Belalcázar Guadamatilla Pellejeros Mina La Solana

Ruta por estos páramos donde veremos el Puente de Pellejeros y el molino cercano, también denominado de Pellejero. El puente, cercano a la carretera entre Belalcázar y Santa Eufemia, parece ser del siglo XIII para comunicar los poblados del entorno cercano, como los Santiagos o el Cerro del Santo. También se usaría en periodos de crecidas del río, desviándose la Vereda de la Plata pra poder cruzar. La Vereda, también llamada Camino de Sevillo, cruza Los Pedroches desde El Viso, Belalcázar, Hinojosa del Duque, Valsequillo, Los Blázquez hasta Fuente Obejuna y por aquí en algunas zonas estás roturado casi en su totalidad, siendo difícil seguirlo, sin mantener el ancho que le corresponde. "En los albores del siglo X ya se hallaba en uso un camino de Toledo a Sevilla, que pasaba por Gafiq, la actual población de Belalcázar. No sabemos si este camino se configuró en época romana o ya en la visigoda, cuando Toledo y Sevilla eran las ciudades más importantes del solar ibero".
El molino, ya abandonado mantiene su arquitectura, pero cada vez va a peor. El agua le llegaba `por una canal con un posible pantano, 500 metros más arriba. Cercano al molino veremos dos aberturas o aliviaderos, así como un puente de bloques de piedra.
El camino junto al río dependerá de la época, acercándonos o alejándonos. Veremos muchas aves y mamíferos. Nos iremos adentrando en una zona diferente, más abrupta y árida. Como una estepa o un páramo, pero que tiene una belleza peculiar.
Saldremos de la zona cercana al río y tomaremos una pista que nos llevará a la mina de la Solana, con sus diferentes pozos y sondeos, con los que hay que ir con cuidado. Subimos al vértice que nos darán vistas a las dos caras de esta ruda pequeña sierra, donde encontraremos una trinchera a largo de su falda. La mina de la Solana, de galena argentífera y calcopirita, parece ser que ya estaba en uso en época romana, ya que se han encontrado restos y utensilios de ocupación de época prerromana. El filón central, tiene dieciocho pozos de unos veinte metros de profundidad. El pozo que está delante de la sala de Casa de las máquinas de bombeo era el pozo Toro, que está cerrado con cemento. La mina dejo de funcionar hacia 1894, aunque ha habido varios intentos de volverla a poner en uso, pero parece ser que no son rentables los filones.