BARRUERA-DURRO-BOÍ-POR LOS PUEBLOS DEL VALLE DE BOÍ-P.N. AIGÜES-TORTES

Marcha realizada el domingo 20 de marzo de 2016
AVISO: Se entiende, que todo aquel que quiera realizar esta misma ruta, asume la responsabilidad que conlleva una actividad no exenta de posibles riesgos o incidentes, en un entorno en el que el sentido común y las circunstancias pueden marcar la diferencia entre pasar un buen día o todo lo contrario.
Tras el mal día que nos hizo ayer, dedicamos el día a hacer turismo y visitar el conjunto de nueve iglesias románicas de La Vall de Boí, declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el 2000, y que no hay que perderse. Como la previsión para el día de hoy no era mucho mejor, hemos decidido recorrer el valle por los viejos caminos que unían los pueblos entre sí, antes de que se construyesen las carreteras actuales.

Y por ello, hemos iniciado, con el cielo bastante cargado por la mañana, el camino desde el pueblo de Barruera, muy cerca de la iglesia románica de San Feliú y en la misma calle principal, que coincide con la carretera que recorre el valle. Tras cruzar dicha carretera, hemos bajado por la carretera que sube al pueblo de Durro, para inmediatamente dejarla por la derecha. También se queda a nuestra derecha la iglesia de San Felíu, de la que ahora se ve perfectamente la parte trasera de sus tres ábsides que forman la cabecera de dicha joya románica. Inmediatamente salvamos el río Noguera de Tor por un puente colgante de madera, para girar a la izquierda y volver a salir a la misma carretera a Durro, que recorremos durante cincuenta metros, antes de salirnos por la derecha para coger el camino antiguo que ya no dejaremos hasta llegar al pueblo de Durro. A medida que avanzamos, el camino asciende cada vez de forma más notable y se va saliendo del valle del río Noguera de Tor para meterse en el Barranc Gros, que cruzamos por un puente poco antes de llegar al pueblo. Aquí también dejamos a nuestra izquierda la iglesia románica de la Natividad y atravesamos la pequeña población, antes de encaminarnos al “camí de Pago”, que en realidad coincide con el GR 11.20, que ya no dejaremos hasta llegar al pueblo de Boí. Este GR recorre todo el valle a media ladera, con un desnivel de en torno a los quinientos metros sobre el río Noguera y la carretera, y de ahí que sus vistas no sólo hacia el valle, sino también hacia buena parte de sus cumbres y cuerdas no puedan ser mejores. Hemos pasado por algún pequeño nevero, ya que la lluvia de por la tarde se acabó convirtiendo en una ligera nevada nocturna, que aún hoy por la mañana se veía reflejada en la copa de los árboles. Poco antes de llegar al pueblo de Boí, nos encontramos una señal por la derecha que indica la subida en algo más de una hora hacia “Les Falles”, zona alta del valle en la que en el mes de agosto se representa una fiesta pagana con el mismo nombre, que al igual que las fallas valencianas tiene como principal simbología el fuego que prenden en unas largas pértigas de madera. Aunque se podría llegar hasta el pueblo siguiente de Taüll, para ello hay que cruzar la carretera en varias ocasiones, e incluso recorrerla en algo más de medio kilómetro casi a la llega de dicha población. El tráfico que suele tener, junto con lo estrecha que es nos echa para atrás, y por consiguiente preferimos reponer las fuerzas en Boí, para bajar por el “Camí de l’Aigua” hasta el pueblo de Barruera. Casi la mitad de este camino desde Boí hasta Barruera es de bajada, con una importante inclinación, hasta que se sale a la margen izquierda del Noguera de Tor, en el se continúa durante un buen trecho por dicho margen izquierdo, antes de vadearlo por una zona de rocas y así poder pasar a su margen derecho. También se puede continuar por el margen que traíamos y pasar el río más cómodamente por un puente que hay más abajo, pero nuestra intención era el tener una mejor visión de la fauna fluvial, cosa que al final conseguimos, tras poder ver y fotografiar una joya ornitológica como es el mirlo acuático.