Benasque: Vuelta al Aneto.

Vuelta al macizo del Aneto en 2 días haciendo noche en el refugio de Llauset.

La ida la hacemos por Llanos del Hospital y la Besurta hasta el collado de Ixalenques y Llauset, y la vuelta la hacemos pasando por la collada de Ballibierna, bajando hacia Coronas y metiéndonos por los Prados de Llosás (sin perder mucha altura) hasta coger el sendero que asciende por la margen derecha del barranco de Estibafreda y viene del Refugio Coronas, pasa por el Pico de Estibafreda para descender luego directamente a Benasque.


Partimos del camping Aneto.
Salimos del puente viejo, sin cruzarlo cogemos el camino hacia el norte y pasamos bajo la carretera por uno de los ojos del puente. A la altura del plan de Senarta se activa el trak. Subimos primero hasta el edificio de los baños de Benasque atravesando un magnífico bosque de abetos, para continuar por la senda hasta Los Llanos del hospital. La senda va a media ladera girando hacia la derecha, ahora por prados, entre pinos negros.
Nos tomamos un buen café en el hotel y de allí vamos paseando a la Besurta siguiendo la pista que en invierno ocupa el circuito de fondo, que no debería tener mucho tráfico hoy porque en verano está restringido el derecho de circulación al autobús y a los coches del parque.
Buen sitio para almorzar, el parking del bus tiene mesas y un pequeño bar.
Para evitar la pista, desde el hospital hay una senda que va por la margen derecha del Esera y desemboca en la pista ya al lado de la Besurta, muy cerca de la senda que sube al portillón.

Desde aquí seguimos el sendero que se dirige al refugio de la Renclusa pero pronto lo dejamos a la derecha y cogemos desvío izquierda para ir directamente al Aigualluts.
Después del forau, cruzamos el prado de Aigualluts, hoy repleto de vacas, y subimos hacia el sur por una preciosa canal con helechos y vegetación exuberante, remontando el Esera, giramos a la derecha antes de que se encañone mucho y subimos en paralelo al río hasta que superamos la colladeta; bajamos un poco al plano dónde está la cola del característico ibon triangular de Barrancs, para atacar desde allí el collado de Ixalenques.
A partir de aquí el camino se hace un poco más penoso porque tienes que cruzar un caos grande de varios kilómetros de bloques enormes de granito que no permiten un despiste. El terreno está bien marcado GR 11. Mejor no perder las marcas...
Descendemos un poco el valle de Salenques por la margen derecha dirección sureste para ir virando a dirección sur.
Así, paso a paso, nos acercamos al refugio de Llauset cresteando con frecuencia y disfrutando de la vista de numerosos ibones, dejando a izquierda abajo el refugio del Cap de la Vall y pasando de a una a otra vertiente hasta llegar al Collao de los ibones donde viramos definitivamente al este y bajamos al refugio de Llauset que ya habiamos contemplado desde lo alto en el collado anterior.

Cenamos, dormimos y desayunamos en el estupendo y nuevo refugio de Cap de Llauset (2450m). Reservar.

A la mañana siguiente ascendemos al norte la collada de Ballibierna dejando a la izda el camino al pico.
Bajamos después por los ibones de Ballibierna hasta los prados de Llosás.
Apenas empezar el precioso bosque de pino negro encontraremos a izda un doble cahir que indica el inicio de la senda que sube a Ballibierna por el cuello de culebras, y que nosotros utilizamos para cruzar a los prados de Llosás y dirigirnos hacia la derecha hasta el barranco de Estibafreda (sin bajar al refugio de Coronas, para no perder mucha cota) hasta coger el sendero que asciende a la izquierda, (por la margen derecha del barranco de Estibafreda) y viene de dicho refugio.
Subimos el Pico de Estibafreda, almorzamos contemplando la espléndida panorámica que tiene y descendemos luego directamente a Benasque por otro delicioso pinar de pino negro, con sus claros repletos de flores y mariposas y las fresas y frambuesas que nos endulzan el camino.
El descenso es largo pero muy bonito, comienza muy suave y termina en empinandose bastante. Hay señales de descenso en bicicleta con peraltes y algún salto preparado.
Y así llegamos al camping Aneto donde nos tomamos una jarra de cerveza helada y un pincho de longaniza de graus que nos devuelve la vida.