Benalauría - Benadalid - Río Genal ' Venta San Juan

Ruta anfibia: Benalauría-Benadalid- Molino Gorgote (ruinas) -Venta San Juan (por el río Genal)

Distancia aprox. 21 k
Desnivel aprox. de subida: 468 m (casi todo el desnivel de subida lo haremos en los 3 primeros kilómetros entre Benalauría y el “Puerto de la Horca” (850 msnm) entre Benalauría y Benadalid).
Desnivel aprox. de bajada: 901 m (casi todo el desnivel de bajada lo haremos entre el “Puerto de la Horca” (Km 3,3) y la Venta san Juan (km 21).
Inicio: Benalauría 700 msnm.
Entre cada uno de los puntos mencionados hay varios tramos de sube y naja que son los que van agregándose a los desniveles totales.
Final de ruta: Venta San Juan (210 msnm)
Nivel dificultad física: Medio/alto por su longitud y porque los últimos kilómetros caminando por el agua, sobre los guijarros del río, se pueden hacer muy pesados e incluso, interminables para cualquier persona no acostumbrada.
Nivel dificultad técnica: Bajo (más allá de las típicas piedras resbaladizas del río, para las que los dos bastones siempre nos darán mucha estabilidad).
Tipo suelo: Suelo urbano por las calles de Benalauría y Benadalid, 10 km de senderos donde predominarán: alcornocales, castaños y encinas, 2 km de senderos mal marcados o antiguos caminos invadidos de hojarasca y matorral campo través, 9 km por el lecho del río, algunas veces por dentro del mismo, otras veces por sus orillas.
Tipo de recorrido: Travesía lineal de Oeste a Este, hasta descender al río Genal, una vez en el río Genal, la travesía por el mismo discurre la mayor parte del tiempo con dirección predominantemente sur hasta la Venta San Juan.
Estado del río Genal para el 17 Junio 2023:
Entre los meses de mayo y julio he recorrido todos los tramos del río Genal, desde su teórico nacimiento en Igualeja hasta su desembocadura en el río Guadiaro, repartido en más de 20 ocasiones desde 2002 hasta Junio de 2023 (repitiendo muchos tramos), pero nunca me había encontrado el río Genal tan bajo de caudal como este mes de Junio 2023.

TEMA COMIDA-BEBIDA:
Aunque al inicio de la ruta pasamos por Benalauría y Benadalid, donde siempre podremos dedicar unos minutos tomarnos algo en algún bar. Y la ruta finaliza en el restaurante de la Venta de San Juan, lo normal es que allí no lleguemos hasta pasadas las 18.00 pm, por lo que TODOS DEBEMOS LLEVAR NUESTRA COMIDA Y BEBIDA (mínimo 2-3 litros por persona) en la mochila, porque durante las horas centrales del día estaremos en lo más profundo del Valle del Genal, lejos de todo e incluso en muchas zonas sin cobertura.
Toda el agua que consumamos en el tramo de subida entre benalauría y Benadalid, lo debemos reponer en alguna fuente, bar o pequeña tienda de ultramarinos de Benadalid, porque aunque a partir de aquí, casi todo es bajada, el camino se puede hacer muy largo,sobre todo en jornadas de verano o con la primavera muy vanzada,

A TENER EN CUENTA:
1º) Hora y punto de encuentro (recomendado): Antes de las 10.00 am en el Puente de la Venta San Juan (carretera Algatocín – Jubrique-Genalguacil, porque al tratarse de una travesía, lo primero que debemos hacer es dejar un coche en este lugar que será el final previsto de recorrido y trasladarnos en el resto de vehículos o con el taxi que hayamos contratado hasta Benalauría o bien hasta Benadalid, si queremos acortar la ruta unos 4,5 km y ahorrarnos casi todo el desnivel de subida, el 90% del cual lo hacemos en el trayecto que va de Benalauría a Benadalid.

2º) El río Genal, no requiere de neopreno, ni ningún equipo especial en ninguno de sus tramos, pues desde su teórico nacimiento en Igualeja, hasta su unión con el Guadiaro es un río muy dócil con pozas poco profundas, sin mayor dificultad que la propia vegetación de ribera. Si hacemos esta ruta en un año de lluvias abundantes, obviamente las pozas serán más amplias y profundas, pero casi siempre evitables para quien no quiera bañarse y más del 90% del trayecto iremos caminando con el agua por debajo de las rodillas.

3º) RECOMENDACIONES PARA CUALQUIER RUTA ANFIBIA:
Siempre vamos a recomendar el BOTE ESTANCO, aunque para esta ruta con una bolsa estanca o incluso una doble bolsa normal de plástico podría ser suficiente, ya que salvo en años de lluvias abundantes (y muy recientes), los tramos de nado o aguas profundas, son inexistentes.
En el bote estanco nunca deben faltar “bridas” o /y “cinta americana” para remendar el calzado de ese compañero/a que ha cometido el error de trarse un calzado viejo, o que hace tiempo que no utilizaba y se le ha separado la suela de la bota a poco de empezar a caminar por el agua.
BOTAS DE TREKKING: Abstenerse de venir con playeras, sandalias o incluso unos tenis. Se trata de un terreno muy rocoso y en ocasiones muy resbaladizo. Las botas más recomendables para este tipo de rutas (incluso para la mayoría de barranquismo) son las botas de Trekking Quechua del DECATHLON de primer o segundo precio con buena suela de agarre y puntera dura para algún posible punterón en alguna piedra oculta del río.
Llevar unas botas o calzado viejo, que hace mucho tiempo, que no usamos, es un craso error que en el 99% de los casos acaba con la suela despegándose por la puntera y nos puede fastidiar el resto de la ruta (a nosotros y a nuestros compañeros). Si este es el caso de algún participante, siempre deberá llevar un 2º calzado de emergencia, por si acaso, o en su defecto: cinta americana + trabillas o cordones largos extras.
BASTONES: Si son dos, mejor que uno para tener más equilibrio mientras caminamos por el lecho del río, donde los bastones nuestros ojos o nos avisan de obstáculos o/y piedras altas en las zonas de aguas turbias.
DEJAR MUDA de ropa y calzado cómodo en el maletero de cualquier coche que hayamos dejado aparcado en el final previsto de ruta.
En el botiquín de rutas anfibias nunca debe faltar pomadas para las picaduras de insectos.


BREVE DESCRIPCIÓN DEL ITINERARIO:
1ª PARTE: DE BENALAURÍA A BENALADALID (Por el Sendero G.R.141 Seerranía de Ronda, Etapa: Alpandeire-Atajate-Benadalid-benalauría en sentido inverso)
Antes de nada recordar que este itinerario podemos acortarlo y hacerlo mucho más cómodo bajando directamente desde Benalauría o desde Benadalid hasta el río Genal y una vez allí, río abajo hasta el puente de la venta San Juan. Si bien, debemos advertir que una vez que abandonamos el sendero Benalauría- Benadalid, y tomamos la red de senderos secundarios hacia el fondo del valle, nos enfrentamos a un laberinto de cruces, caminos, vayas y verjas que no vienen en los mapas, que convertirán en un desafío nuestra progresión, donde nuestra experiencia en orientación y algunos tramos de campo través “al destrso” será muy importante. Estimo oportuno aclarar, que algunos caminos que vienen perfectamente señalados en el mapa IGN sobre los que trace el tracvk que utilicé de referencia (hecho a mano en mi ordenador), ya no existen en la actualidad, y tuvimos que afrontar algunos caminos por empinados terraplenes ladera abajo, o por senderos invadidos de vegetación que tampoco aparecen en los mapas.

En cualquier caso, como nosotros éramos un grupo pequeño formado por buenos caminantes: “El Soltero de Oro”, “La Amazona Bielorrusa”, “Grace Kelly” y un servidor, decidimos adornar la ruta, realizando el precioso tramo entre Benalauría y Benadalid, disfrutando del encanto de sus callejuelas, plazoletas, rincones históricos y preciosas vistas de ambos pueblos y de su entorno, como el emblemático peñón de Benadalid en el primer tramo del recorrido.

Una vez que dejamos nuestro vehículo en la Venta San Juan, el taxi nos llevó hasta el pequeño Parking municipal de Benalauría, donde pusimos nuestro GPS en marcha con el cuentakilómetros a cero y como primera foto ese entrañable mosaico de azulejos dibujado y elaborado de una forma muy artístico cual mapa de “J.R.R. Tolkien” en el Señor de los Anillos, donde nos aparecen sus principales montañas, ríos, afluentes, flora, fauna predominante y unas breves reseñas del pueblo. Estos preciosos murales son una seña de identidad a la entrada de todos y cada uno de los pueblos de la Serranía de Ronda. Comenzamos a caminar por las calles del perímetro nordeste de Benalauría desde donde vamos disfrutando de preciosas vistas hacia el interior del valle del Genal, además delencanto de las casas que nos rodean impregnados del carácter genuinamente arabesco, como si estuviésemos en algún pueblecito de montaña del Atlás marroquí.

Benalauría se encuentra recostada sobre una empinada ladera de levante en el margen derecho del río Genal, a 665 msnm, con 438 habitantes (en el último censo oficial de 2020), algunas de sus calles son tan empinadas, que según se dice, no se camina, se trepa. Se trata de un precioso pueblecito de origen bereber, con magnificas vistas del valle del Genal y otras sierras cercanas como la de las Nieves al Este, del Oreganal al Nordeste, Los Reales de Sierra Bermeja al Sudeste, la piramidal silueta de Sierra Cresterllina al sur o el peñón de Benadalid al Oeste con el cordal montañoso que separa los valles del Genal donde nos encontramos y del Guadiaro al otro lado.

Su nombre proviene de la colonización bereber (primer tercio del siglo VIII), de los descendientes de la tribu de los Banu-I-Hawariya. Benalauría perteneció a la Cora o provincia de Takurunna (que abarcaba aproximadamente todo lo que es la Serranía de Ronda hasta su prolongación con la Linea, Gibraltar, Algeciras y Tarifa). A partir del siglo XIV pasa a pertenecer al Reino Nazarí de Granada. Tras la conquista cristiana y la posterior expulsión de los moriscos a partir de 1570, Benalauría sufrió la despoblación como el resto de pueblos del valle del Genal, siendo repoblada con personas venidas del valle del Guadalquivir y Sierra Morena.

La herencia andalusí es más que palpable en el callejero urbano de Benalauría, ajustado a varios viales alineados de manera horizontal y otros verticales que acaban de vertebrar el entramado, donde destaca la iglesia de Santo Domingo de Guzmán, del siglo XVI, presidida por las imágenes de los patrones de Benalauría: Santo Domingo de Guzmán y la Virgen del Rosario. Esta Virgen fue la única superviviente del incendio de la capilla durante la Guerra Civil.
El espíritu morisco se conserva muy vivo en la memoria y las tradiciones de Benalauría. El municipio cuenta con un centro de interpretación llamado la Casa de Moros y Cristianos. En este espacio conoceremos un poco más sobre el pasado islámico de la Costa del Sol y las batallas que libraron los Reyes Católicos en la Reconquista de la Península Ibérica.

Otro curioso lugar en Benalauría es el famoso Columbario Romano del Cortijo del Moro. Este yacimiento arqueológico está formado por un panteón funerario romano que data aproximadamente del siglo I. Junto a él, se conservan los restos de una pequeña villa agrícola.

Para informarnos sobre las costumbres y los trabajos del campo merece la pena visitar: el Lagar y el Museo Etnográfico. El Lagar de Benalauría sigue siendo a día de hoy un lugar de trabajo activo, donde se reúnen diferentes grupos del gremio de la artesanía para realizar su oficio. En otra época, y como revela su nombre, éste era el lugar donde se pisaba la uva para la elaboración del vino.

En un antiguo molino de aceite del siglo XVIII encontraremos el Museo Etnográfico de Benalauría. El molino estuvo en uso hasta los años sesenta del siglo pasado y en su interior se conserva intacta la maquinaria, los utensilios propios de la molienda de la aceituna y una impresionante viga de más de 12 m de longitud que se utilizaba en el proceso de prensado. Este museo cuenta con un servicio de guía y una tienda con souvenirs y productos típicos del municipio.

Junto al Ayuntamiento existe una sala interpretativa de la Fiesta de Moros y Cristianos, declarada de Interés Turístico Nacional y Fiesta de Singularidad Turística Provincial, cuya celebración tiene lugar el primer domingo de agosto. Se trata de una representación en vivo, con participación popular, enmarcada en el episodio de la rebelión mudéjar de 1501, acontecida en las montañas de Sierra Bermeja, y cuyo hecho histórico más relevante fue la rota del Calaluz o Calalui, donde perecieron un centenar de soldados cristianos, entre ellos D. Alonso de Aguilar, hermano menor del celebérrimo Gonzalo Fernández de Córdoba, conocido como el Gran Capitán. Algunos autores sitúan el lugar de la batalla en el cerro del Castellón o Reales Chicos, en pleno Paraje Natural Los Reales de Sierra Bermeja, aunque otras hipótesis, basadas principalmente en los topónimos, la ubican en el cerro del Canalizo.

Los primeros pobladores de los que se tiene noticia son la tribu bereber Banu -l-Hawariyya, quienes dieron nombre al pueblo. Estos pobladores se establecieron a media ladera, construyendo bancales de regadío bajo los manantiales, formando una "línea de rigidez", bajo la que se establecen los riegos por gravedad, y que no pudo ser acrecentada. Por encima de ésta apenas existen cultivos, aunque sí la silvicultura y el pastoreo. Tras la conquista cristiana los moros permanecen en calidad de mudéjares bajo la jurisdicción de los Condes de Feria, pero, tras varias revueltas, la expulsión definitiva de los moriscos tiene lugar en el año 1570 y Benalauría es ocupada por cristianos del valle del Guadalquivir y Sierra Morena, quienes siguen sujetos a la jurisdicción señorial, con las casas de Alcalá y de Medinaceli.

En el siglo XVIII, la población crece de 383 a 885 habitantes en 1787, gracias a las favorables condiciones económicas del momento que propician la extensión del cereal y de la arboricultura, especialmente del viñedo y después del olivar: es el momento de la construcción de las almazaras de sangre e hidráulicas que aún existen. También se reconstruye la iglesia y se realizan las obras de la Plaza con la construcción del Ayuntamiento, el Pósito de Labradores y otros edificios, cuyo bello conjunto dieciochesco aún se puede admirar. El inicio del Siglo XX coincide con el momento de máximo crecimiento económico y agrícola de la zona.

Actualmente la mayor parte de su población activa está "volcado" en desenterrar su pasado, siendo los frutos de este entusiasmo excelentes, pudiendo admirarse los resultados en su Museo Etnográfico. La base urbana de todo este movimiento etnográfico se encuentra en la estructura industrial que tenía Benalauría con cuatro molinos de aceite dentro del pueblo, dos en la sierra (uno de ellos de trigo) y otro junto al Genal.

La problemática urbana gira en torno a las dificultades para encontrar casas y destinarlas al turismo rural, ya que suele haber conflictos hereditarios. De todos modos, tampoco es un municipio que quiere crecer si ello conlleva la pérdida de los encantos de sus sinuosas y estrechas calles. Actualmente la economía de Benalauría, aparte de lo ya comentado, se basa en la artesanía, fundamentalmente en la talla de madera, aunque también se trabaja con la piedra, barro y cuero. El trabajo en madera se hace con aquellas partes del castaño que se podan sin mayor interés que la de beneficiar este importante cultivo. Singular en este pueblo es que, junto a Parauta, son los únicos que elaboran un exquisito producto de confitería: el "marrón glace".

Una vez en la plaza del pueblo donde bebimos y nos refrescamos en la Fuente Grande, subimos por el panorámico entramado de escaleras del Mirador de la Parra que ya nos situa en la parte alta del pueblo para conrtinuar hasta la pequeña fuentecilla (regulada por un grifo) de Fuente de Ntra. Sra. Del Rosario, que marca el inicio de un ramal de ida y vuelta que nos lleva hasta la ubicación de un pequeño torreón de vigilancia recientemente restaurado, cada recodo de este corto, pero empinado sendero recientemente remozado, con varios paneles informativos, nos permite recrearnos con magníficas vistas del entorno y en todo momento, el pueblo de Benalauría a nuestros pies, tomando conciencia de todo el desnivel de subida que ya hemos ganando en tan corto trayecto. Regresamos sobre nuestros pasos hasta la mencionada fuentecilla y tomamos a la derecha, en sentido ascendente, un angosto sendero con mucho vuelo en un primer tramo, que discurre en paralelo a una pequeña vaguada sin nombre hasta situarnos en el cruce de cuatro caminos situado en el collado del cerro, que identificaremos fácilmente por un castaño seco, recortado por el cielo y el peñón de Benadalid al fondo, tomamos el ramal central y en pocos minutos dejaremos a nuestra derecha el Polideportivo de Benalauría, y caminaremos unos 300 m (con las debidas precauciones) junto al ramal de la carreterilla, que nos lleva hasta la carretera principal “A-369 Ronda-Gaucín-Algeciras”, que atravesaremos para tomar el sendero que siempre en sentido, ascendente, nos lleva en pocos minutos hasta un cruce de sendas, donde se nos indica: A la izquierda: Jimera de Líbar (a 12,8 km, por la pista que también nos acerca al pie del peñón de Benadalid) y de Frente: Benadalid a 1,8 km, coincidiendo con nuestra trayectoria que en este tramo la realizamos sobre el
por el Sendero G.R.141 Serranía de Ronda, Etapa: Alpandeire-Atajate-Benadalid-benalauría en sentido inverso. Poco a poco seguimos ascendindo, llevando a nuestra izquierda y a veces a nuestra espalda el imponente peñón de Benadalid y tajo de Los Aviones, un kilómetro después llegamos al Puerto de la Horca, desde el cual, la mayor parte de la ruta será en sentido descendente. Venimos a salir a la mencionada carretera a la altura del pueblo de Benadalid, al que podemos acceder directamente, pero antes de nada, recomendamos desviarnos unos 300 m a la izquierda del punto donde venimos a salir a dicha carretera, para empezar la visita a Benadalid desde su antiguo castillo, que durante muchos años, también hizo las veces de cementerio.


2ª PARTE: DE BENALADALID AL ARROYO GORGOTE (Por el Sendero PR.236 Benadalid – Benalauría, hasta un poco más allá del “Castaño Mataquince”)
Cuentan las lenguas antiguas que Benaladid tiene orígenes celtas y espíritu árabe. Se encuentra situado a 690 msnm. La configuración actual del municipio, que cuenta con tan sólo 236 habitantes (según el censo de 2021), se remonta a la dominación árabe en el siglo VIII, cuando una tribu bereber, los Beni-Al-Jalid, de cuyo nombre derivó Benadalid o “Descendiente de Jalid”, se instaló en estos parajes. No obstante, según algunos autores en Benadalid ya existía una fortaleza en época romana, sobre la que más tarde se construyó su pequeño castillo fortaleza.

El término municipal se extiende desde el mismo río Genal hasta el vecino Valle del Guadiaro, en una franja de territorio con grandes contrastes y accidentado relieve. En el Valle del Genal abundan los olivos, castaños, encinas y alcornoques, que nos acompañarán durante la mayor parte de este itinerario, así como una curiosa variedad de frutales en los caminos cercanos a ambos pueblos.


Al igual que Benalauría, Benadalid, es una excelente muestra de las costumbres, la tradición y la arquitectura popular adaptada al terreno montañoso de la comarca del Valle del Genal. Adentrarse en la historia romana, musulmana y celta de la provincia, descubrir un singular castillo reconvertido en cementerio, pasear por sus callejuelas o disfrutar de la riqueza natural de la Serranía de Ronda son motivos sobrados para su visita.

Entre sus edificios más emblemáticos destaca la iglesia parroquial de San Isidoro, situado junto al Ayuntamiento, en la plaza Bení Al Jalí. La iglesia data del año 1505 y fue reformada en el siglo XVIII. Del templo original se conserva el arco toral de la cabecera y una puerta mudéjar hoy cegada. El reloj de la torre-campanario fue donado en 1954 por el Consistorio.

Como ya hemos comentado anteriormente destaca su pequeño castillito, de origen romano y conserva tres de las cuatro torres confinadas en las esquinas de su planta. Tras la conquista cristiana de estas sierras el castillo perteneció al Conde de Feria primero y a los Duques de Alcalá despué. Más tarde, en el siglo XVII, pasó a manos de la casa de Medinaceli y fue residencia del alcalde de las villas de Benadalid y Benalauría. Actualmente, alberga el cementerio del municipio y durante cada mes de agosto se convierte, además, en el escenario de la Fiesta de Moros y Cristianos, declarada Fiesta de Singularidad Turística Provincial. La trama de la Fiesta de moros y cristianos se basa en las trifulcas acontecidas entre andalusíes y castellanos (rebelión mudéjar de 1501 y rebelión morisca de 1570) tras los incumplimientos de las capitulaciones. El guión es parecido al de Benalauría: los sarracenos secuestran al patrón, se produce una lid y finalmente es liberado por la soldadesca cristiana en medio de una gran algarabía. Le sigue la procesión en la que participan ambos bandos. Benalauría cuenta con un centro de interpretación de la representación.

Junto al Castillo-Cementerio se encuentra la Cruz del Humilladero, un monumento de 1776 que conmemora la rendición árabe tras la conquista de Ronda por los Reyes Católicos. Durante la dictadura franquista, este monumento fue renombrado como Cruz de los Caídos.

Otra visita muy recomendable en Benadalid es El Alambique, una antigua destilería en la que actualmente se ubica el Museo de Artes y Costumbres Populares. En él podemos encontrar utensilios y herramientas que se utilizaban en los viejos oficios y en las labores tradicionales del campo. Además, cuenta con un bar-restaurante que ofrece una carta de platos típicos de la comarca.
También merece la pena visitar el Museo del Agua, un centro de interpretación de la historia que se sitúa en el antiguo lavadero al que los vecinos llaman el "viejo pilancón", y que se abastecía de la denominada Fuente Romana, que fue el último lugar que visitamos entes de adentrarnos en el sendero PR.236 Benadalid-Benalauría.

Poco después de dejar atrás el lavadero de “Fuente Romana”, cruzamos la pequeña barranquera conocida como “El Frontón” y llegamos a un curioso monolito rematado por una pequeña cruz, con un amplio banco que brinda un descanso al caminante. Más adelante, en un recodo del camino de donde emana frescor, nos encontramos con “la Fuentecilla”, hasta esta zona podemos disfrutar también de preciosas vistas de Benaladid con la cadena montañosa que separa los valle del Genal y del Guadiaro, como telón de fondo a nuestr espalda (oeste), así como de las localidades de Alpandeire y Faraján, recostadas sobre la falda sur de la Sierra del Oreganal.

Poco después de dejar a nuestra derecha, el emblemático árbol singular del “Castaño Mataquince”, abandonamos el “sendero PR.236 Benadalid-Benalauría”, para tomar un ramal a nuestra izquierda, y apartir de aquí adentrarnos en una red de senderos, cruces y ramales con algunas “vías muertas”, alambradas y verjas inesperadas, que requieren de ir con algún paisano de la zona que se conozca el terreno al dedillo cual cabrero de Benadalid/Benalauría, o bien, llevad un “track de confianza”. Salvo que tengamos mucha suerte e intuición a la hora de trazar un track a mano, aquí no sirve de mucho, guiarnos por los senderos o pistas del mapa IGN, porque en algunos casos, ya son inexistentes o bien, nos meten involuntariamente en fincas privadas. En nuestro caso, tiramos de memoria y la experiencia de “muchas horas de vuelo” para aterrizar en el “ignoto” arroyo de Benamayá, y manteniéndonos dentro de su cauce seco, o paralelo al mismo, enlazar con el arroyo Gorgote, de donde toma nombre el molino (ya en ruinas” que habíamos tomado como referencia para trazar nuestro track re referencia, hecho a mano en los días previos).

3ª PARTE: DEL ARROYO GORGOTE AL PUENTE DE LA VENTA SAN JUAN POR EL RÍO GENAL
Una vez en el arroyo Gorgote, ya no hay margen de error caminando siempre río abajo hasta la confluencia con el Genal, deleitándonos y respetando en todo momento el delicado ecosistema por el vamos