Barranco El Tranco, Sendero circular del Agua y La Fuensanta, desde Villel. GR-10, SL-TE2
near Villel, Aragón (España)
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Trail photos
Itinerary description
Hermosa y variada ruta en los alrededores de Villel (Teruel), que combina senderismo, barranquismo sin agua y en el mismo cauce lo que se pudiera considerar como fácil equipamiento de ferrata.
Comenzamos nuestra andada desde la misma iglesia de Villel, junto a la cual podemos aparcar a la sombra.
Entre callejuelas vamos en busca del barranco de La Chartera, camino de la ermita de Fuensanta, al norte de la localidad y que parte desde la misma carretera. Todo está muy bien señalizado.
A cien metros de tomar esta pista, encontramos un cartel indicador del GR-10 y a la derecha cruzaremos el barranco por un puente peatonal, bordearemos el barrio de Torrejón por calles de hormigón. Seguimos en todo momento el GR-10 o también el sendero local SL-TE2, llamado Sendero Circular del Agua.
No tardaremos en llegar a la pista de tierra, que sigue por una rambla y sale de ella por la izquierda en busca de una ermita - refugio llamada Santo Serrilla. Podemos disfrutar del paisaje humanizado observando la féritl y variada huerta de la zona (manzanos, perales, nogales, cerezos, maíz, alfalfa, trigo, patatas, huerta variada...) así como escuchar el ruido del agua que circula por las acequias.
Pasado el eremitorio con barbacoa incluida, nos aproximamos a una zona mucho mas montañosa, que atravesaremos por el congosto o Estrecho de Los Canales, característico por la acequia que sortea dicho estrecho en forma de acueducto.
Salimos a una especie de valle donde el camino se bifurca (todo muy bien señalizado), seguimos el camino de la derecha en busca de la Fuente Chartera, pero sin llegar a ella y justo cuando el camino se dirige al cauce seguiremos el sendero (señal) que parte a nuestra derecha y que se dirige al collado de Las Vigas (GR-10) y Rubiales, lo que nos exigirá un esfuerzo importante. Las vistas del valle compensan el cansancio, además no es un ascenso demasiado largo.
Desde el collado bajamos por buen sendero hacia el barranco de El Tranco, el terreno aunque pobre tiene bastante arbolado (pinos, sabinas, enebros..) que hace algo de sombra.
Llegamos al cauce, generalmente seco, encontrando una señal indicativa a Rubiales o bien descender el barranco de El Tranco hacia la Fuente Chartera. Esta última es mi opción, decender primero por el cauce de grava ancho y cómodo, para luego adentrarme en la angostura de tan solo un par de metros entre paredes verticales de unos 50 metros, es un lugar bonito y muy bien equipado de escaleras y peldaños metálicos además de grapas y sirgas de seguridad. Por supuesto es un recorrido que exige una mínima capacidad física, pese a que es muy fácil. Sería recomendable llevar casco en este lugar, por la caída de piedras, y tampoco habría que entretenerse demasiado especialmente en días de viento o lluvias, aunque ojo con estos barrancos si hay tormentas.
Salimos del barranco, de repente se abre el valle y nos topamos el hermoso manantial de La Chartera, brota el agua de varios lugares con un caudal muy importante. Existen en este sitio unos paneles informativos.
A continuacion nos desviamos a la derecha, hacia el embalse de Utiel. Este pequeño pantano lo rodearemos por la izquierda cruzando la presa, seguimos un sendero que parte de la cola del embalse y asciende fuertemente hacia un collado trazando algunas zetas, una vez en el alto bajaremos por una vieja pista que desemboca en otra mucho mas importante, hay otro cartel que os indica a la derecha hacia la Fuensanta.
Seguimos 200 m. descendiendo hasta encontrar a nuestra derecha una pista menos importante que nos conduce a la Ermita de la Aparecida. Elegí subir a este lugar por su significado, puesto que es un lugar muy venerado por los vecinos de la zona. En 35 minutos he podido completar esta visita (subida y bajada), aunque lo normal sería hacerlo en una hora.
Continuamos la pista principal y en cinco minutos alcanzamos el Santuario de La Fuensanta, el lugar donde se venera a la virgen que, según la leyenda, se apareció a un pastor en lo alto de la montaña; es una gran construcción que cierra el angosto cañón excepto el cauce, que pasa bajo un gran arco. Es realmente un lugar excepcional, además tuve la suerte que había programada una celebración de primeras comuniones en el Santuario y como no habían llegado todavía, pude entrar a visitarla. Es un gran edificio muy bien conservado, estéticamente una chulada, sus dimensiones son muy importantes, y en la lared que da a la montaña (El Santuario se apoya en la roca) está la representación de la Virgen en azulejos, sobre el pedestal bajo el que brotaba el manantial de agua.
Desde aquí a Villel ya solo nos queda recorrer la pista asfaltada, que apenas se puede evitar por un trecho de rambla y las margenes de la carretera.
Una vez en la localidad, decidí ascender a la torre del Castillo, reconstruida en hormigón para no perder la simbología, cuyo acceso está en pesimas condiciones si bien merece la pena subir a visitarlo.
Comenzamos nuestra andada desde la misma iglesia de Villel, junto a la cual podemos aparcar a la sombra.
Entre callejuelas vamos en busca del barranco de La Chartera, camino de la ermita de Fuensanta, al norte de la localidad y que parte desde la misma carretera. Todo está muy bien señalizado.
A cien metros de tomar esta pista, encontramos un cartel indicador del GR-10 y a la derecha cruzaremos el barranco por un puente peatonal, bordearemos el barrio de Torrejón por calles de hormigón. Seguimos en todo momento el GR-10 o también el sendero local SL-TE2, llamado Sendero Circular del Agua.
No tardaremos en llegar a la pista de tierra, que sigue por una rambla y sale de ella por la izquierda en busca de una ermita - refugio llamada Santo Serrilla. Podemos disfrutar del paisaje humanizado observando la féritl y variada huerta de la zona (manzanos, perales, nogales, cerezos, maíz, alfalfa, trigo, patatas, huerta variada...) así como escuchar el ruido del agua que circula por las acequias.
Pasado el eremitorio con barbacoa incluida, nos aproximamos a una zona mucho mas montañosa, que atravesaremos por el congosto o Estrecho de Los Canales, característico por la acequia que sortea dicho estrecho en forma de acueducto.
Salimos a una especie de valle donde el camino se bifurca (todo muy bien señalizado), seguimos el camino de la derecha en busca de la Fuente Chartera, pero sin llegar a ella y justo cuando el camino se dirige al cauce seguiremos el sendero (señal) que parte a nuestra derecha y que se dirige al collado de Las Vigas (GR-10) y Rubiales, lo que nos exigirá un esfuerzo importante. Las vistas del valle compensan el cansancio, además no es un ascenso demasiado largo.
Desde el collado bajamos por buen sendero hacia el barranco de El Tranco, el terreno aunque pobre tiene bastante arbolado (pinos, sabinas, enebros..) que hace algo de sombra.
Llegamos al cauce, generalmente seco, encontrando una señal indicativa a Rubiales o bien descender el barranco de El Tranco hacia la Fuente Chartera. Esta última es mi opción, decender primero por el cauce de grava ancho y cómodo, para luego adentrarme en la angostura de tan solo un par de metros entre paredes verticales de unos 50 metros, es un lugar bonito y muy bien equipado de escaleras y peldaños metálicos además de grapas y sirgas de seguridad. Por supuesto es un recorrido que exige una mínima capacidad física, pese a que es muy fácil. Sería recomendable llevar casco en este lugar, por la caída de piedras, y tampoco habría que entretenerse demasiado especialmente en días de viento o lluvias, aunque ojo con estos barrancos si hay tormentas.
Salimos del barranco, de repente se abre el valle y nos topamos el hermoso manantial de La Chartera, brota el agua de varios lugares con un caudal muy importante. Existen en este sitio unos paneles informativos.
A continuacion nos desviamos a la derecha, hacia el embalse de Utiel. Este pequeño pantano lo rodearemos por la izquierda cruzando la presa, seguimos un sendero que parte de la cola del embalse y asciende fuertemente hacia un collado trazando algunas zetas, una vez en el alto bajaremos por una vieja pista que desemboca en otra mucho mas importante, hay otro cartel que os indica a la derecha hacia la Fuensanta.
Seguimos 200 m. descendiendo hasta encontrar a nuestra derecha una pista menos importante que nos conduce a la Ermita de la Aparecida. Elegí subir a este lugar por su significado, puesto que es un lugar muy venerado por los vecinos de la zona. En 35 minutos he podido completar esta visita (subida y bajada), aunque lo normal sería hacerlo en una hora.
Continuamos la pista principal y en cinco minutos alcanzamos el Santuario de La Fuensanta, el lugar donde se venera a la virgen que, según la leyenda, se apareció a un pastor en lo alto de la montaña; es una gran construcción que cierra el angosto cañón excepto el cauce, que pasa bajo un gran arco. Es realmente un lugar excepcional, además tuve la suerte que había programada una celebración de primeras comuniones en el Santuario y como no habían llegado todavía, pude entrar a visitarla. Es un gran edificio muy bien conservado, estéticamente una chulada, sus dimensiones son muy importantes, y en la lared que da a la montaña (El Santuario se apoya en la roca) está la representación de la Virgen en azulejos, sobre el pedestal bajo el que brotaba el manantial de agua.
Desde aquí a Villel ya solo nos queda recorrer la pista asfaltada, que apenas se puede evitar por un trecho de rambla y las margenes de la carretera.
Una vez en la localidad, decidí ascender a la torre del Castillo, reconstruida en hormigón para no perder la simbología, cuyo acceso está en pesimas condiciones si bien merece la pena subir a visitarlo.
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