Begues-Les Solius 100 Cims-Puigs i Avencs

Agosto, amenazante con su habitual cielo encapotado prometiendo tormenta estival, nos regala media mañana de protección contra el sol, pero con un alto grado de humedad, que nos hace estar cubiertos de sudoración. Pagamos por adelantado el tributo debido, y, aparcados y desayunados al pie del cañón, nos adentramos en esta zona que, semanas atrás, nos fue negada por restricciones debido al peligro de incendio. A pesar de lo temprano de la hora, ciclistas, paseantes con y sin perro, y un vecino tirando la basura en los contenedores, nos preceden en madrugón. Alimentados y satisfechos, cumplido el ritual con los ingenios, comenzamos la ruta por cómoda pista, repasando los últimos acontecimientos mundiales y, por supuesto, personales. Empieza el trabajo de hoy en el "Tram Dreceres", justo después de curiosear por los alrededores de la Cova del Mas Roig, que por su aspecto es mas bien uno de los miles de avencs que abundan por la zona. Sorprendentemente su boca no está protegida, a pesar de que por estar medio escondida y caer rápidamente en vertical, se antoja peligrosa. Superada la empinada pendiente, pasadas las antenas, disfrutamos de las hermosas panorámicas del entorno, y acordamos que a pesar del nubarrón, en la costa reina el sol. Ya cresteando, recordamos anteriores rutas donde conquistamos, o no, 100 cims cercanos. También enlaces por el litoral, donde es posible, de los pueblos costeros, e intentamos identificar los cims mas significativos. La Morella, coronada con el impresionante radar y la cercana cruz. Al otro lado el Puig d'Agulles, menos conocido pero también por nosotros visitado. Sant Pere Mártir, señalando donde queda la gran urbe. Y en algún lugar indeterminado, ocultos por la calima y la distancia otros 100 cims: Montau, Puig de la Mola, Puig Vicenç y Sant Ramon. Les Solius tampoco es visible desde este lado, pues reina sobre el prelitoral, apareciendo de improviso cuando coronamos el cim. Restos de rocas y lo que aparenta un muro, conforman y delimitan la cumbre. Una placa "in memorian", fallidos mástiles y los huecos que contuvieron posiblemente una valla de madera, años ha, completan el conjunto. Aprovechamos para reponer fuerzas con líquido y fruta de temporada, partiendo con presteza para completar la segunda parte en tiempo y hora. Bajamos por sendero pedregoso y resbaladizo hasta la pista, dando un rodeo para alargar el kilometraje y visitar otros puntos de interés. Toca de nuevo subir hasta el Puig Verdeguer, curiosear en el Avenc de Puigmoltó, llegar frente a la Alzina del mismo nombre, emprendiendo un suave descenso por pista asfaltada hasta el Camí de Begues. Se acaba la ruta mientras seguimos departiendo alegremente, tal vez es el motivo de que no se nos haga tan tedioso el retorno como acostumbra. Otra jornada bien aprovechada en muy buena compañía, otro 100 cims al zurrón, y un sinfín de recuerdos y experiencias para atesorar de cara al futuro.