Barrancos Guarnón y San Juan: Posiciones- Veredón Inf.-Tajos Campanario-Verea Loca- Hornillo- Haza Mesa- Acequia Hoyo Puente

Posiciones del Veleta- Veredón Inferior- Tajos del Campanario- Barranco del Guarnón- Verea Loca- Robledal Dehesa de San Juan- Refugios Cortijos del Hornillo- Acequia Hoyo Puente- Barranco y Cascada del San Juan- Piedra resbaladiza- Hoya de la Mora.

En primer lugar, aclarar que definimos esta ruta como difícil por el paso por dos tramos dificultosos. El primero es el descenso por la cabecera del Barranco de Guarnón; que se realiza, sin sendero definido, por un terreno muy agreste con muchas lascas que dificultan el progreso. El segundo son cuatro pasos expuestos, con la ayuda de cuerdas ya instaladas, en la Verea Loca. Ambos tramos se salvan con relativa facilidad para personas acostumbradas ha realizar rutas por alta montaña; pero no son idóneas para personas con vértigo o poco acostumbradas a caminar campo a través. Esta ruta la realizamos en verano sin nieve ni hielo, de realizarse en otra estación, tendría que hacerse con el material invernal necesario (piolet, crampones, cuerdas y arneses…) y extremar las precauciones.

DESCRIPCIÓN DEL RECORRIDO:

Aparcaremos nuestro vehículo en la Hoya de la Mora. En los cercanos Albergues Universitarios tomaremos la lanzadera (SIAC Norte) hasta la parada final en las POSICIONES DEL VELETA, lo que ahorra distancia, pero sobre todo unos 500 metros de desnivel en ascenso. El precio de ida es de 6€, y este año no hay que hacer reserva.

Junto a la parada de la lanzadera encontraremos las ruinas de los parapetos relictos de la última contienda civil; las POSICIONES DEL VELETA; que recuerdan la contienda librada en las cumbres de Sierra Nevada durante la Guerra Civil, una zona donde la orografía y las inclemencias meteorológicas hicieron muy difícil la estancia de los combatientes. Un episodio poco conocido.

Sierra Nevada entra en el mapa de la Guerra Civil desde que prospera el golpe de estado de los fascistas en Granada. Los primeros días en los pueblos, pero muy poco después, comenzaron las escaramuzas en la zona altas cumbres, aunque no fue un frente muy activo, entre otras razones, por lo penoso del desarrollo de las operaciones en altura y las condiciones extremas de los soldados.

En los alrededores de Sierra Nevada, al inicio de la guerra, el golpe de estado ha triunfado en Granada capital y en sus pueblos más cercanos, desde Güéjar Sierra hasta Órgiva. En el resto de las Alpujarras y el Marquesado, no triunfa la sublevación fascista debido a las acciones de milicias que lo impiden, provenientes de ciudades limítrofes como Murcia, Málaga y, sobre todo, Almería, que permanecen fieles a la legitimidad de la República.

La parte granadina de Sierra Nevada, estuvo partida en dos por la línea del frente de guerra durante esos años; así, el Mulhacén fue enclave republicano los tres años y el Veleta, zona sublevada gran parte del tiempo. Ese hecho provocó la realización de numerosas construcciones como trincheras, parapetos, puestos de mando, puestos de tirador, nidos de ametralladora y refugios.

Actualmente, la mayor parte de ellas se encuentran en estado ruinoso por el paso del tiempo aunque aún así, nos pueden dar una idea de cómo fueron aquellos años en esta zona de alta montaña y de las penalidades que sufrieron aquellos soldados en las duras estaciones de la Sierra, aislados y con las comunicaciones siempre en precario.

Los ataques de uno y otro bando se mantienen de forma esporádica hasta finales de marzo del 1939 cuando el ejército republicano, ya vencido, abandona sus posiciones.

Desde las Posiciones del Veleta, descenderemos por un sendero que discurre por la parte alta de los TAJOS DEL CAMPANARIO, buscando el inicio del VEREDÓN INFERIOR. El siguiente tramo es la bajada por el “Veredón Inferior”, a quien no haya descendido nunca por él es difícil describírselo, pero imaginaros un tajo a la izquierda que cae a plomada hacia abajo y otro a la derecha, vertical hacia arriba, y entre uno y otro una repisa plana, de uno o varios metros según el sitio, por el se desciende hacia el “CORRAL DEL VELETA”. Cuando llegas abajo, miras hacia atrás hacia la falla que delimita la pared vertical de los Tajos del Campanario,
y no ves por donde has descendido, ¡alucinante!.

La pared de los Tajos del Campanario es extremadamente vertical. Ello se debe a la existencia de una falla (fractura), relativamente reciente, de plano vertical y de trazado nor noroeste-sur suroeste, que hunde toda la zona situada al este de la misma.

El Veredón Inferior finaliza en EL CORRAL DEL VELETA. La parte alta del Valle del Guarnón muestra el denominado Corral del Veleta, situado justo en la base de la pared del pico del Veleta. Esta pared corresponde a un potente espolón de cuarcitas limitado hacia el norte por una falla de trazado muy rectilíneo noroeste-sureste, que hunde el bloque norte. Esta falla es conjugada (contemporánea y debida al mismo sistema de esfuerzos), a 120º, con la de trazado nor-noreste-sur-sureste que define los Tajos del Campanario.

Estamos en las “TRANCADAS DEL GUARNÓN”, comenzamos a bajar intentando irnos hacia la derecha, distintos riachuelos bajan formando borreguiles a diestro y siniestro donde nos recreamos observando la flora y los insectos, muchos de ell@s endémicos de Sierra Nevada. Siemprevivas, Dedaleras, Tirañas (Carnívoras), Manzanilla, Violetas, Gencianas, Piel de León, Estrella de las Nieves y acónitos, forman parte de las más de 2.000 especies vegetales (66 endemismos exclusivos), de gran vistosidad y colorido, que viven en el Parque.

Llegamos a contar hasta seis riachuelos con agua, amén de otros que ya no llevan ni gota. El tramo está lleno de piedras, pedruscos y lascas y dificultan la progresión. Tanta agua y tanta pendiente han formado resaltes, desniveles y pequeños “tajos”, que hay que ir salvando, son las “Trancadas”.

El VALLE DEL RÍO GUARNÓN, al igual que el del río San Juan, tiene una marcada orientación norte. Es un valle estrecho, de paredes muy escarpadas, entre las que resaltan especialmente las paredes cuarcíticas verticales de los Tajos del Campanario y del Tajo del Veleta, con caídas de hasta 200 m, que limitan el valle por el oeste y sur respectivamente. La ladera oriental corresponde a la loma del Lanchar, de relieve algo más suave, constituida por micaesquistos entre los que se intercalan cuarcitas, que forman los resaltes y pequeños tajos que la escalonan. Todas las rocas que afloran en el valle pertenecen a la Unidad Veleta.


La morfología de este valle es también de origen glaciar, ya que presenta un perfil transversal en U muy marcado. A diferencia de otros valles, su perfil longitudinal es muy inclinado en todo su trayecto, sin que existan plataformas fácilmente reconocibles. No obstante, si se observa con detalle, el perfil muestra zonas de pendiente menos acusada, en torno a los 2.700-2.840 m y los 2.360-2.500 m, que podrían correlacionarse con las plataformas glaciares identificadas en otros valles de Sierra Nevada y que podrían ser asignadas a las glaciaciones Younger Dryas (10.000 años) y Würm (20.000 años) respectivamente.


Tomaremos la ribera derecha del último arroyo de la derecha. Las panorámicas son espectaculares; a la derecha veremos el sendero que asciende por la LOMA DEL LANCHAR, también llamada Loma del Guarnón, y en su cumbre “Veta Grande”, detrás el Veleta y los Machos, a la izquierda los Tajos del Campanario.

En un principio no se ve vereda alguna, ni hitos, ni señal que merezca la pena seguir. Después de bajar unos dos km, los distintos riachuelos se unen formando el “RÍO GUARNÓN”. Nace en las Trancadas del Guarnón, bajo el antiguo glaciar llamado Corral del Veleta,1 donde existen dos lagunas de claro origen morrénico -la mayor de las cuales es además la más alta de Sierra Nevada, con sus 3.086 m de altitud-, pero ninguna de ellas tiene emisario o desagüe visible, y aunque las primeras aguas del río Guarnón afloran de manantiales existentes unos 500 m más abajo, no está comprobado que éstos procedan de dichas lagunas; pero el hecho de que no se produzca el rebosado superficial de las mismas en ningún momento del año evoca que la procedencia de este río pueda estar en filtraciones subterráneas con origen en ellas, dado que la escasa incidencia de los rayos solares en estas láminas de agua, por los altos tajos que las resguardan, excluye la evaporación como causa exclusiva de su ausencia de desborde superficial. No obstante, la procedencia de los mencionados afloramientos, origen de este río, también ha sido atribuida a otras causas, como puede ser la lenta fusión del hielo fósil o permafrost detectado en el subsuelo del Corral.

Su recorrido es de unos cinco kilómetros, siguiendo una dirección NNE casi rectilínea, en los que desciende más de 1.400 metros de desnivel hasta unirse al río Real, en las inmediaciones de las antiguas Minas de la Estrella (de pirita de cobre), a partir de cuya confluencia conforman ambas corrientes fluviales el río Genil.

Hay una peculiar y curiosas leyenda sobre el Valle del Guarnón, conocida como La leyenda de la Escoba del Diablo que si estáis interesados podéis encontrar en:
https://es.wikipedia.org/wiki/R%C3%ADo_Guarn%C3%B3n


Seguiremos por su ribera derecha y al llegar a un encajonamiento del río, lo cruzamos por el punto más propicio y seguimos por su ribera izquierda. Comenzaremos a ver algún que otro hito de piedras, no es una vereda bien marcada, en algunos momentos parece que vamos por una vereda, pero de repente se pierde y vuelve a aparecer por lo que es algo difícil de seguir. El descenso acumula mucho desnivel y con tantas piedras se hace algo tortuoso, hay que tener mucho, mucho cuidado. Pasaremos por un rústico vivac que aprovecha una oquedad en forma de cueva. Nosotros paramos junto a una bonita cascada para descansar y tomar los bocatas junto a la gélidas aguas del Arroyo Guarnón.


Tras el dificultoso descenso realizado llegaremos a la “ACEQUIA DE LA MATA” O “VEREDA LOCA”, que nos da un gran alivio a las rodillas y nos parece una autopista comparándolo con lo anterior. Al estar seca es muy fácil caminar por su cauce. A unos cientos de metros atravesaremos el BARRANCO DE DESPEÑAPERROS, junto a una preciosa y estilizada CASCADA, que vierte sus aguas, cual afluente, al Río Guarnón. Junto a la cascada encontraremos una mina; hemos buscado información sobre ella, pero sin suerte; si alguno conocéis el nombre y disponéis de información nos encantaría conocerla.

Después llegaremos al segundo barranco y segundo afluente del Guarnón. Se trata del BARRANCO DE CHORRERAS MALAS, también con una cascada que proviene del PUNTAL DE CHORRERAS MALAS.

Seguidamente llegaremos a los pasos expuestos a los que hacíamos alusión en las advertencias del comienzo de la descripción. Se tratan de cuatro pasos con cierta dificultad que se solventa gracias a la instalación de unas cuerdas y cables anclados a la pared, que ayudan a pasar los tramos más complicados. También pasamos dos o tres tramos donde la acequia se ha caído y hay que dar un pequeño rodeo. Algo de adrenalina que hace muy divertido el tramo de la acequia; sobre todo cuando ya se ha pasado.

El cuarto paso expuesto coincide con el cruce del BARRANCO DEL ATALAYÓN, último afluente del Guarnón.

Cuando empecemos a ver los grandes y frondosos robles, sabremos que se ha terminado el tramo más peligroso. Nos sumergimos en el ROBLEDAL DE LA “DEHESA DE SAN JUAN”, la sombra de los árboles se agradece, y en el discurrir por el sendero encontramos algunas surgencias de agua que sirven de bebedero a multitud de multicolores mariposas. No podemos resistir la tentación de pararnos a fotografiar las pocas que se dejan.

Acompañados por algunas vacas con sus terneros, y tras dejar un desvía a la derecha que descendería hasta la VEREDA DE LA ESTRELLA, accederemos a las inmediaciones del REFUGIO DE LOS CORTIJOS DEL HORNILLO. Primero pasaremos por una fuente seca junto a una charca, también seca, refugio de anfibios y herpetos y la que los fotógrafos de naturaleza usan para sacar impresionantes instantáneas de la norte de la Alcazaba. Más adelante llegaremos a los REFUGIOS DE LOS CORTIJOS DEL HORNILLO. Tras la rehabilitación de la antigua cortijada de los Cortijos del Hornillo encontraremos diferentes edificaciones acondicionadas con literas y mesas como refugio libre y una pequeña era. Las panorámicas son espectaculares, abarcando desde la zona alta de la Loma del Lanchar hasta el Cerro del Mojón Alto, englobando a muchos de los “Tresmiles” del sector central y noreste de Sierra Nevada.

Tras un breve receso afrontaremos un exigente ascenso por la CAÑADA REAL DEL COLLADO DE LAS SABINILLAS hacia LA MORRA O MORRÓN DE HAZA MESA; también conocido como PUNTAL DE LAS CAZOLETAS. En este duro ascenso hay que estar atento al sendero ya que debido al tránsito de ganado vacuno hay una proliferación de pequeños senderos y también porque, a veces, el sendero se pierde por la mucha vegetación de sabinas rastreras que pueblan estas quebradas pendientes. Una vez en Haza Mesa tomaremos la ACEQUIA DE HOYO PUENTE, un agradable sendero en cómodo y suave ascenso que nos introducirá en el VALLE DE SAN JUAN. El espectáculo del San Juan viéndolo saltar obstáculos ladera abajo con su estruendoso sonido nos hizo valorar el acierto de hacer esta Ruta.

Desde la acequia nos deleitaremos con la vistas del VALLE DE SAN JUAN, que destaca por su morfología glaciar típica de valle de perfil transversal en U, con fondo relativamente plano. Lo que más resalta es la plataforma cubierta por un extenso borreguil, en la que se sitúan los nacimientos de agua de la llamada Hoya del San Juan, situados entre los 2.500 y los 2.600 m de altura. Esta plataforma fue presumiblemente esculpida durante la glaciación Würm, hace unos 20.000 años. No obstante, los glaciares, en glaciaciones anteriores, se extendieron valle abajo hacia cotas inferiores, por lo que se mantiene el perfil en U del valle por debajo de dicha plataforma, aunque retocado en forma de V en su zona central por la erosión fluvial posterior.

Siguiendo la acequia llegaremos hasta el mismo cauce del RÍO SAN JUAN, y más concretamente a los pies de una pintoresca y espectacular CASCADA. Otra parada para refrescarnos y para realizar las fotos de rigor y comenzamos el ascenso junto al cauce de río. Aguas arriba de la plataforma de la Hoya del San Juan se observan también ejemplos magníficos de rocas pulimentadas por efecto de la abrasión glaciar, con morfologías ABORREGADAS (de lomos de corderos).

Es un placer ascender por estas praderas verdes (borreguiles) plagadas de innumerables especies de flores que sobrevuelan diferentes especies de mariposas y un variopinto grupo de otros insectos. Sobre nuestras cabezas sobrevuelan un enjambre de ruidosos córvidos (cuervos) realizando círculos e irrepetibles acrobacias.

Un último ascenso para nuestras cansadas piernas, nos conducirá atravesando el CANCHAL CUARCÍTICO DEL MOJÓN DEL TRIGO que se sitúa por debajo del OBSERVATORIO VIEJO, hasta la tremenda y fascinante PIEDRA RESBALADIZA. Su nombre nos retrotrae muy lejos en el pasado, cuando en Sierra Nevada enormes glaciares cubrían sus cimas y valles. Esta enorme roca tuvo que soportar el desplazamiento de los mismos y por ello terminó, con el paso de los siglos, adquiriendo un tacto liso y pulido salvo donde se resistían los pequeños granates. Desde el gran hito de piedra que hay junto al gran acantilado se obtienen unas panorámicas espectaculares del Valle del San Juan, coronado por el inmenso y omnipresente Pico Veleta.

Siguiendo el sendero llegaremos al ALBERGUE MILITAR CAPITÁN COBO donde podremos disfrutar de las vistas a los PEÑONES DE SAN FRANCISCO, abajo junto al Albergue universitario y junto a la HOYA DE LA MORA, donde nos espera, sin moverse nuestro fiel vehículo 😊😊 y donde daremos por concluida esta preciosa y superrecomendable ruta