Barranco de Araca - Lomo Macho (Candelaria) E-1472

Atención:
- Esta excursión forma parte de un conjunto de tres excursiones por Candelaria, una es la subida a la montaña de Arguama por la arista delantera, y las otras dos son subidas por el lomo Macho, un lomo que empieza, aproximadamente, en el cementerio de Igueste de Candelaria
- Montaña Arguama (E-1468)
- Lomo Macho (E-1470)
- Barranco Araca - Lomo Macho (E-1472)

- Los tracks son orientativos, no uso gps durante las travesías

- Los tracks los compongo, a posteriori, con el Mapa Topográfico Integrado, también uso los mapas de openstreetmap.org, los del Instituto Geográfico Nacional y los de la editorial Alpina.

- Puede acceder a más excursiones en mi página web “El Aventurero Doméstico de Tenerife” en la dirección https://sites.google.com/view/adotf

• Excursión 1472. 16 Abril de 2023. Martes.
Barranco Araca. Lomo Macho
Municipio: Candelaria
De 15.30 a 19.07h. De 190 a 600 a 190m.
Distancia: 6,4km. Duración: 3h 37m

Tercer lunes consecutivo que voy a Igueste. Los dos anteriores han sido estupendos, el primero subiendo la montaña Arguama por la arista desde el canal Araya y el segundo subiendo el Lomo Macho desde el cementerio hasta el canal El Río-El Portezuelo. En este lunes vuelvo con poca tarea, teóricamente. Se trata sólo de recorrer un sendero (de unos 600 metros de longitud) que empieza por el cauce del barranco de Araca (Afirama) un poco antes del cementerio y que no tiene salida ni continuación.

Esta vez vengo en coche. No como las otras dos veces que vine en la guagua y empleé mucho tiempo en los retornos, sobre todo. Dejo el coche al principio de la calle Los Revolcaderos. Hoy está nublado, mejor, en las otras dos veces el calor fue muy intenso con cielos completamente despejados. Subo por la calle hacia el cementerio pasando al lado de las cuevas (a la derecha y arriba) donde a veces tienen cabras. Cruzo el cauce por un puente y me cuesta encontrar el principio del sendero. Como el cauce está completamente cubierto de rabo de gato pienso que puede estar en unas terrazas que hay a la izquierda, pero tras subirme a ellas no logro nada, todo está muy cubierto de vegetación, donde las pencas están desapareciendo por un hongo blanco, una buena noticia. Regreso al cauce y ahora sí me atrevo a ir por entre el rabo de gato y tentando el suelo voy avanzando hasta que poco a poco voy ganando seguridad, y sobre todo cuando el sendero sale por la izquierda del cauce y empieza a ir por encima de muros de terrazas.

Me impresiona como va ganando altura y verticalidad la pared del otro lado, con numerosas oquedades y diferentes texturas. El sendero no está del todo claro, pero se sigue bien por el puro borde de los muros, que son largos y en paralelo al cauce. También por aquí hay mucho rabo de gato. Tras unos dos o tres minutos el barranco se ensancha y el cauce hace una ligera curva a la izquierda. A la derecha y al fondo hay un salto sobre otra curva del barranco. Por la parte izquierda, en la ladera izquierda, se notan los muros de terrazas que cubrían toda esa extensión. Sigo yendo sobre muros, no muy lejos del cauce, y describiendo una gran curva hacia la derecha hasta llegar casi al cauce. Aquí el sendero va cuesta arriba por una zona de tierra suelta y separándose del cauce, que ya no veo. Va entre vegetación alta de balos y tabaibas. Tras subir unos veinte o treinta metros de desnivel llego a una esquina, la esquina de un vallecito interior. Pienso que ya se debe haber terminado el sendero que tenía marcado en el mapa de OSM, así que ahora ya se trata de ver si puedo seguir progresando y subir a la loma de la izquierda (Lomo Macho), por la que estuve el lunes anterior. Lo que veo ahora en este vallecito es una vegetación densa, pero con huecos y muros de terrazas semi ocultos por las plantas. Algunos muros tienen dos metros o más de altura. También aquí se plantaba. Veo que el vallecito termina en una loma transversal que sube suavemente o no tan suavemente hacia lo alto del Lomo Macho. Con determinación empiezo a atravesarlo con un plan: llegar a la loma transversal y subir por ahí. Tengo que ir avanzando y subiendo y buscando el sitio correcto para subir los muros que tienen algún punto donde es posible treparlos (y no parece que sea casualidad que haya piedras bien colocadas en determinados puntos de los muros). Así voy avanzando y logro llegar a la loma transversal y por ahí sigo subiendo. Todo está cubierto de plantas, pero no hay ni muchas pencas ni zarzas así que con paciencia puedo seguir subiendo. En la parte superior de la ladera por donde estoy subiendo hay una pared basáltica vertical que puede tener entre dos y cinco metros de altura, es claramente imposible de ascender, pero yo soy optimista y creo que hallaré una grieta, un resquicio, algo. Subo de lo más ocupado en ir moviéndome entre las plantas y las rocas y la tierra suelta. Apenas me puedo fijar en lo impresionante del barranco. Según me acerco a la pared basáltica voy viendo que hay una parte menos alta. Voy para allá y llego a una parte de tres o cuatro metros de alta con una grieta de bloques lisos. Me encaramo en uno usando las manos y los pies, y después quito una tabaiba seca que está en un hueco con tierra y tengo que ir subiendo apoyando mi espalda en una pared y los pies en otra, enfrente, y así, como reptando, pero en vertical logro pasar esta parte y después sigo trepando entre pencas secas y muertas y logro llegar a una mesetita en el Lomo Macho.

Me siento maravillosamente al llegar arriba y veo que es el único sitio por donde se podía subir, el resto de la pared basáltica es mucho más alta. Era el sitio. Aquí arriba enseguida reconozco el lugar. Es el extremo de una pequeña meseta donde la semana anterior estuve mirando el interior del barranco. Es increíble que lo haya conseguido. Cuando iba subiendo, sólo en determinados momentos, miraba hacia atrás para recordar por donde tendría que volver si no podía subir, pero llegó un momento en que ya solo miraba hacia arriba. Aquí arriba me relajo totalmente. Y ahora me voy hasta el borde de la meseta para ver si tengo mejores vistas de una cueva con puerta que hay en la pared de enfrente. Descubro que hay un sendero por la ladera que lleva hasta ella y que debe partir, aproximadamente, del sitio donde estuve antes en la subida, el sitio donde llegué cerca del cauce antes de empezar a subir. Esa cueva con puerta me fascina, por debajo tiene una escalera, parece que metálica, que baja por la pared vertical a otras dos pequeñas cuevas por debajo, y estas cuevas pueden estar a una distancia de quince o veinte metros sobre el cauce, casi en vertical. Y no sólo eso. Hay un sendero que continúa por la ladera, hacia arriba en el barranco, y llega a una zona más llana donde hay restos de muros de terrazas. Aquí debían venir los agricultores más pobres. A los sitios más arriscados. Desde luego que estoy tomando nota mental de todo para ver si vuelvo otro día e intento llegar a esas cuevas.

Por encima del borde superior de la pared de enfrente destacan las casas de Igueste, también hay pequeños huertos y algunos viñedos y cuevas accesibles cerca de la parte de arriba. El barranco en su parte superior es muy vertical y de basalto formando columnas. El día gris le quita fuerza a esta barbaridad de barranco. Afortunadamente el lunes anterior lo pude ver bien con mucho sol y claridad. El barranco se va cerrando hacia arriba donde hay un gran salto y una curva.

Me salgo de la meseta, donde hay una terraza con el borde en forma de arco, con el borde rematado de bloques de tosca. Ya conozco del otro día como moverme entre las jaras y las tabaibas y enseguida estoy en la arista de la loma y continúo subiendo. Hay varios tramos con grandes piedras por las que me subo sin saltar y llego a otra pequeña meseta con un canal seco. Lo sigo y después subo por una ladera terrosa hasta que llego a un canal (excursión 1258, 450m) que rodea un saliente basáltico vertical. Yo rodeo el saliente por la izquierda donde me gusta ver grandes orijamas. Son parecidas al incienso, pero con un volumen más grande y redondeado, con hojas alargadas, pequeñas, grises y ahora, después de la floración, tienen frutos redondos, esféricos, también de color gris. Abundan en esta zona. No las he visto en ningún otro sitio durante la subida. El otro lugar donde las he visto ha sido en las laderas de Teno. A partir del canal hay un cambio drástico de la vegetación. Después de rodear el saliente vertical de basalto llego a otro canal (Araya), lo cruzo y subo lo más directamente que puedo a la arista de la loma, cubierta de pinocha. A partir de aquí domina el pinar y casi la única planta que crece en el sotobosque es la jara, con algo de amagante. La jara está en flor, pequeñas flores blancas de pocos pétalos, y muy aromática. Es lo que le da el carácter a este bosque.

El lunes anterior seguí subiendo por la arista de la loma, pero hoy me tienta un sendero que parece existir y que va hacia la derecha. Llanea en dos o tres tramos y me parece que puedo llegar en poco tiempo (qué iluso) al sendero empedrado que baja de esta loma hacia el cauce del barranco. En unos dos o tres minutos paso al lado de dos hermosos almácigos, con sus hojas nuevas pequeñas y relucientes. Y sigo avanzando por el borde de las terrazas, pero no tarda mucho en hacerse muy confuso y tengo que ir subiendo de terraza en terraza entre jaras, de aspecto seco. Las vistas hacia el cauce y el interior del barranco son espectaculares. Abajo, en el cauce, veo una montañita de grava gris, (debe proceder del interior de una galería que hay ahí abajo, Galería Río de Igueste). Un poco más arriba puedo ver la tubería que sube desde el cauce por donde subí en la excursión 1258 (una de mis mejores excursiones). Hoy podría haber ido por ahí, pero entre el temor del sitio y el deseo de hacer cosas nuevas lo he evitado. Por debajo son todo abismos y por encima las casas le quitan dramatismo al barranco. Un poco más adelante empiezo a seguir un senderillo fino, un sendero de cabras. Oigo algunos balidos de cabras. Es un sendero bien transitado que va ascendiendo por el borde del barranco de terraza en terraza (toda esta zona se cultivó antaño, ahora los pinos las cubren). Tengo incluso que ascender por un peligroso desprendimiento de tierras donde las piedras y la tierra están sueltas y tengo que moverme con agilidad para evitar que toda la pared se venga abajo. Se me empieza a hacer largo este supuesto atajo. Pero ya no hay vuelta atrás. Sigo y sigo y me da tranquilidad ir por el senderillo de las cabras hasta que por fin en una parte más llana confluyo con el sendero empedrado. (Después puedo calcular que he tenido que recorre casi un km y ascender unos 150 metros de desnivel para llegar al sendero empedrado).

Bajo por el camino que está muy erosionado, debe ser cosa de las cabras, hay un gran rebaño al otro lado que a medida que bajo hacia el cauce ya me empiezan a huir y se meten al cauce. Cuando cruzo el cauce del barranco, paso al otro lado y empiezo a subir al lado de un canal ya se han alejado mucho de mí, pero todavía oigo llamadas y contra llamadas de tonos graves y agudos, entre madres y crías, me imagino. El sendero al lado del canal (seco) es cómodo y me lleva a una calle con fincas y después a la carretera (La Cuestita) que baja hacia Igueste.

Después de la prueba de subir al Lomo Macho y el largo rodeo por el borde del barranco ahora ya estoy más que amortizado y bajo todo tranquilo por esta calle de fuerte pendiente en algunos tramos. Tras una curva hay una bifurcación llana (Jiménez) y después sigo bajando a la derecha. Me relleno la botella de agua en la fuente que hay al principio de la calle Reverendo Padre Simón. Está bajo unos grandes laureles de Indias. Parece que viene de la galería Río de Igueste. Más y más relajado ahora bajo por la parte de pendiente más asombrosa hasta una zona más llana con más casas y una iglesia. Y después sigo por el trazado de la carretera antigua (Esteban Coello, Maja, Ajoreña) que describe muchas curvas (no voy por el atajo de la calle Antonio García Pérez). La parte que más me gusta es la de la calle Baja donde hay vistas hacia la izquierda, hacia los riscos marrones y rojizos que llegan hasta la carretera general por encima de la central de Las Caletillas. Es una zona fantástica de terreno intocado, intocable y muy arriscado. Después continúo hasta la plaza donde está el lagar y me meto a la derecha por la calle Revolcaderos donde dejé el coche.

Que haya vuelto por tercer lunes consecutivo y haya hecho una excursión tan fantástica como esta me parece totalmente milagroso. ¿qué más puedo pedir?