Benabarre Histórico y Natural

En este track, que parte del casco urbano de Benabarre, realizaremos una circular para poder ver los numerosos lugares de interés que tiene esta encantadora población.

DESCRIPCION DE LA RUTA:

Comenzaremos estacionando el vehículo junto a la carretera N-123 en un amplísimo estacionamiento habilitado para los visitantes ya que evita tener que callejear por las vías urbanas que siempre son estrechas. Está muy bien indicado y el piso es de asfalto, lo cual añade más comodidad si cabe.

Cruzamos a carretera dirección oeste, veremos unos carteles indicadores hacia los lavaderos antiguos. Bajamos por este camino un poco maltrecho pasando primero junto a un pozo, antiguo y en muy buen estado. Luego vemos los lavaderos en un entorno recuperado para el visitante, junto al barranco.

Para continuar, bajamos unos metros del cauce y enseguida a la izquierda vemos un paso entre viejas construcciones, subimos por éste sendero encajonado hasta la carretera (el final son unas escaleras).

Cruzaremos la carretera y vemos por fuera el Hospital de Santa Elena, reconvertido en albergue. En adelante seguimos bajando junto a la carretera primero por la acera, luego subimos unas escaleras para acceder a una calle paralela que evita el tráfico (muy importante, pasan bastantes camiones).

Llegamos a la N-230, ultimos 20 m. muy próximos a la circulación, torcemos a la izquierda siguiendo el arcén o incluso por la margen ó cuneta. Andamos un centenar de metros hacia arriba y cruzamos la carretera N-230 (sin paso de peatones) perpendicularmente para ir en busca de un sendero que, mediante unas empinadísimas escaleras, desciende al barranco de San Medardo.

Mucha atención con las escaleras, son de troncos redondos de madera que con la humedad resultan bastante peligrosos. Ver las fotos.

En el barranco cruzamos por un puentecito de piedra para poder visitar el antiguo molino harinero. Es muy curioso y se conservan algunos elementos todavía.

Retrocedemos hasta el puente y seguimos una senda al sur, que conduce a una zona de escalada. Pasada ésta, seguimos un camino pero enseguida por la izquierda nace un sendero algo abrupto y solo indicado por medio de algunos mojones. Con el tiempo este sendero está más y más pisado.

Seguimos la senda que, girando al norte, lleva primero a la antigua balsa donde acumulaban agua para el molino. Estamos justo encima del edificio donde molían el grano para hacer la harina.

Cruzamos por el mismo muro de la balsa y continuamos la senda, estrecha pero muy chula. El barranco desde este punto en la altura muestra todo su esplendor, seguimos subiendo por lazadas cortas pero intensas, luego encontraremos una especie de mirador y enseguida un paso "técnico", son cuatro grapas (una de ellas arrancada) y una cuerda para sujetarse. Más adelante hay un par de pasos más de pequeña dificultad, un Iº que se resuelven con rapidez.

La senda acaba en el nudo de carreteras que permite cruzar sobre la N-230 y acceder a la otra margen, donde existe una pequeña urbanización. Por la derecha está el PR-HU132 señalizado, seguimos el camino ascendiendo hasta un collado. Ha desaparecido el ruido de la carretera aunque es menos divertido el camino que el sendero.

En el collado tomamos el camino de la izqueirda que va por detrás de la cresta montañosa llamada "Serreta del Monte", poco a poco nos aproximamos a unas granjas porcinas malolientes, una pena tener que pasar por aquí, aunque solo es un momento.

Pasadas las granjas enlazaremos con otro camino (GR-18) y enseguida por la izquierda, otro sendero que conduce hacia una especie de puente o presa, en el barranco que cruza la serreta. Vi el profundo congosto y pasé el "puente", hay unos restos de una gran construcción (vivienda) junto al mismo.

En adelante hay que prestar mucha atención porque nuestra senda no sube apenas, es pasar el puente y enseguida por la derecha bajar a media ladera. Otro sendero sube pero no es nuestra ruta.

Poco a poco nos aproximamos al barranco de San Medardo que es donde desemboca el que cruzaba la serreta. Parece imposible cruzarlo porque hay muchísima vegetación, pero no es así: pronto encontraremos el paso por donde atravesar el bonito cauce y subir por la otra ladera en busca del Pozo de Hielo, uno de los monumentos importantes de Benabarre.

Vemos por dentro y por fuera el enorme pozo y nos dirigimos al casco urbano pasando junto a unas balsas de agua y bajando por un senderito.

Ya dentro del pueblo, cruzamos una calle (WP25) accediendo a unos callejones entre muros que separan las huertas, no imaginaba ver esto aquí, es como un sinfín de huertas con sus muros y sus puertas individuales, y en el callejón la conducción de agua para riego. Para mí ha sido todo un descubrimiento.

Seguimos callejeando hasta el Castillo de los Condes de Ribagorza, el gran castillo de Benabarre que es un monumento impresionante, restaurado, visitable, hermosísimo y con unas vistas desde el alto alucinantes (a las horas que he pasado estaba cerrado, pero hice la visita hace unos años).

Descendemos por la calle Mayor con casas sobre la calle, hasta la iglesia parroquial, gran fachada y un anfiteatro en su parte trasera (estaba el acceso cerrado con verja y candado)

Desde la iglesia sigo caminando junto a la carretera N-123 que cruzaré más adelante para ir a ver la ermita de Santa Ana, es pequeña pero desde ella tendremso una última panorámica de los rayos de sol al atardecer iluminando las casas y el castillo de Benabarre.

Una vuelta preciosa que, de una forma u otra, siempre podremos repetir.