Barranco del Infierno por la Vereda del Peñón Rodado (hasta La Romera)

Ruta por la vertiente norte de la almeriense Sierra de Gádor en el término municipal de Huécija, que pretendía fuese circular, cruzando el Barranco del Infierno para seguir por el Campillo y volver por el Sendero de la Cruz; por desgracia, hay un tramo de la Vereda del Peñón Rodado casi perdido por la vegetación, que me obliga a volver sobre mis pasos.

Dada la estación del año y las altas temperaturas que se están registrando estos días en la provincia, empiezo a caminar muy temprano, junto a la parada de autobús en la AL-3405, donde se conecta con la A-348 (por donde discurre el Camino Viejo); tras unos 500 metros por esta última carretera, la dejo por la que lleva al Centro de Conservación y luego a la antigua barriada casi abandonada de Los Molinicos. Al final de ésta, sigo una senda junto a una ruinosa casa para ascender por el pecho del monte, recorriendo antiguos senderos por donde se subía a la sierra a por leña y esparto durante los años del hambre de la posguerra. Llego a la Vereda del Peñón Rodado, por la que continúo la ascensión en dirección al Barranco del Infierno (también conocido como Barranco Fuerte, del Agua o de Alfarax). El barranco nace de las corrientes que se unen en el paraje conocido como la Chanata y desemboca en el Andarax, junto al municipio de Terque; en este tramo, sus tajos son de los más profundos de la provincia (con algunas de las vías de escalada más largas).

Intento continuar el sendero que sigue por la ladera del Morrón, a considerable altura, pero la vegetación se lo ha comido en este tramo, dificultando la progresión (y no exenta de riesgo), por lo que decido regresar por el mismo camino.

Es una pena que se pierdan estas viejas veredas por su falta de uso, aunque el tramo que he podido recorrer merece la pena por los impresionantes tajos del Barranco del Infierno y las espectaculares panorámicas que nos regala la subida.