BARCENA DE PIE DE CONCHA (Calzada romana - Mirador de Peña Bustio- Camino Real). 18 OCT 2020

Iniciamos esta ruta desde BÁRCENA DE PIE DE CONCHA, justo al lado de la oficina de turismo, donde encontramos varios paneles informativos de la zona.
Bárcena de Pie de Concha es un cruce de senderos GR. De aquí parte el sendero de la reserva del Saja (GR71) que atraviesa la mitad occidental de Cantabria llegando hasta Potes (Cantabria) y Sotres (Asturias); y aquí terminan otros dos grandes recorridos, una variante del Corredor Oriental de Cantabria (GR74), procedente de Ramales (la otra variante sigue hacia Reinosa), y la Senda de los Valles de Cantabria (GR75), procedente de Castro Urdiales.
El municipio es la vía de paso hacia la meseta más transitada históricamente, y por donde se han trazado infraestructuras como “la calzada romana" “el camino real”, “el ferrocarril” “la carretera N-611” y “la autovía Cantabria - Meseta (A-67)”.
Tomamos dirección SW. Cruzamos el puente sobre el río Torina, y enseguida el puente sobre el río Besaya.
Seguimos la carretera que va girando sucesivamente en dirección NW, W y SW.
Pasamos entre la iglesia parroquial de la Asunción (derecha) y el cementerio (izquierda). Esta iglesia fue construida en el S XVII y contiene dos retablos de interés del mismo siglo, con imaginería y relieves de época y una imagen gótica, sedente, de la Virgen con el Niño, un importante lienzo de Cristo, que sigue el modelo miguelangesco difundido por el pintor burgalés Mateo Cerezo. Esta iglesia presenta la particularidad de tener una planta de dos naves. Junto a la puerta se encuentra una estela funeraria, quizás del siglo IX, que nos recuerda le existencia de un templo anterior.
Continuamos adelante por esta carretera y llegamos a la localidad de PIE DE CONCHA. En el barrio de La Picota encontramos un rollo de justicia declarado Bien de Interés Cultural. Un poco más adelante alcanzamos el acceso a la calzada romana que discurría entre Pie de Concha y la localidad cercana de Pesquera y que presumiblemente formaba parte de la vía que comunicaba Portus Blendium (actual Suances) con Segisamo (Sasamón). Alguna fuente pone en duda su origen romano y fechan su construcción en el siglo XVIII.
La palabra "concha" significa camino. Pie de Concha está al pie del camino, Mediaconcha, a medio camino y Somaconcha, arriba del camino. A menos que se hubiera producido un cambio de nombre reciente, cosa poco probable, el nombre de Pie de Concha confirma la existencia de esa concha o camino el día que recibió su actual nombre, no sabemos cuándo, pero con total seguridad antes del siglo XVIII.
No obstante, y según uno de los paneles informativos, decir que “las guerras cántabras tuvieron lugar entre los años 218 a.C. y 19 d.C. fecha en la que Octavio Augusto las finaliza oficialmente lo que supuso la incorporación del territorio a la administración romana, comenzando un proceso de romanización de la población y el desarrollo del comercio de mercancías lo que propicia el desarrollo de circuitos comerciales marítimos y terrestres. Lo que hace que hacia el año 30 d.C. se construya el primer camino importante hacia el interior con el nombre de Via regio VII Gemina ad Portium Blendium, teniendo como propósito, primero militar, luego comercial y finalmente administrativo. Sin duda es un tipo de calzada más propia para unir pequeños núcleos de población que para formar parte de una vía de largo recorrido diseñada con amplias miras.
Comenzamos a ascender por la calzada. El agua discurre en muchos de sus tramos como si caminásemos por un riachuelo, en algunos tramos el empedrado se encuentra más o menos bien, en otros bastante deteriorado, y en otros es barrizal. Las losas del citado empedrado resbalan exageradamente.
En menos de 1 km de ascensión por la calzada pasamos junto a un caserío. Otro km más adelante pasamos por un puente sobre la vía del ferrocarril.
Continuamos por la pista, ahora ya compactada en tierra, hasta llegar a la peculiar localidad de MEDIACONCHA (km 4,2 desde el inicio). Esta localidad se encuentra en un precioso paraje forestal, en mitad de la “concha o calzada”. Encontramos un conjunto de casas alineadas al borde la calzada romana, algunas en ruinas y otros muy bien reconstruidas y cuidadas.
Continuamos adelante, de frente, hacia el SW. Pasamos un vallado que hay que abrir y después cerrar. Nos vamos introduciendo por un bonito bosque mixto, de robles, hayas, avellanos y castaños.
Ahora hay que estar muy atentos al desvío. La pista sigue de frente internándose por el bosque. Pero nuestra ruta sigue hacia la izquierda por una senda que asciende hacia lo alto (ojo, nunca hay que descender).
Entramos en el tramo de la calzada mejor conservado. Pero de nuevo, hay que tener cuidado porque las lajas del empedrado resbalan furiosamente, sobre todo aquellas más pequeñas que han sido desgastadas por el roce de las ruedas de los carros, a lo largo de los siglos.
Ya casi en lo alto llegamos a una bifurcación, con dos vallas ganaderas. Tomamos la de la izquierda, como siempre abrimos y cerramos.
Ahora seguimos por un falso llano por un camino de tierra. Poco más adelante llegamos a SOMACONCHA, un lugar despoblado que aún conserva un par de casas tradicionales bien conservadas, junto a una ermita del S XVI, en la que destaca su portada sur con un arco de medio punto enmarcado por alfiz.
Tras avanzar unos 200 mts, llegamos a un cruce de caminos, donde encontramos un pequeño humilladero. Tomamos la pista hacia la izquierda que nos conduce hasta el Mirador de Peña Bustio. A la ida es todo subida, y por lo tanto a la vuelta todo bajada. El último tramo hay que hacerlo por el praderío y luego por una senda entre los tojos. Una vez en el mirador, las vistas son extraordinarias dada su elevación lo que nos permite contemplar una amplia y privilegiada panorámica de la Hoz del río Besaya, y de la principal red de comunicación establecida a través de los siglos entre Santander y la Meseta: el camino real borbónico, el ferrocarril Alar–Santander, la carretera N-611 y la autovía Cantabria-Meseta (A-67).
Regresamos hasta el cruce de caminos y tomamos dirección Sur.
Pasamos justo por encima de la boca Sur del túnel de la autovía y seguimos por una carretera asfaltada flanqueada por prados con ganado vacuno.
Llegamos al municipio de PESQUERA, que con 78 habitantes es el más pequeño de Cantabria, de gran valor ambiental y natural, está situado al inicio de las hoces del río Besaya, Pesquera ha sido y es lugar de paso obligado dadas las múltiples vías de comunicación que desde hace muchos siglos se han ido sucediendo hasta nuestros días.
Desde Pesquera seguimos por la carretera, hacia el SE, pasamos por debajo de la vía del ferrocarril y llegamos a la localidad de VENTORRILLO. Desde aquí tomamos dirección NE por la margen derecha del río Besaya hasta alcanzar la carretera N-611.
Continuamos por la carretera, no queda otra, a lo largo de 1,3 kms.
Aquí comienza realmente lo que queda del Camino Real Borbónico o camino real de las Hoces, al que accedemos por la otra margen de la carretera, por una pista que en principio, parece el acceso a una finca, nada más comenzar encontramos una puerta ganadera que hay que abrir y cerrar. Volvemos a continuar en ascensión.
Este camino, está catalogado como Bien de Interés Cultural, con categoría de Monumento, por Decreto 126/2005, de 14 de octubre. Se trata de un tramo del camino real de Reinosa a Santander, proyectado para facilitar el tránsito de cereales y lanas castellanas al puerto de Santander. Formaba parte de un plan más amplio elaborado en el siglo XVIII por el marqués de la Ensenada, ilustrado a las órdenes de Fernando VI, consistente en la construcción de una red de carreteras y canales navegables, con el fin de mejorar las comunicaciones, sustituyendo la antigua calzada romana, y así posibilitar la formación de un mercado nacional de productos agrícolas. Esta se convirtió en la principal vía de tránsito entre la Meseta y el Cantábrico, hasta la llegada del ferrocarril en 1866.
A partir de este punto el Camino se separa de la corriente fluvial y discurre a media altura por el flanco Este del desfiladero. El tramo inicial que presenta una pendiente moderada se encuentra en un estado de notable deterioro aunque enseguida se ensancha lo que permite pasear con mayor comodidad.
En unos pocos mts encontramos la Fuente del Rey que aún conserva grabadas las inscripciones que acreditan su origen. Hasta no hace mucho tiempo había en las proximidades de esta fuente un humilladero, actualmente desaparecido.
El camino se va haciendo cada vez más amplio y cómodo y tras pasar junto a una especie de mesa con un asiento de piedra nos encontramos el Arroyo de la Jurisdicción que nos señala el límite entre los municipios de Pesquera y Bárcena de Pie de Concha.
El camino discurre flanqueado por avellanos, algún haya y algún roble, así como acebos, tojos y helechos.
A medida que vamos ganando altura podemos contemplar el curso del río y la vegetación de su ribera. En los grandes paredones de roca que constituyen este agreste y espectacular relieve es fácil ver cómo se entremezclan gran diversidad de colores: blanco- amarillento, rojo, gris –verdoso, etc.
Seguimos caminado sin perder altura hasta la Peña Pea, perteneciente ya al municipio de Bárcena de Pie de Concha. Desde este lugar se contempla perfectamente el espectacular trazado del ferrocarril, con túneles, paredes artificiales de refuerzo y extraordinarios muros de contención. De igual manera, éste es un lugar privilegiado para observar los excelentes cortes producidos en los estratos de arenisca roja triásica que se intercalan con el arbolado autóctono creando un espacio de singular belleza.
A lo largo del recorrido es fácil observar los guardarruedas que jalonan el Camino en las zonas de terraplén, son unas piedras hincadas en el suelo cuya función era evitar que los carros deteriorasen las paredes y no se despeñasen. Llegamos a una bifurcación. El ramal de la derecha conduce a Pico Jano pero nuestro itinerario sigue de frente.
Tras una pronunciada curva y tras cruzar el arroyo, nos encontramos la hermosa Fuente o Cascada de la Regata . El camino sigue ahora a altura constante y después de atravesar una portilla canadiense e ignorar un desvío a la derecha, el descenso se hace ya más acusado y progresivo a la vez que nos vamos acercando a la carretera y al cauce del río. Al cabo de un rato y tras pasar por encima del túnel de la actual carretera nacional, llegamos a las primeras casas del pueblo de Bárcena de Pie de Concha.
Antes de llegar al lugar donde iniciamos la ruta pasamos junto a la iglesia románica de San Cosme y San Damián, construida en el S XII, algunos documentos la citan como monasterio de Cillaperriel. El templo es de una única nave la cual es una característica en el románico de la Comarca del Besaya, además de tener ábside semicircular y espadaña. El exterior sufrió a lo largo de los siglos diferentes e importantes remodelaciones, ya que se le añadieron las capillas laterales, una parte superior a la espadaña y una sacristía adosada al presbiterio, además de un pórtico. En el interior tiene un arco triunfal románico apoyado en capiteles tallados de leones afrontados y bolas con caperuza. Además alberga una imagen de la Virgen sedente con el Niño del siglo XIII. La iglesia contiene dos campanas mayores y una menor en la parte superior de las anteriores.

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