Barranco de Igoroin y sus cascadas, pasando por los montes de Iturrieta

Fría mañana, muy fría, helada.

Habían avisado, pero aún así uno no pensaba que pudiese bajar tanto la temperatura en realidad, llegando hasta -8.

No fue más que una anécdota ya que iba con toda la ropa de invierno, y el frió no fue ningún problema. El paisaje helado era maravilloso.

El objetivo de esta ruta es conocer el barranco de Igoroin, y como eso se me hacia algo corto, aproveché para conocer también los cercanos montes de Iturrieta.

Aparco en Musitu, y salgo directo hacia los montes de Iturrieta por la pista. En el camino veo muchos buitres, demasiados, y es que poco más adelante descubro el místerio, que no es otro que hay un comedero pegado al camino, llamado Analamendi.

Poco a poco llego a la cima de Puerto Blanco, y desde ahí sigo todo el cordal enlazando cima con cima: Santa Elena, Soil, San Juan.
Estos montes de Iturrieta no son de gran altura ni dificultad, por lo que recorrerlos no supone demasiado esfuerzo para cualquier montañero.

Desde San Juan comienzo la bajada hacia el pueblo de Erroeta, que una vez superado, me lleva al borde del verdadero objetivo del día: El barranco de Igoroin.

Recorro el barranco por el borde hacia el este buscando el acceso para entrar en él. Nada más entrar me encuentro la primera cascada, una cueva con cascada que permite caminar por detrás del agua cayendo. Imprescindible.

Sigo adentrándome en el barranco, siempre hacia abajo, viendo cascadas desde la altura, a media ladera.

Una vez abajo, me desvío para coger el camino que recorre el barranco por del fondo hacia el este, intentando ver las cascadas que he visto desde la altura, pero ahora desde su base. Consigo llegar a la primera, pero no a la segunda.

El camino a la segunda cascada requiere de una trepada muy fácil, de algo menos de un metro, pero la roca completamente helada, con carámbanos de 1 metro de largo, no da opción. Me agarré donde me agarré resbaló inmediatamente. Una gran frustración. Normalmente sería algo apto para cualquiera.

Y es que dentro del barranco hay una umbría permanente en invierno, y este día en concreto la temperatura es de varios grados bajo cero. Dentro del barranco, en la zona de sombra, hay 10 grados menos que en la zona de sol.

Vuelvo por mis pasos, y en el camino por el interior del barranco hacia Musitu, se pueden ver las ruinas del antiguo pueblo de Igoroin, del que solo quedan una ruinas y su molino, en un estado de conservación aceptable. Unos carteles informativos explican la historia del pueblo y su molino.

Para terminar, se sube una última cuesta para salir del barranco y volver de nuevo a Musitu, y fin de la ruta.

Recomendada para toda la familia. Se puede evitar hacer los montes de Iturrieta y recorrer solo el barranco de adelante a atrás, que por sí solo merece la pena.

Nos vemos por el monte!