Benalauría - Tajo de los Aviones - Benadalid

Ruta sin dificultad técnica, tan solo tener en cuenta, para los que no estén familiarizados con las pendientes, que existen algunos repechos que deberán ser tomados con tranquilidad.
Aconsejo hacer esta ruta en el mes de Noviembre que es, en ese momento, cuando los castaños están más bonitos.
Iniciamos la ruta en la venta de Santo Domingo que está en el cruce de la A-369 y la Ma-535. Justo al otro de la carretera veremos ya un cartel indicativo que nos llevará a una pista de hormigón con una pendiente severa, sobretodo por tratarse del inicio de la ruta que nos cogerá todavía sin calentar la piernas.
Al final del tramo de hormigón iniciaremos el ascenso al peñón de Banadalid por su cara oeste. Una vez arriba y a unos 1100 m de altura podemos acceder a un par de puntos de bastante interés. Por un lado, al mirador con unas maravillosas vistas al valle del Genal y por otro, a la salida de la Vía Ferrata de Benalauría. Ambos lugares son de obligada visita, sobretodo éste último para que, todo aquel que desconozca lo que es una vía ferrata, pueda hacerse una idea de lo emocionante que puede llegar a ser. En este punto podremos ver la grieta existente en esa cara sur del tajo de Aviones.
Volvemos sobre nuestros pasos y, en el punto en el que nos desviamos para ver el mirador buscamos el carril en el que iremos rodeados de pinos que va hacia La Fuensanta. Una vez la hayamos descendido, y vislumbremos el Pilar de Almargen, dejaremos la pista para iniciar un pequeño ascenso hasta llegar a una peña con una pequeña cruz en su parte alta, por la que pasaremos a su lado, para iniciar el descenso buscando el pueblo de Benadalid.
Atravesaremos el pueblo buscando el camino que nos llevará al gran Castaño de Mataquintos con un hueco en su interior en el caben, al menos, tres personas.
Esta parte del recorrido es lo que nos hace recomendar hacer esta ruta en el mes de noviembre y principios de diciembre que es cuando esta zona se convierte en un bosque dorado, debido al cambio de color de las hojas de los castaños antes de la caída.
Este carril que se convertirá en sendero nos conducirá a Benalauría, en un repecho importante desde el arroyo de las Veguelas. Desde el pueblo, que merece la pena ser recorrido para contemplar sus calles, plazas y algunas fachadas, volveremos a ascender hasta llegar al punto de inicio.