Barranco de El Cohón - Papagayo 20062021

De nuevo acompaña los chicos de Nacho por esta zona de Papagayo a la que me acerco poco. Esta vez la andadura transcurrió por uno de los barrancos que parte de la zona de Los Ajaches y que va zigzagueando por la ladera del Ajache Chico para desaguar en El Cohón.
Partimos desde la última zona con viviendas de Playa Blanca, en las inmediaciones del Hotel Sandos Papagao. Allí se quedaron los coches y nosotros nos fuimos en dirección a la ladera del Ajache Chico. El terreno es árido y el sol nos quiso un poco y nos castigo menos. Nos fuimos a Las Majadas, allí ya se contemplan algunas de las zonas donde se extraían las piedras para labrar las Pilas para filtrar el agua o destiladeras.
Seguimos la andadura hasta el lugar mas próximo al naciente del barranco, allí pudimos observar como abundaban los abrevaderos para que el ganado que pastaba en la zona tuviera agua para su uso. En apenas unos metros cercanos al inicio del barranco pudimos observar hasta tres, lo que da idea del uso expansivo para el ganado de la zona.
Una vez localizado el barranco nos fuimos por él en descenso pausado.
Comenzamos en una especie de estanque para el agua en el que se apreciaba claramente los abrevaderos para el ganado y un poco después nos encontramos con una chocita elaborada con la piedra arenisca de las pilas. Casi todo el comienzo del descenso estaba dominado por esta piedra, según se cuenta provienen de las arenas de una antigua playa que fue cubierta por las lavas hace incluso algunos millones de años. La geología de la zona es al menos curiosa, en las laderas se ve claramente las diferentes capas que poco a poco, y con el transcurrir del tiempo, fueron cubriéndolas: arenas, sedimentos y lavas; casi un matahambre de los que comprábamos en la dulcería La Salud.
Pasado el tramo del barranco se alcanza la zona de expansión del barranco, allí confluyen los caminos que vienen de casi todas partes, básicamente de Playa Quemada, de Las Casitas y Femés.
Siguiendo por el cauce llegamos a la desembocadura, una pequeña calita de arena negra, lugar perfecto para el abituallamiento.
Cumplimentado el recorrido por el barranco iniciamos el retorno, nos fuimos reandando por el cauce hasta alcanzar el camino con el que ya nos habíamos cruzado. Por él seguimos, ya en dirección Playa Blanca, y alcanzamos la zona de La Torreta. Visitamos los corrales para las cabras de aquel entonces en el que se organizaban por la zona “las apañadas” y continuamos el camino hasta llegar de nuevo al aparcamiento donde habíamos dejado los coches.