruta tiene cuatro variantes respecto a su homónima: “BALDOMIR-VILAR-FROXÁN-VILAMOR-BALDOMIR (O COUREL) 25/10/14” (Ver el enlace al final de los datos del GPS en “Ver más” en letras azules), con cuatro diferencias significativas respecto a la anteriormente reseñada, que por orden de paso o llegada son: 1) “Fonte do Bao” (Fuente del Bao) próxima al puente del mismo nombre (a unos 100 metros), que más que fuente, es un pequeño manantial. 2) camino del norte a Froxán. 3) visita a la destacada iglesia de Vilamor del siglo XVIII. 4) en esta ruta de hoy no incluye la cascada de Rexio o Rexiu (a cambio de recorrer bastante menos carretera, tan solo 200 metros y más bosque) aunque también es cierto que la visitamos ya que solo son 600 metros desde la finalización de esta (anunciada con poste de dirección) para llegar a la misma al borde de la carretera. Por supuesto, también la podéis incluir en el mismo track. Cualquiera de ellas es altamente recomendable por su gran interés y belleza.
La Sierra del Caurel (Serra do Courel en gallego) es una cordillera montañosa situada en el SE de la provincia de Lugo que se extiende por los municipios de Folgoso de Caurel, en su mayor parte, Quiroga y Piedrafita del Cebrero. Tiene una extensión de 21.020 hectáreas con fuertes variaciones de altitud que van desde los 400-500m. del valle del río Lor a más de 1600 m. en los puntos más altos como Montouto, Formigueiros (1643 m.) o el pico de Pía Páxaro (1610 m.). El río Lor, y sus varios afluentes forman ricos valles con diversos ecosistemas que hacen que esta sierra sea la reserva botánica más importante de Galicia. (Fuente: Wikipedia).
Hechas las aclaraciones y reseñas pertinentes paso a comentar la ruta que nos ocupa.
En Baldomir comenzamos la ruta pasando por delante de una casa pintada de amarillo y blanco, al lado de la carretera LU-P-4701 (llegando desde Folgoso do Courel), situada en uno de los extremos de un puente con barandillas metálicas amarillas sobre el río Lor. (Ver video adjunto).
Nada más pasar por delante de la casa, se cruza un puentecillo con barandillas de tubos metálicos redondos y dos edificios de piedra a la derecha, siendo la segunda la “capela” (capilla) de San Sebastián. Luego transitamos por camino con ligera pendiente que, al terminarse, da comienzo a un sendero bien visible (lo contrario del pasado año que prácticamente se difumina en algunos tramos, estando en esta ocasión mejor señalizada) entre castaños, para pronto llegar al barrio o aldea de “A Campa” (La Campa). En el cual, buen número de las casas están abandonadas. A continuación tomamos un desvío a la izquierda continuando por una senda muy bonita.
Seguimos la señalización por medio de postes de ruta homologada GR-8 y algún poste con letreros grabados en madera con flechas de dirección, los cuales seguimos entre “soutos” (sotos) de centenarios castaños. Teníamos a la derecha a Vilamor y su destacada iglesia sobre un montículo en la lejanía, estábamos rodeados por una arboleda y verdes prados así como por un profundo y cerrado barranco del río Lor. La senda desciende suavemente entre robles y arbustos –que a tramos nos toca descender, ascender o llanear sin fuertes desniveles–.
Luego, salimos a un camino o pista y tras caminar un buen trecho aparece un cartel a la derecha con flecha amarilla, con los nombres de Castro de Vilar, Froxán y otro nombre que no se lee bien, indicando un sendero con fuerte desnivel que tomamos siendo este un desfiladero del río Lor. Tras cruzar el “Regueiro do Inferno” (Riachuelo del Infierno), nos conduce a un “sequeiro” (cabaña en la cual se secaban las castañas). Nos desviamos nuevamente a la derecha, donde nos llama la atención el color amarillento de una de las setas más preciadas como es la “Cantharellus cibarius” (rebozuelo, perraschicas). Continuando por la senda, con tramos de paredes recubiertas de verde musgo a través de castañares en los que algunos ejemplares de grandes dimensiones, por el paso de decenas de años, están horadados caprichosamente tomando formas muy llamativas.
Cruzamos el “carrozo da Armada” (regato de la Armada) donde se forma una pequeña cascadita y a continuación pasamos delante de las cabañas de Bustelín, seguidas de otro reguero sin apenas agua. Seguidamente, entramos en la aldea de Vilar, como se les denomina a los pueblecitos sin jurisdicción propia. En este, pasamos por la “Fonte da Saúde” (Fuente de la Salud), de la cual bebimos de su fresca y rica agua y visitamos el original museo etnográfico (relativo a las costumbres y tradiciones de los pueblos) del señor Juan Sánchez (Xan). Este, amablemente, nos mostró su exposición de toda clase de aperos de labranza (antiguos carros, toda clase de ruedas para los mismos, arados de madera, yugos para uncir las reses y demás aparatos), utensilios de cocina (potes y cantaros de diferentes medias, una rustica máquina de embutir chorizos, telares de hilar, etc.). También vende miel, licor de hierbas y castañas secas que tiene expuestos sobre un carro (Dina compró un tarro de miel por 5 euros y creo que algún compañero más). Nos mostró igualmente su pequeño taller con toda clase de herramientas. Al despedirnos el señor Juan me hizo una petición personal: “si tenía una máquina de escribir antigua (con carro) para la exposición”, a lo que contesté negativamente, pero que intentaría conseguirla para regalársela en próximas visitas. Ya sabéis, si alguien la tiene y no sabe qué hacer con ella, el señor Juan os lo agradecerá. Nos despedimos dándole las gracias por dedicarnos un poco de su tiempo.
Esta recóndita aldea cuenta con escasas viviendas en buen estado y en esta ocasión sólo vimos a nuestro amable anfitrión.
La salida de la aldea cuenta con mesas y bancos de madera entre castaños, cruces de madera con estaciones “vía crucis”, señales de dirección, postes del GR-8, panel de “O Souto de Vilar” (El soto de Vilar), palco de música y una tabla grabada con la dirección “a o Castro” de Vilar (al Castro). En este acogedor y agradable lugar de “O Campazo da Festa” (El Campo de la Fiesta) nos detuvimos para tomar unos alimentos.
Terminado el tentempié reanudamos la marcha para primero pasar por la austera, antiquísima y reducida “capela” (capilla) o ermita de San Roque. De esta misma cuelga una pequeña campana a su entrada, el altar (con paño blanco) está presidido por San Roque rodeado de flores junto a otras imágenes como San Sebastián, cuadros, dibujos y escritos en las paredes. En este lugar el grupo decidió no visitar el Castro celta de Vilar y continuar hacia Froxán excepto Dina, Oscar y un servidor que decidimos visitarlo, ya que está muy cercano y para hacer el track lo más completo posible.
Ahora, los tres continuamos la ruta por un camino precioso de verde hierba con mesas, bancos, panel y letreros referentes al Castro al que, al acercarnos, vemos los restos de la escasa muralla que lo rodeaba y al que, después de caminar un corto trayecto por sendero de peñascos (sin dificultad), llegamos al yacimiento arqueológico del Castro celta de Vilar situado en un alto rocoso, en el que quedan parte de unas paredes y los cerramientos por medio de lanchas de pizarra en círculo (restos de actividad humana) del propio Castro, casi tapados por la vegetación. Teniendo desde este lugar una fenomenal visión del pueblo de Vilamor al fondo, con su destacada iglesia lo cual fotografiamos con nuestras cámaras. “Un castro es un poblado fortificado celta por lo general prerromano, aunque existen ejemplos posteriores que perduraron hasta la Edad Media”. (Fuente: Wikipedia).
Retrocedemos hasta poco después de la “capela” o ermita, donde tomamos un desvío a la derecha (señalizado), para descender por camino entre castaños y luego por una preciosa senda a través de un sugestivo desfiladero entre pinos jóvenes. En este encontramos postes de la ruta y letreros con flechas de dirección, para a continuación presentarnos en la “Ponte do Bao” (Puente del Bao), construida en madera. En este punto, tenemos la primera variante de la ruta respecto a la realizada el pasado año, como ha sido la visita a la “Fonte do Bao” anunciada con cartel de dirección (al lado de un panel explicativo sobre el río Lor y dicho puente), el cual nos dice que está a 100 metros y siguiendo un sendero, al principio despejado y luego semi- cubierto por algo de matorral, llegamos a un pequeño manantial (a la derecha) que brota de una roca. Visto lo cual, regresamos de nuevo (la verdad es que no merece la pena visitarlo a menos que necesitéis beber agua imperiosamente).
Nuevamente, nos situamos en la “Ponte do Bao” por la que cruzamos sobre el río Lor siguiendo un verdoso camino muy relajante a pesar de ascender ligeramente. Encontramos un bosquecillo de alcornoques autóctonos, con el nombre en cuatro idiomas (gallego, castellano, catalán y vasco), que hay al borde del camino siendo algunos ejemplares excepcionales. Después del cual hay una bifurcación con letreros de dirección norte-sur, nosotros tomamos el camino del norte (a la derecha) en esta ocasión para entrar en Froxán. Siendo esta la segunda variante, ya que en la anterior tomamos el camino del sur.
Froxán es un pequeño pueblo típico rural en franca restauración. Al final del pueblo, enfrente de una verde campiña anunciada con letrero como: “Área Recreativa do Chao”, tenemos “A Fonte do Milagro” en la que en su pared se puede leer: “Fuente del Milagro 27 – 9 – 1935 Froján”, de la cual bebimos de su transparente agua, por si resultaban ciertas las atribuciones milagrosas (al menos parecía que nos sentíamos más recuperados de la caminata). Partimos de frente cruzando la carretera, para continuar por camino señalizado en ligero ascenso. Después de varios desvíos a la izquierda y luego siguiendo recto, pasamos por un bosque que nos proporcionaba buena sombra, para enseguida entrar entre pinares pasando, en el camino, a través de dos pequeñas cancillas adosada a un cierre con empalizada de alambres que cierran el paso al ganado (de las cuatro que pasaríamos) y alcanzar en esta zona la cota más alta de la ruta con 734 m de altitud. Desde aquí divisamos a nuestra derecha el Castro de Vilar nuevamente, así como Penaboa y Pía Páxaro 1 y 2 (nombrados en la ruta “Kilómetro Vertical do Courel”).
Después de un desvío a la derecha (al lado de un poste electico de cemento), llegamos a la fuente y lavadero de Vilamor (que es lo primero que encontramos según llegamos). Como dicha fuente no tenía nombre llamativo como las anteriores, decidimos bautizarla (en la anterior ruta) como la “Fonte da Eterna Xuventude” (Fuente de la Eterna Juventud) para no ser menos y de paso nos lo creemos.
Pasamos por el centro de Vilamor en descenso para llegar a la entrada de la iglesia de Vilamor del siglo XVIII precedida de un pequeño parque infantil. La calle es ancha empedrada y las orillas con verde hierba y paredes laterales de lajas de pizarra, donde nos esperaban sentados los compañeros que estaban comiendo, cosa que igualmente hicimos nosotros integrándonos nuevamente al grupo. La visita a esta iglesia de Santa María de Vilamor del siglo XVIII con el cementerio adosado en su lado izquierdo, crucero lateral y tres arcos, retablo de Nuestra Señora y efigie del Santo Cristo, merece la pena verla para contemplar su robusta arquitectura. Siendo esta la tercera variante de la ruta.
Terminada la contemplación, reanudamos la marcha retrocediendo hasta el centro del pueblo para, seguidamente, tomar un desvío a la derecha y comenzar a caminar por camino y luego por un bello sendero cubierto de hierba verde que desciende, para luego pasar por un bosquecillo de roble y llegar a la tercera cancilla (lo que parece ser una finca particular) igualmente formada con palos y alambre muy rudimentaria y artesanal. Esta es la que en la anterior ruta se prohibía paso, señalizado por medio de un letrero que colgaba de la misma, (letrero que en esta ocasión no existe) con lo cual la cruzamos y la cerramos a nuestro paso. Nada más pasarla, a la derecha hay una vieja cabaña y unos pocos metros más adelante tenemos la cuarta cancilla, igual a la anterior la cual pasamos dando acceso a la carretera. (Si llegáis a este lugar y no os permiten pasar, la alternativa es bordear la finca por uno de los laterales para salir de nuevo al camino o a la carretera cercana, siguiendo de nuevo el track).
Situados en la carretera (cuarta y última variante de la ruta), en esta ocasión nos desviamos a la izquierda (en la anterior ruta lo hicimos a la derecha descendiendo por ella un largo tramo hasta la cascada de Rexio) siguiendo la carretera durante un corto recorrido (200 metros), en suave ascenso para seguidamente tomar un desvío a la derecha y continuar por un sendero. Abandonamos la carretera y nos adentramos en un bonito bosque, al poco tiempo tenemos un camino perpendicular al sendero, camino que seguimos en descenso para, en un espacio de tiempo y recorrido corto, entrar en las primeras casas de Baldomir. Al final del mismo, llegamos a desembocar en el extremo opuesto del puente sobre el río Lor, el cual cruzamos para llegar nuevamente de donde partimos en el inicio de la ruta dando por concluida la misma.
Cogimos las bolsas de la ropa limpia y calzado de los coches para cruzar nuevamente el puente. Al final del mismo se encuentra una caseta con fuente y pilón (donde nos lavamos) al lado de los paneles de rutas y postes indicadores.
Seguidamente, nos fuimos por la carretera durante 600 metros, como informa la señalización, (unos andando y otros en coche) hasta la bella cascada de Rexio o Rexiu (según los mapas) del río Covo. La cascada se ve desde la misma carretera quedando en un plano inferior a esta y estando situada en una zona de recreo húmeda entre arboleda donde hay dos mesas con sus respectivos bancos en madera para el picnic. Tras descender ligeramente y caminar unos 60 metros, nos situamos al pie de la misma de unos 15-20 metros de altura, la cual se desliza suavemente por la roca pulida por la erosión del agua, siendo esta levemente ferruginosa. También hay dos saltos de agua en la orilla de la carretera cercana al puente citado, donde los rayos del sol al atravesar sus finísimas gotas de agua forman una bella imagen de variados y preciosos colores.
Los compontes de esta atractiva ruta nos despedimos hasta la próxima. Seguidamente, Marisol, Dina, Miguel de la Cal y un servidor, al pasar por Folgoso do Courel, paramos en el hostal-mesón “O´ Mirador” para tomar unas consumiciones en su terraza al sol, que por cierto desde la misma se contempla una bonita vista parcial del pueblo.
Ruta fantástica, donde se disfruta de senderos y caminos entre centenarios castaños, bebiendo la rica agua de fuentes con sugestivos nombres, recorriendo pueblos recónditos en los que sus gentes resisten el paso del tiempo y la modernidad de la ciudad, para seguir anclados en estos bellos rincones de O Courel. Además, de visitar el prehistórico Castro celta de Vilar, el peculiar museo etnográfico del señor Juan Sánchez (Xan) y la relevante iglesia de Vilamor.
No vale con soñar esta magnífica ruta, lo realmente valido es recorrerla “in situ” (en el sitio) para luego poder soñar con la realidad de haberla vivido y recorrido por este “¡¡Buen camino!!” colmado de belleza.
Me quedo con el deseo de saludaros próximamente.
Hasta cuando gustéis.
Localización:
Mapa Topográfico Nacional de España: SALCEDO nº 156 – IV. Escala 1:25.000
Datos del GPS:
General
Nombre Archivo Track: BALDOMIR – VILAR – FROXÁN – VILAMOR – BALDOMIR (Variante I, - O Courel) 08/11/15.
Nombre de la salida: Puente de Baldomir sobre el río Lor.
Comentarios del Track:
Fecha y Hora
Día 08-11-2015
Hora de salida 09:21:09
Hora de llegada: 15:59:20
Duración 06:38:11
Tiempo parado 02:01:34
Tiempo en movimiento 04:36:37
Distancias
Distancia proyectada 16.70 km
Distancia con alturas 16.89 km (real 17.4 km)
Alturas
Track con alturas (3D): Sí
Altura Máxima 734 m
Altura Mínima: 393 m
Altura de la salida: 428 m
Altura de la llegada: 421 m
Ganancia desde la salida 305 m
Desnivel salida-llegada -7 m
Desnivel máximo 340 m
Ascen.acum. 544 m
Desc.acum. 577 m
Max. Velocidad Vertical: 1875 m/h
Min. Velocidad Vertical: -3209 m/h
Max Pendiente 22.9 %
Min Pendiente -21.3 %
Velocidades
Velocidad media 2.5 km/h
Velocidad máxima 7.3 km/h
Puntos de Track
Número de puntos 1691
Intervalo de grabación 14
Waypoints
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