Barranco del Infierno, Estrecho del Sapo, en Librilla. Ruta fácil y directa.

Ruta/paseo para ver lo más interesante del Barranco del Infierno. Aunque en la aplicación aparece como circular, realmente, es lineal y se va y vuelve por el mismo sitio. Sí se tiene más tiempo (menos de tres horas) aconsejo hacer la ruta que, en sentido contrario, nos hará disfrutar de la mejor parte de la Rambla de Librilla para terminar en este estrecho del Sapo. Bastante más completa y circular, habrá valido la pena el poco tiempo más que ocupamos.
Este es el track:
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/barranco-del-infierno-por-rambla-de-librilla-con-final-en-el-singular-estrecho-del-sapo-breve-y-esp-90813482.
Con esta versión corta que nos ocupa ahora, en más o menos una hora, con pausas para admirar tanto el increíble Estrecho del Sapo como la fantástica zona donde se pueden ver las caprichosas formas que la naturaleza da a las paredes de la rambla, habremos disfrutado de un paisaje a medio camino entre un fondo marino, un paisaje de historia de ciencia-ficción o un entorno de un cuento fantástico. Podemos ver chimeneas de hadas, tubos de órganos musicales, muros y torres de fortalezas, banderas al viento y lo que dé nuestra imaginación. Entre las margas y los yesos, la naturaleza nos enseña de lo que fue capaz de hacer hace cinco millones y medio de años y que hoy podemos disfrutar como uno de los rincones más bellos y espectaculares de la Región de Murcia. Me quedo con las ganas (ya lo haré con mejor temperatura) de visitar todo esto una noche de luna llena.

Antes de leer el detalle de la ruta lee este aviso de exención de responsabilidad:
"Las rutas que subo aquí sólo son un relato de mis salidas al monte con el fin de que me sirva de referencia para próximas ocasiones. Con la dificultad y características que tienen para mí, mis condiciones físicas y mi experiencia por el monte. No es una guía fidedigna de senderismo con un track ultraexacto (utilizo un simple smartphone y a veces la cobertura del GPS no es exacta) por lo que si alguien decide seguir mis tracks o indicaciones (no sólo no me opongo a su uso sino que estoy disponible para cualquier consulta) debe tener claro y asumir que es responsabilidad exclusivamente suya. Que la percepción de dificultad y/o riesgo es muy subjetiva, no es igual para todo el mundo y que lo que para uno es monte, otro puede ver rastros de senderos. No fiarse sólo de mis tracks. Leerlos antes teniendo en cuenta que detallan mi percepción de la ruta que puede ser muy diferente para otros. Las rutas hay que prepararlas y revisarlas antes de salir. A tu disposición.
Y, un ruego final. No estropees la naturaleza. Déjala como la encuentras. Respétala. No es nuestra. Nosotros somos de ella."

La ruta es fácil, muy fácil. Y corta, muy corta. Se cruza la carretera desde la zona donde hemos aparcado para tomar un sendero fácil y bien marcado. Al poco tiempo, comenzamos a bajar por el ramblizo de las rocas de yeso, donde no paramos de ver rocas y trozos de yeso natural. Habrá quien piense que es cuarzo pero es yeso. Saber identificar rápido y fácil si es yeso o cuarzo lo explico en el siguiente vídeo:

https://youtu.be/TU107G3xLlg

El ramblizo es la parte más complicada de la ruta por la tierra suelta que tiene que, combinada con la pendiente, nos exige atención. Con calzado de suela con dibujo bien marcado y unos bastones la dificultad, prácticamente, desaparece.
Una vez terminado el ramblizo enfilamos, a la izquierda y entre paredes de margas repletas de relucientes trozos de rocas de yeso, el Barranco del Infierno. En un momento nos encontramos, de repente, metidos entre las paredes del Estrecho del Sapo. Aunque el recorrido del estrecho no es muy largo, su disfrute requiere de un buen rato de observación y, sobre todo, admiración. Magníficas láminas de yeso que, depende de si les da el Sol o no, tienen brillos dorados o plateados. Atención al suelo. Casi siempre tiene barro y, si ha llovido con cierta intensidad, se creará una charca/barrizal que imposibilitará su visita. Después de esas lluvias, tendremos que esperar, al menos, tres o cuatro semanas para poder acceder al estrecho. Y, aún así, seguirá teniendo barro.
Cuando terminamos el estrecho, apenas 100 metros más adelante, la zona se abre como si fuese una plaza o explanada donde volveremos a maravillarnos. Esta vez, las formaciones ocasionadas por la erosión en las margas dejan esculturas que, con un poco de imaginación, nos hacen ver muros de fortalezas con sus torres, banderas ondeando al viento, tubos de órganos, chimeneas de hadas y lo que nuestra imaginación nos haga ver. Sí el estrecho nos ha fascinado, está visión no nos dejará indiferentes.
Ya damos la vuelta y, volviendo a disfrutas del estrecho, seguimos hasta que, a la derecha, empecemos a subir por la pendiente del Ramblizo de los Yesos. Volvemos a sorprendernos por la cantidad de rocas de yeso que vemos. Sólo unos metros de pendiente algo más dura y pronto llegamos al inicial sendero que nos lleva, tras cruzar la carretera al aparcamiento, con las imágenes de las maravillas de las que hemos disfrutado grabadas en nuestra retina y en nuestro espíritu senderista para siempre.


(Por si alguien tiene dudas sobre hacer las rutas con perro, a mí siempre me acompañan un bodeguero de poco menos de 15 kilos y una ratonera mestiza de 7 kilos y se defienden sin problema alguno. Disfrutan más que yo)

(La norma principal que sigo en mis salidas es no llevarme, romper, arrancar ni alterar nada de la naturaleza que encuentro ni tampoco dejar nada que deje huella alguna de mi paso.)