Béjar. Ruta de las Campiñas. Según Pedro L.C.
near Béjar, Castilla y León (España)
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Itinerary description
Béjar. Ruta de las Campiñas. BASADA EN LA DESCRIPCION DE P.L.C.
Excelente ruta otoñal por los alrededores de Béjar, con una enorme variedad de senderos, recorriendo Candelario, Peña de la Cruz, el Castañar, Béjar. Permite, de modo cómodo, conectar con un ecosistema único, de riquísima masa forestal (fundamentalmente Castaños, Robles y Pinos). La zona de Castaño de Béjar (El Castañar) y norte de Cáceres, ocupa una de las zonas de castañares (Castanea Sativa), más amplia de España y de Europa, ofreciendo en otoño, por el hermosísimo colorido de sus hojas desprendiéndose del árbol, un espectáculo único. Al mismo tiempo, podremos contemplar el Pantano de Navamuño, construido en término municipal de Candelario, sobre el regato de la Angostura, aunque su principal fuente de agua lo constituye el Río Cuerpo de Hombre a través de una canal de alimentación. Es una presa de materiales sueltos que, en su momento (1989), fue la más alta del País (70 metros). Podremos, por fin, deleitarnos con la Peña la Cruz y el espectacular mirador desde la Cruz hacia Béjar y volver a esta ciudad por el llamado Camino de los Registros.
Béjar dispuso, desde muy temprano, mediados del Siglo XV (1454), de un sistema de abastecimiento de agua que procedía de los montes que la rodean. Primero (ver estudio de José Muñoz sobre el Acueducto de la Corredera) a través de cañerías de arcaduces de cerámica, que se renuevan a partir de mediados del Siglo XVI con obra de piedra. El sistema era de gravedad y, para aminorar la presión, se construyó un acueducto sobre arcos en La Corredera, sistema del que sólo dispusieron media docena de ciudades en España : Mérida, Cuenca, Teruel, Ciudad Rodrigo, Oviedo y Plasencia.
Los principales puntos de toma de agua y conducción fueron los que se ubican en el llamado Camino de los Registros, debajo de la Peña de la Cruz y el Arca Madre, depósito ubicado en las inmediaciones del Castañar, en la Cuesta del Arca Madre. Ambos puntos, de tantísima importancia histórica, se recorren en esta ruta.
Particular importancia tuvieron las aguas que vienen del Camino de los Registros, canalizadas de forma moderna desde principios de 1800. Desde 1928/1929, tienen un moderno sistema de traída de aguas, como puede comprobarse en las rejillas de los registros, donde figura la leyenda: "Abastecimiento de Agua de Béjar. 1928 (o 1929) y el nombre de Izard, la fábrica donde se fabricaron los mismos. Recientemente se ha hecho una rehabilitación de estas captaciones, construyéndose una nueva fuente (Fuente de los Registros), junto al magnífico depósito que siempre fue el principal punto de abastecimiento de la ciudad de Béjar hasta la construcción del Embalse de Navamuño.
De este modo, salgo desde el mismo centro de Béjar, junto al Ambulatorio. Se toma la Carretera nacional 630 y un poco más arriba, a la derecha, por el Cordel de Merinas se sigue por el antiguo Camino de Candelario para acceder a la carretera que baja desde El Castañar a conectar con la de Candelario. Una vez en ésta, pasamos por el puente sobre el Río Cuerpo de Hombre y, al salir de él, a la izquierda, se toma el camino (para evitar la carretera) que nos sube hasta Candelario. Al llegar al principio del pueblo, se toma a la izquierda un sendero que nos lleva por el parque y hasta la Ermita del Humilladero. Seguimos por la carretera que sube a la Plataforma, y a la altura de un taller tomamos un pequeño sendero, el camino de los enamorados, que nos lleva hasta la piscina.
Siguiendo por la carretera de la Garganta, en seguida, a la derecha, se toma el camino de la central de la Abeja (hay un cartel que señala: Béjar, 5,5 kilómetros. Al llegar a la Central, subimos por el camino, hasta llegar a la Pista que va desde Llano Alto al Pantano de Navamuño, que tomamos hacia la izquierrda, continuando por ella hasta, a la derecha, tomar el estrecho y precioso camino de Los Paporros (habitantes de la Garganta). De este modo, llegamos al Alto de Arrebatacapas. Aquí se toma una pista a la derecha que sube hasta la pista que lleva a Peñanegra. Éste, sin duda, es el tramo más difícil de la ruta, pues el desnivel es bastante fuerte, 100 metros de desnivel en 500 metros de pista. A mitad de subida, hay que tomar un pequeño sendero a la derecha, con un hito que lo marca. NO SE VE MUY BIEN, HAY QUE PRESTAR ATENCIÓN. Este precioso sendero (que no conocía), nos lleva directamente hasta la Peña de la Cruz, donde podremos deleitarnos en este maravilloso espacio tan querido de los bejaranos, con su Cruz y mirador hacia Béjar. Cerca de la Cruz hay un pequeño sendero (poco visible), que nos conecta con el Camino de los Registros. Si se quiere hacer más fácil, mejor tomar de nuevo la pista grande que baja a Llano Alto y, como a un kilómetro, a la izquierda, junto al recuerdo a Jesusín, una pista nos lleva directamente y de forma más cómoda a la primera arqueta del Camino de los Registros, muy cerca del precioso depósito donde un río subterráneo desemboca con fuerza, escuchándose perfectamente su fragor.
Ya sólo tenemos que seguir este precioso camino, entre magníficos robles, por donde discurren los registros y la conducción de agua (unos 20 y de ahí su nombre), hasta Llano Alto. Aquí tomamos por el atajo, para no ir por la carretera, hasta el Santuario de la Virgen del Castañar. De allí continuamos hasta tomar el Camino de los Rodeos, con el mirador de la Virgen del Castañar hacia Béjar y pasar junto al Arca Madre, el último depósito de agua de abastecimiento histórico de la ciudad. Un poco más abajo, en el Regajo, tocamos ya la industrial e histórica ciudad de Béjar con los dedos, dando fin a este maravilloso paseo.
Excelente ruta otoñal por los alrededores de Béjar, con una enorme variedad de senderos, recorriendo Candelario, Peña de la Cruz, el Castañar, Béjar. Permite, de modo cómodo, conectar con un ecosistema único, de riquísima masa forestal (fundamentalmente Castaños, Robles y Pinos). La zona de Castaño de Béjar (El Castañar) y norte de Cáceres, ocupa una de las zonas de castañares (Castanea Sativa), más amplia de España y de Europa, ofreciendo en otoño, por el hermosísimo colorido de sus hojas desprendiéndose del árbol, un espectáculo único. Al mismo tiempo, podremos contemplar el Pantano de Navamuño, construido en término municipal de Candelario, sobre el regato de la Angostura, aunque su principal fuente de agua lo constituye el Río Cuerpo de Hombre a través de una canal de alimentación. Es una presa de materiales sueltos que, en su momento (1989), fue la más alta del País (70 metros). Podremos, por fin, deleitarnos con la Peña la Cruz y el espectacular mirador desde la Cruz hacia Béjar y volver a esta ciudad por el llamado Camino de los Registros.
Béjar dispuso, desde muy temprano, mediados del Siglo XV (1454), de un sistema de abastecimiento de agua que procedía de los montes que la rodean. Primero (ver estudio de José Muñoz sobre el Acueducto de la Corredera) a través de cañerías de arcaduces de cerámica, que se renuevan a partir de mediados del Siglo XVI con obra de piedra. El sistema era de gravedad y, para aminorar la presión, se construyó un acueducto sobre arcos en La Corredera, sistema del que sólo dispusieron media docena de ciudades en España : Mérida, Cuenca, Teruel, Ciudad Rodrigo, Oviedo y Plasencia.
Los principales puntos de toma de agua y conducción fueron los que se ubican en el llamado Camino de los Registros, debajo de la Peña de la Cruz y el Arca Madre, depósito ubicado en las inmediaciones del Castañar, en la Cuesta del Arca Madre. Ambos puntos, de tantísima importancia histórica, se recorren en esta ruta.
Particular importancia tuvieron las aguas que vienen del Camino de los Registros, canalizadas de forma moderna desde principios de 1800. Desde 1928/1929, tienen un moderno sistema de traída de aguas, como puede comprobarse en las rejillas de los registros, donde figura la leyenda: "Abastecimiento de Agua de Béjar. 1928 (o 1929) y el nombre de Izard, la fábrica donde se fabricaron los mismos. Recientemente se ha hecho una rehabilitación de estas captaciones, construyéndose una nueva fuente (Fuente de los Registros), junto al magnífico depósito que siempre fue el principal punto de abastecimiento de la ciudad de Béjar hasta la construcción del Embalse de Navamuño.
De este modo, salgo desde el mismo centro de Béjar, junto al Ambulatorio. Se toma la Carretera nacional 630 y un poco más arriba, a la derecha, por el Cordel de Merinas se sigue por el antiguo Camino de Candelario para acceder a la carretera que baja desde El Castañar a conectar con la de Candelario. Una vez en ésta, pasamos por el puente sobre el Río Cuerpo de Hombre y, al salir de él, a la izquierda, se toma el camino (para evitar la carretera) que nos sube hasta Candelario. Al llegar al principio del pueblo, se toma a la izquierda un sendero que nos lleva por el parque y hasta la Ermita del Humilladero. Seguimos por la carretera que sube a la Plataforma, y a la altura de un taller tomamos un pequeño sendero, el camino de los enamorados, que nos lleva hasta la piscina.
Siguiendo por la carretera de la Garganta, en seguida, a la derecha, se toma el camino de la central de la Abeja (hay un cartel que señala: Béjar, 5,5 kilómetros. Al llegar a la Central, subimos por el camino, hasta llegar a la Pista que va desde Llano Alto al Pantano de Navamuño, que tomamos hacia la izquierrda, continuando por ella hasta, a la derecha, tomar el estrecho y precioso camino de Los Paporros (habitantes de la Garganta). De este modo, llegamos al Alto de Arrebatacapas. Aquí se toma una pista a la derecha que sube hasta la pista que lleva a Peñanegra. Éste, sin duda, es el tramo más difícil de la ruta, pues el desnivel es bastante fuerte, 100 metros de desnivel en 500 metros de pista. A mitad de subida, hay que tomar un pequeño sendero a la derecha, con un hito que lo marca. NO SE VE MUY BIEN, HAY QUE PRESTAR ATENCIÓN. Este precioso sendero (que no conocía), nos lleva directamente hasta la Peña de la Cruz, donde podremos deleitarnos en este maravilloso espacio tan querido de los bejaranos, con su Cruz y mirador hacia Béjar. Cerca de la Cruz hay un pequeño sendero (poco visible), que nos conecta con el Camino de los Registros. Si se quiere hacer más fácil, mejor tomar de nuevo la pista grande que baja a Llano Alto y, como a un kilómetro, a la izquierda, junto al recuerdo a Jesusín, una pista nos lleva directamente y de forma más cómoda a la primera arqueta del Camino de los Registros, muy cerca del precioso depósito donde un río subterráneo desemboca con fuerza, escuchándose perfectamente su fragor.
Ya sólo tenemos que seguir este precioso camino, entre magníficos robles, por donde discurren los registros y la conducción de agua (unos 20 y de ahí su nombre), hasta Llano Alto. Aquí tomamos por el atajo, para no ir por la carretera, hasta el Santuario de la Virgen del Castañar. De allí continuamos hasta tomar el Camino de los Rodeos, con el mirador de la Virgen del Castañar hacia Béjar y pasar junto al Arca Madre, el último depósito de agua de abastecimiento histórico de la ciudad. Un poco más abajo, en el Regajo, tocamos ya la industrial e histórica ciudad de Béjar con los dedos, dando fin a este maravilloso paseo.
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