Barranco de Baldellou y Cuevas de Salga

La excursión tiene su inicio justo a la entrada de la pequeña población de Baldellou (Huesca), donde dejaré aparcado el vehículo.

09,15 h. Inicio la jornada siguiendo una pista de tierra señalizada Gr-23 y Congost de Baldellou. La ruta no tiene pérdida, está perfectamente señalizada en todos los cruces y apenas tiene desnivel.

09,45 h: Llego a un pequeño arco de piedra (parte de un acueducto), que es por donde nos introduciremos en este corto aunque bonito tajo. Se trata del Barranc del Molí del Pubill en la que el agua es la protagonista.

Justo antes de llegar al pequeño pantano ,que regula las aguas del barranco, hay un discreto y corto desvío. Si tenemos suerte y el agua rebosa la presa (difícil distinguirla de la vegetación), podremos admirar una bonita cascada.

10,20 h: Enlace con la carretera A-2218. Recorrer el congosto apenas me ha llevado media hora, pero se disfruta mucho, ya que el entorno es de una gran belleza.

De regreso al pueblo me desvío unos minutos para ir a visitar la ermita de Vilavella.

11,50 h: De nuevo en Baldellou, junto a una especie de Menhir, subo por una empinada calle y encuentro señalización del Sendero Local 21, que lleva a las cuevas de Salga y la ermita de Santa Ana. Como es temprano, hace un día radiante y los campos de cereal están de un verde espectacular, decido ir a explorar el terreno.

De nuevo el sendero está perfectamente señalizado, todos los cruces tienen indicaciones, además de las balizas verdes y blancas del SL que iremos encontrando cada pocos minutos.

12,50 h. Llego a las Cuevas de Salga. La trepada hasta la pequeña cueva es muy empinada y está equipada con cable de vida y tramos de cadena. Si se está acostumbrado a evolucionar en vía ferrata no presenta mayores problemas (no sería necesaria equipación), pero es posible que tire para atrás a más de uno. Realmente apenas merece el esfuerzo ya que la cueva no tiene recorrido y las bocas gemelas no son accesibles (o al menos, yo no supe encontrarlos).

De regreso al pueblo, para variar el recorrido, sigo una pista señalizada Teuleria (Tejería), a la que llego en pocos minutos. El horno en que cocían la arcilla se conserva en bastante buen estado y permite hacerse una idea.

La pista termina abruptamente en un campo de cereal, pero al bordearlo unos cincuenta metros, aparece primero una tenue senda y poco después vuelve a formarse la pista, que lleva justo a las afueras de Baldellou.

Tan solo me queda caminar por las calles de la pequeña localidad durante unos pocos minutos para llegar al aparcamiento cuando son las 14,35 h.

EN RESUMEN: Excursión matinal a un paraje que vale la pena visitar, tanto por su fácil recorrido como por el entorno.

La visita al congosto apenas dura unas dos horas, pero el valle en que se aloja Baldellou es muy bonito y si se dispone de tiempo y el día acompaña (fuera de los rigores del verano), vale la pena alargarla a cualquiera de los posibles destinos que ofrece y disfrutar de unos paisajes agrestes y solitarios pero amables con el viajero.

Pongo dificultad moderada por la subida a la cueva, si se prescinde de la trepada, la actividad es muy fácil.