BECERRIL-SERRACÍN X BARRANCO DEL RIO CAMBRONES-EL PIZARRAL X CAMINO AL PUERTO DE LOS INFANTES

Marcha realizada el sábado 1 de noviembre de 2014 (Todos los Santos, que con la que está cayendo no sé si quedará alguno por ahí… “lejos”).
AVISO: Se entiende, que todo aquel que quiera realizar esta misma ruta, asume la responsabilidad que conlleva una actividad no exenta de posibles riesgos o incidentes, en un entorno en el que el sentido común y las circunstancias pueden marcar la diferencia entre pasar un buen día o todo lo contrario.
Hoy hemos quedado para comer corderito segoviano, y encima cansados de una dura semana de trabajo no nos apetece madrugar. Por eso hemos tenido que modificar y dejar para otra ocasión el plan inicial, que consistía en llegar hasta la cuerda norte del Hayedo de la Tejera Negra por el collado de Valdebecerril, subiendo después hasta la cumbre del mismo nombre para bajar por la senda que conecta con la pista que viene desde el puerto de los Infantes.

Para poder realizar esta bonita ruta se requieren, como poco unas cinco horas y nosotros hoy disponemos tan sólo de tres. Pero bueno, como hay que hacer hambre, queremos acercarnos hasta el vértice geodésico del Pizarral, que aunque no por ser una gran cumbre con sus mil cuatrocientos metros, sin embargo aún así debería ofrecer unas inmejorables vistas panorámicas, por la posición que ocupa. No nos queda otra que iniciar la marcha al revés de lo previsto, y en vez de enfilar hacia la cuerda, tomamos rumbo noreste en dirección al pueblecito de Madriguera, al que no llegaremos, puesto que un par de kilómetros antes, nos desviaremos a la derecha para acercarnos hasta el pueblito de Serracín. El primer kilómetro y medio lo realizamos por una pista de pizarra muy erosionada, dejando a ambos lados tierras de cultivo, en las que los trigales ya fueron recolectados y en algunas de ellas pastan a sus anchas unas cuantas vacas segovianas. En la ida, vemos a algún lugareño recoger champiñones silvestres y unas peritas muy pequeñas, que nos dan a degustar y que nos evocan esos sabores de las cosas naturales que en la infancia sólo se podían degustar en el pequeño pueblo de Guadalajara en el que me crié. Según dejamos atrás esta primera parte e iniciamos una suave bajada, llegamos a un puente de madera que permite vadear el río Cambrones. A partir de aquí, una ligera subida durante un kilómetro más, por una senda en la que a nuestra derecha tendremos una ladera bastante inclinada toda ella de pizarras, y más abajo y encajado a nuestra izquierda se va quedando el barranco formado por el río que cruzamos un poco antes. Desde el puente sobre el Cambrones hasta el pueblo de Serracín veinte minutos, en los que tan sólo nos hemos cruzado con un cazador y su perro, que pateaban el entorno de este pueblito, buscando alguna perdiz o conejo que echar al macuto. Poco antes de llegar a Serracín, ya hemos cambiado el rumbo, que ahora dirigiéndose hacia el sur ya no cambiaremos hasta el cruce con la antena y el tramo que queremos hacer hasta el Pizarral. En este tramo de poco más de kilómetro y medio, y en el que al inicio reza un poste informativo que indica que si se quiere llegar hasta el puerto de los Infantes nos quedan seis kilómetros y medio, nos cruzamos con dos todoterreno que se dirigen hacia dicho puerto. El camino transcurre dejando a ambos lado un espeso robledal, que ya no dejaremos hasta llegar a la parte más alta. La sorpresa del día y pequeña desilusión nos la llevamos cuando al llegar a la gran antena, e intentar seguir por una especie de camino desbrozado, que se dirige hacia el Pizarral, pero que llegado a un punto se vuelve intransitable por culpa de una densa vegetación, formada en su mayor parte por jaras. Un poco más abajo, hacia el noroeste parece estar un poco más despejado el terreno, pero como no tenemos demasiado tiempo para investigar, al final decidimos volver sobre nuestros pasos para desandar (por el mismo sitio) todo el recorrido hecho desde Becerril hasta aquí. Tan sólo comentar, que este paseo que se brinda para hacer con frío, sin embargo no conviene hacerlo con calor, como el que tuvimos nosotros. Se presta para hacer con niños, y es muy recomendable para hacer con btt, como el grupo con el que nos cruzamos a la vuelta, y que parecían dirigirse hacia el puerto de los Infantes. En cualquier caso, hay que llevar agua, puesto que en ningún momento vimos fuentes, al menos hasta donde llegamos nosotros.