Barranco de Azuaje desde San Andrés

Ruta fácil y de gran variedad paisajística a pesar de que discurre en el interior de un barranco. Sólo la parte final se complica un poco debido a una mezcla de vegetación, agua y rocas resbaladizas y algún paso que requiere algo de habilidad.
Comenzamos en la desembocadura del barranco, en San Andrés, donde hay sitio para dejar el vehículo.
Arrancamos ya desde el mismo cauce del barranco y enseguida llegamos a una especie de campo de fútbol abandonado (foto 1) que debemos atravesar, tomando ya un ancho camino que discurre barranco arriba, primero entre fincas y plantaciones y que se torna un poco más frondoso y salvaje algo más arriba (foto 2).
Llegamos a un lugar donde el barranco se transforma en sendero y una señal nos orienta por el camino correcto. A partir de aquí desparecen las fincas y en breve se torna más árido, pareciendo un barranco de los muchos que hay en el sur de la isla.
Tras un trecho llegamos a una curva y, tras pasarla, llegamos a una especie de vega con fincas y palmeras, lugar donde el silencio sólo es roto por el croar de las ranas.
Aquí la senda abandona momentáneamente el fondo del barranco para atravesar el lugar a media ladera de manera casi inverosímil.
La parada a contemplar el lugar es aquí casi inevitable (foto 3).
Superamos estas dos fincas y, partir de ahora el barranco vuelve a cambiar: se hace más húmedo y volvemos a toparnos por un camino ancho por el que circula algún coche de los agricultores de la zona, hasta que cruzamos bajo la carretera Firgas – Moya y llegamos a los restos del antiguo balneario.
A partir de aquí el agua está presente en todo momento, el barranco corre sin obstáculos entre una vegetación más propia del norte de España y un refrescante olor a tierra húmeda (fotos 4, 5 y 6).
Aquí la senda se vuelve algo más complicada, más resbaladiza, con algunos pasos donde es fácil dar un traspié, pero es sin duda el tramo más bello.
Llegando casi al final, donde este barranco toma el nombre de Barranco de la Virgen, hay un par de pasos equipados con cuerda para poder superarlos, en el segundo de los cuales di la vuelta, debido al atasco de personas que allí había y a que el cielo amenazaba con descargar agua (como más tarde ocurrió) y la zona no es muy apta para recorrerla lloviendo.
Vuelta por el camino de ida.