Beceite. El Parrizal

El Parrizal de Beceite es un espacio natural precioso cuya ruta hará las delicias de grandes y pequeños . Rocas, flora, fauna y agua esculpen un paisaje que hace que sea una excursión inolvidable. Se encuentra en la cabecera del río Matarraña, en el entorno del Parque Natural de Los Puertos.
Es un desfiladero calcáreo de ambiente mediterráneo en cuyo recorrido aparecen rocas con forma de aguja, aguas transparentes y bosques autóctonos.
Para acceder a él hay que consultar en la página web de la oficina de turismo de Beceite.
Hay que pagar 5 euros por persona y hay un horario determinado.Desde el pueblo hasta la zona de aparcamiento hay un camino rural asfaltado de seis kilómetros.
Nada más empezar a andar llama la atención los túneles excavados en la roca. Se construyeron a principios del siglo pasado, cuando empezaron a explotarse unas minas de carbón. El río Matarraña ejerce de acompañante desde el inicio. Es el más importante de todos los que nacen en Los Puertos. En la parte catalana hay algunos cauces fluviales más, pero el Matarraña es el que tiene mayor caudal y el más estable durante todo el año. El secreto está en los acuíferos que inyectan agua permanentemente. Su recarga se produce por la infiltración de las precipitaciones. Y es precisamente hacia el Matarraña, en la zona del Parrizal, donde se concentran las descargas más abundantes.
Hay que dejarse ir caminando junto al río o por encima. Las pasarelas permiten salvar los tramos más complicados. En algunas zonas hay sirgas para dar más seguridad, pero ningún paso presenta dificultades. En el último tramo del recorrido, el agua pierde protagonismo y conviene levantar la mirada para estar atentos a la caprichosa geología. Aparecen unas agujas casi perfectas de piedra esculpidas por la lluvia y el paso del tiempo. Son las conocidas como gubies.
De ahí hacia arriba solo queda llegar a los estrechos del Parrizal, dos paredones verticales en cuyo tramo accesible -de alrededor de 200 metros- no suele haber agua en la estación veraniega y años secos pero hoy el río lleva mucha agua y es imposible llegar. Están habilitando unas pasarelas pero de momento no es posible pasar por lo que tenemos que dar la vuelta, aunque llegar hasta allí ha merecido realmente la pena.
El desnivel no es el que marca, es de unos 200 metros.