Barranco de Malinfierno, Haza del Aguadero, Malascamas y Loma de Enmedio (Sierra Tejeda)

Amplio trazado circular que nos llevará por algunos de los parajes que esconde el macizo de Sierra Tejeda. Esta vez sobre los barrancos y cumbres que sirven de nexo hacia la vecina Sierra de Almijara, caminaremos por el barranco de Malinfierno, la hoya de la Haza del Aguadero, la cuerda y cumbre del cerro Malascamas (1.792m) y la Loma de Enmedio. Nos movemos dentro del Parque Natural de las Sierras de Alhama, Tejeda y Almijara, sierras fronterizas entre las provincias de Málaga y Granada.

Desde las inmediaciones del Cortijo del Robledal Bajo y Venta Palma, recorremos los caminos y veredas a la Umbría de los Moriscos hasta enlazar con el cauce pedregoso del Barranco de Malinfierno a la altura del Cortijo de los Nacimientos.
Remontamos la sierra inmersos en el impresionante Barranco de Malinfierno, nacedero del río Alhama que se pierde entre cerros camino a la vaga de poniente granadina.
Aquí, la intermitente vereda que remonta la cañada nos deja en el paraje de la Haza del Aguadero, lugar desde donde atacamos la arista del cerro Malascamas de este a oeste.
El cierre, tras rodear la cabecera del Barranco de las Piletas, lo llevamos a cabo sobre la senda que pierde altura de mano de la Loma de Enmedio hasta tocar fondo en el Barranco del Cerezal, ya próximos al punto de partida.

Con unos días de primeros de año de muy bajas temperaturas disfrutamos de buena parte de nuestras sierras orientales parcialmente nevadas, sobre todo en su flanco norte. Por ello nos encontraremos el camino de la Umbría de los Moriscos helado y la cara norte de la cuerda de Malascamas cubierta de una modesta capa de nieve, que en ningún momento complicará nuestro avance.
La complejidad del trazado, a parte de la distancia a superar en la corta jornada invernal, la tenemos en la zona de la cuerda y descenso de Malascamas, nada particular a tener en cuenta para personas acostumbradas a caminar por el monte fuera de pista.

En esta ocasión dejamos el coche en el camino del Robledal, poco antes de vadear el arroyo del Cerezal, donde podemos acceder con un turismo sin problema. Desde este punto en adelante se complicaría el acceso con un turismo, pero marcamos nuestro punto de partida desde donde podremos completar un trazado circular.

La primera parte del recorrido resulta amena y muy cómoda, ya que nos dedicamos a enlazar las vías rurales a la Umbría de los Moriscos, caminando sobre los límites de la sierra allí donde se da la mano con las tierras de labor que caen sobre Alhama.
Nada mas comenzar la marcha dejamos de lado el Cortijo de Robledal Alto, vadeamos el arroyo del Cerezal y pasamos junto la casona de Venta Palma, por delante una buena tirada de camino forestal sin apenas desnivel.

Caminamos en dirección al cortijo ganadero de Los Nacimientos, punto de inflexión de nuestro recorrido cuando nos acercamos al cauce pedregoso del arroyo de Malinfierno, aguas abajo dará aporte al naciente río Alhama.
De momento nos situamos en la toma de agua del río Alhama, aunque tenemos la intención de comenzar en este punto a caminar sobre el lecho seco, el matorral nos hace desistir de momento y reculamos para avanzar un poco más por el carril paralelo.

Tras dejar atrás una cancela volvemos al cauce, ahora si, continuaremos el paso sobre el pedregal del cauce que se adentra rápidamente en el barranco.
El barranco se abre y paralelo a nuestra izquierda se adentra la vereda hacia el Haza del Aguadero que recorre en ascenso el alargado cañón de Malinfierno. Aunque en buena parte del recorrido su trazado se mantiene como antaño, en otras se ha visto arrebatado por el torrente en las crecidas del arroyo, aunque el avance resulta siempre evidente en ascenso junto al arroyo.

Largo y magnífico remonte que nos deja en un paraje no menos espectacular, el lugar del cortijo del Haza del Aguadero, donde persisten los restos de sus construcciones y bancales.
Encajonado entre las lomas de la Chapa y Malascamas, a la umbría de la cuerda del Navazo, servía de paso sobre la sierra hacia el sur, encarando su descenso hacia Sedella y Cómpeta.

Nosotros viramos a poniente por la vereda que asciende al collado que une Malascamas y Cerro Albucaz.
Ya tenemos a nuestra derecha toda la cuerda este del cerro Malascamas que recorreremos en ascenso. Siendo esta nuestra intención, llegados a una encrucijada tomaremos la que vuelve a llevarnos al este a fin de enlazar con la cuerda cuando nuestra senda ataje sobre ella hacia la umbría.

Las jornadas invernales de días anteriores nos brindan un recorrido sobre la arista con un pintoresco manto de nieve en el flanco norte, haciendo más entretenido si cabe el avance por la dorsal que nos lleva hasta el vértice del Cerro Malascamas.
Con las magníficas vista a Sierra Tejeda, fijamos nuestro rumbo al este, al collado bajo el Cerro Santiago y que nos servirá de nexo para el descenso sobre la Loma de Enmedio.

Antes tendremos que descender por la directa al sur, buscando el paso por terreno suelto hasta enlazar con la vereda que hemos adivinado a faldas del Cerro Albucaz.
Cómoda senda a nivel, y aunque en algunos tramos está invadida por matorral, no tendremos contratiempos para rodear la cabecera del arroyo de las Piletas y dar los primeros pasos sobre la Loma de Enmedio.

Prestamos atención a nuestros primeros metros de descenso hasta localizar la escueta senda que nos ayudará a recorrer la loma en descenso. Una vez caminamos por la trocha se acomoda la marcha, siendo en esta primera parte con un desnivel suave dejando a nuestra derecha la serie de cerrillos que dibujan la loma.

Según vamos avanzando la pendiente se acentúa para encarar con un último y acusado descenso la vuelta a las inmediaciones de Venta Palma.
Para no volver sobre nuestros pasos de la mañana nos decidimos a variar el cierre por el flanco apuesto del arroyo del Cerezal. Primero tenemos que buscar el vado del arroyo, amurallado por zarzas, para después remontar unos metros hasta enlazar con el camino que nos lleva de vuelta a nuestro punto de partida.

Nos vemos en las montañas.