BARRANCO DE VINAMAR - PICO DE LA ZARZA

Tiempo en movimiento: 4 h 36'.

Justo antes de llegar a Morro Jable hemos de desviarnos hacia una urbanización y un campo de golf, aparcando nosotros junto a él.

Ya a pie tomamos un sendero que lo bordea y que lo deja pronto atrás. Existe un pequeño diseminado de chozas que dan entrada al barranco; aquí deambulamos por un carril que se hace pronto sendero. El sendero es evidente entre cantos, es muy llevadero y deja el lecho del barranco a nuestra derecha.

Hemos de estar atentos a una bifurcación: Han puesto una hilera de piedras para que no se siga de frente. Aquí hemos de cruzar el barranco por un sendero nada perceptible en su lecho; hay algún que otro hito que nos ayuda. Una vez en el otro lado del barranco el sendero comienza a evidenciarse. A veces se difumina, pero los hitos nos ayudan y también su construcción, ya que está reforzado en muchos puntos por un murete de mampostería. Vamos a ascender progresivamente por él en zigzag a la loma donde esté el sendero de pequeño recorrido que nos va a conducir a la cumbre de Fuerteventura.

Llegados a la loma sólo tenemos que seguir las marcas, primero por ancho camino y, por último, por postrer sendero.

Cuando yo llegué arriba, lloviznaba y había una densa niebla. Barruntaba que las vistas desde la cima iban a ser más que espectaculares, así que me "cobijé" durante un rato sentado junto a una de las paredes de una casetilla cercana. Tuve suerte de que la lluvia era sesgada, así que no me estuve mojando en la espera. Mi decisión fue acertadísima, porque al disiparse la niebla obtuve uno de mis mejores regalos montañeros, pues las vistas son de las mejores que nunca obtuve.

Tras el largo éxtasis de contemplación cimera tenemos que desandar hasta donde dejamos el sendero y continuar ahora por el ancho camino, camino que hemos de abandonar en la localización que marqué. Ahora viene la única pequeña complicación de la jornada, y es que tenemos que descender monte traviesa por terreno algo resbaladizo hasta una torreta de electricidad. Una vez llegados a ella sólo tenemos que caminar por su camino de servicio, camino que nos deja muy cerca de nuestro vehículo.