Barranco de San Juan- Cucaracha-puente del Real - Cortijo Hornillo- Vuelta

Tiempo: Unas 8 horas.
Distancia: 24 km aproximadamente.
Material: De senderismo, bastones y buen calzado salvo que haya nieve, lo que no es habitual.
Temporada: Todo el año. En verano evitar días muy calurosos.
Agua muy abundante en primavera.

Sin duda, para mí la mejor ruta de medio montaña de toda Sierra Nevada. Visitamos toda la cabecera del Genil con las vistas más impresionantes de las grandes cumbres...Veleta, Veta Grande , Puntal de la Caldera, Mulhacen, Alcazaba...
Por ello es conveniente hacer esta ruta cuando estén nevados.


Alguien en mi niñez decía que todos los caminos llevan a Güejar Sierra, es la puerta de entrada al valle que lleva a las cumbres más emblemáticas de Sierra Nevada por su parte más abrupta y espectacular.
En mi juventud infinidad de veces cogí el autobús a ese pueblo que salía de Granada desde el paseo de la Bomba, ya con la ventaja de tener vehículo y poder acercarse hasta el aparcamiento del Barranco de San Juan a unos seis kilómetros pasados el pueblo.
Carlos , mi gran amigo de la carrera pasó a recogerme pasadas las nueve de la mañana tras dejar al más peque en el cole, junto a él venía Jose, compañero de trabajo y Nala, la inquieta perra de Carlos.
Los diecisiete kilómetros a Güejar- Sierra han cambiado poco en estos casi veinte años que hace que no venía a esta zona, pero el pueblo se ve más cuidado y embellecido, todavía recuerdo el olor de las tortas de chocolate que comprábamos junto al pan, en la panadería de leña de la plaza al comienzo de cada ruta...
Llegamos por el estrecho barranco al aparcamiento,día primaveral, sorprendentes 16 grados marca el coche, cuando para mañana predicen ola de frío,suerte hemos tenido, y sobre las diez y poco estábamos cruzando el puente para empezar las primeras rampas de la vereda de la estrella, que se adentra en el margen derecho del río Genil y durante unos 12 km serpentea por el profundo barranco hasta llegar a Cueva Secreta, mítico paraje, lugar de pernocta para subir al Mulhacén, al Veleta, a Laguna Grande, tantos pasos andados por estos caminos, tantos recuerdos...
Bajo el diluvio de los recuerdos de las aventuras de juventud, muchas compartidas con mi amigo Carlos, vamos progresando por la vereda,cuyo nombre debe a unas minas junto al río Guarnón. Nos topamos con el abuelo, mítico castaño, observador permanente de nuestro paso con los años, del halo del tiempo que nos deja más huella a nosotros que a él.
Llegamos junto al Vadillo, bajaremos para pasar el puente del Burro y subir el Calvario, o cuesta de los presidiarios, que hacían los condenados a Galeras en su camino a Almería para ser embarcados...,entendemos perfectamente el nombre, entre cipreses y pinos la cuesta se agarra a tus piernas y te hace jadear, ascendemos y vemos cada vez más lejano la vereda de la estrella, estrellada a nuestros pies junto al río, que ruge y brama en sonido de fondo.
Llegamos al refugio de La Cucaracha, blanco, cilíndrico y bien cuidado con literas de madera, los tiempos cambian y para bien, en estos parajes..., aquí con quince años hice mi primera acampada en Sierra Nevada, aquella en la que subimos abrazados a enormes tiendas de campañas canadienses, aquella en la que Javi, tras subir toda la cuesta sudoroso sin decir palabra, a las cinco de la tarde se sentó bajo un pino y dijo que no podía dar un paso más, y al intentar levantar su mochila, apenas podíamos entre dos..., llevaba vajilla de cristal, cubiertos de metal y una bolsa de papas crudas para asar, nunca más volvió al monte.
En la cucaracha paramos un momento a disfrutar de las impresionantes vistas a la Alcazaba tomando un tente pie , y de frente al otro lado del valle,el río Guarnón en su caída estrepitosa desde el Veleta ruge furioso en sordo clamor, y vemos en la lejanía a la derecha del Guarnón y algo más alto que nosotros, el cortijo del Hornillo...,que visitaremos esta tarde, tendremos que volver a bajar los subido y volver a subir por la otra ladera del Genil...
Seguimos la vereda entre fotos, cerramos la puerta del cercado antivacas, y quedamos impresionados de las completas vistas a las alturas Nevadas de la madre de mis montañas...
Nos topamos con el Refugio del Aceral,siempre con nuestra retina cubierta de cumbres inmaculadas ,escarpadas de abismos y sueños..., bañadas de sol, viento y azul etéreo....,recuerdo que perdura en mis pupilas sin permuta.
Cruzamos el arroyo del barranco del Aceral, bebemos un poco y saludamos a un trío de andadores en sentido contrario, el día es inmenso...
Bajaremos de nuevo, siguiendo el margen derecho del Barranco de Lucía, desde aquí parece que podemos tocar el Mulhacén y la Alcazaba, y a sus pies desplomados los valles del Valdecasillas y del Valdeinfierno, corazón de Sierra Nevada y madre líquida del Genil.
Estamos abajo en en el río, aquí se llama el Real tras fundirse los arroyos del Valdeinfierno y de Valdecasillas, su nombre de Genil lo tomará cuando se le una el Guarnón que baja del Corral del Veleta, cruzamos el puente de este nombre, construido recientemente y nos sentamos a la sombra a tomarnos el bocadillo, son cerca de las tres y nos queda una gran cuesta para subir al Hornillo.
No llegaremos hasta Cueva Secreta, aunque está cerca, tenemos todavía doce kms de vuelta, descendemos por la vereda de la estrella, nos topamos con las minas de la Justicia, seguimos, Nala ya no corretea con tanta intensidad y se queda quieta posando en las fotos...,pasamos el puente sobre el Guarnón y vemos a lo lejos el Corral del Veleta colgando del azul celeste, llegamos a las famosas minas de la estrella y tras pasarlas nos encontramos señalizada con postes, la vereda que sube al Hornillo, esto ha cambiado mucho, en mis tiempos las veredas eran veredillas y los GPS eran mapas del ejército sin caminos marcados y que el viento no te dejaba desplegar cuando más falta te hacían...
La subida serpentea entre un bosque melojar, el bocadillo pesa un poco, y se va notando que pica el sol...,nos echamos más crema,vamos tomando de nuevo altura casi trescientos metros de desnivel tiene esta última cuesta, empezamos a ver la imagen emblemática de Sierra Nevada, la que aparece en posters y anuncios, con el Alcazaba y el Mulhacén presumiendo de sus abismos...
Allí en el Hornillo, nos paramos a deleitarnos una y otra vez, el cortijo está restaurado y cuidado, muy diferente de cuando estuve aquí la última vez hace veinte años...
La vuelta ya cuesta abajo, vamos sorteando diferentes carteles que llevan a otros parajes conocidos, siempre hacia la Hortichuela que es casi el final de la jornada.
Nos encontramos unos prados de rocas con vistas a las cumbres, donde Nala corretea un poco a las ovejas,... no se cansa la perra.
Sorpresivamente nos encontramos en las canteras de serpentina del Barranco del San Juan, donde vine en mis primeras excursiones de adolescente buscando asbesto, crisótilo y otros tesoros mineralógicos de mi juventud.
Vamos por una pista ancha y plana, que no recuerdo de antes, pero no estamos perdidos, hemos seguido seguimos carteles y señales, en una curva tomamos una senda que nos llevará de nuevo en poco rato a la vereda de la estrella.
La Estrella desciende en el estrecho valle de vuelta al coche,donde llegamos cerca de las seis y media...en ocho horas de ruta.
Volvimos buscando un chiringuito de barranco abierto para la cervecita final, y en el Maitena nos paramos a ello, buena jornada de senderismo y recuerdos en compañía de dos buenos amigos y una amiga.