Baterias de Cabo Tiñoso

******NOTA IMPORTANTE*****:
LA DIFICULTAD CON LA QUE CATALOGO MIS RUTAS ESTÁ REFERIDA PARA SENDERISTAS Y MONTAÑEROS HABITUADOS A CAMINAR, QUE SE DESENVUELVEN CON SOLTURA POR TODOS LOS TERRENOS, NO PARA SENDERISTAS OCASIONALES. SI TIENES POCA EXPERIENCIA, AÑÁDELE UN GRADO MÁS A LA DIFICULTAD DE MIS RUTAS PARA NO LLEVARTE SORPRESAS. 👍

aparcamos en parking que hay justo antes de llegar a la Bateria de Castillitos, carretera cortada con unas puertas e iniciamos la ruta subiendo al Atalayón: Vistas salvajes de toda la costa, las montañas interiores, y todo el complejo defensivo. Al bajar, y al otro lado de la carretera, hay lo que parece un polvorín cegado y un pequeño cerro rodeado de trincheras, con vistas a Cala Salitrona. Durante todo el recorrido, me dedicaré a visitar cada rincón que se me ponga a tiro, y a rodear todas las instalaciones abandonadas, encontrándome con muchos pequeños detalles que no se pueden ver en las visitas "light".
A continuación visito Castillitos, pero le dedico menos tiempo porque es lo que tengo más visto de visitas anteriores.
Paso al Jorel, subiendo primero a su puesto de dirección de tiro, fantástico. Encuentro un par de pasadizos subterráneos, uno de ellos que va a parar sin más junto a un acantilado, y otro que parece cegado, junto a un radar operativo y cercado.
Veo los Vickers pequeños y recorro todas las dependencias. Más vistas preciosas. Hacia Cartagena se observa la batería de la Parajola y uno no puede evitar verse un poco 65 años atrás, cuando fue cañoneada con estos mismos cañones al pasarse al bando nacional en los últimos días de la Guerra Civil.
Antes del Jorel, nos encontramos con la carretera que lleva hasta el faro de Cabo Tiñoso. Un cartel indica que el paso está prohibido porque la carretera está cortada. Entiendo que esto era para evitar el paso de vehículos (cuando se podía pasar con ellos), pero el paso de peatones no tiene problema, como veremos después. Eso sí, efectivamente, hay una reja al llegar al faro que nos impedirá pasar.
Cuanto más nos acercamos al extremo del cabo, menos pisado y más tranquilo está todo. Nos topamos con otro túnel entre la roca, son solo unos metros de oscuridad (yo llevo siempre un frontal en la mochila) y aparecemos ante un paso casi volado de un par de metros de ancho que nos lleva a la última edificación visitable, la casamata de puesto de mando del Jorel. Desde ahí vemos lo alto de la torre del faro y una pequeña explanada circular que podría ser (según he leído en algún sitio) la ubicación de un proyector antiaéreo (¿o antisubmarino?), pero para llegar ahí no hay senda.
Damos marcha atrás y nos encontramos a la derecha con una estrecha bajada a la carretera del faro. La restauración que se hizo de la zona al ser cedida por los militares ha cerrado con una baranda de madera esta entrada pero se salta sin problemas. Eso sí, está muy bien puesta porque la bajada construida en su día por los militares está algo deteriorada y no es conveniente que baje cualquiera. Llegamos por fin a la entrada del faro y se pueden apreciar restos de escalinatas cortadas que debían servir para acceder al proyector del que hablaba antes.
Ahora volvemos por toda la carretera del faro hasta el principio del Jorel. Con calor y tres horas de caminata, ya se va pegando el asfalto a las piernas.
Llego al coche y vuelvo a casa, parando antes en la batería de Loma larga. En algún sitio dice que era una batería antiaérea, pero en las web que encuentro más fiables (y por la disposición lógica de la construcción, un poco hundida y oculta a la vista del oeste) se afirma que eran cuatro obuses para parar cualquier intento de desembarco en la Azohía o Isla Plana.