Benissa. Canor. Senda dels Riberers. PR-CV-388. Font de la Mata. Serrellars. Mallada Verda. Benissa.

Bonita ruta por la Senda dels Riberers, que transcurre por un terreno boscoso situado a caballo entre los municipios de Benissa y Gata de Gorgos, en la proximidad de la AP-7 durante la parte incial, que transcurre de sur a norte, para luego subir a la Sierra de Serrellars y volver por la Mallada Verda. Nuestra ruta está basada en una de Benissa Turisme, con referencia 20227940, con algunas modificaciones que han supuesto un aumento ligero de la longitud y desnivel total recogidos en la grabación de GPS.
Los Riberers, también conocidos como blauets, eran los agricultores de la Marina Alta que se desplazaban hacia tierras del norte para la plantación y recolección del arroz. El destino más habitual de estos desplazamientos eran las tierras de la Ribera del Júcar, y se realizaba en dos ocasiones cada año, aunque también hubo desplazamientos hacia otros destinos. El origen del calificativo blauet, tiene que ver con el caudillo musulmán Al Azraq, que habitó en esas tierras y cuyo nombre se traduce como "el blau"; si ese calificativo es racista y denigrante, como me ha preguntado una persona, la respuesta es que sinceramente no lo se, pero una tradición puede reflejar sus costumbres mejor que mil elucubraciones de personas ajenas: los agricultores que hacían el viaje a pie hacían una parada en el último punto del término municipal desde el que se veía Benissa, para rezar una salve solicitando la protección de la Purísima Chiqueta durante su viaje; en el lugar donde se paraban, hoy señalizado con un cartel, había una roca que desde entonces es conocida como Roca de la Salve. Las jornadas de trabajo eran muy largas (15 horas e incluso más), y las condiciones de vida eran muy duras, nada que ver con la situación de los actuales pobladores de la Marina Alta, que es una de las zonas más ricas de la Comunidad. Pero precisamente por esa diferencia, por la dureza de sus vidas siempre escasas en gratificaciones, recordamos con respeto y admiración su esfuerzo.
La tierra que atravesaban en el inicio de su viaje es hoy un barranco muy bonito, el Barranco de la Garganta, por el que también pasa, tras una notable obra de adecuación para crear la infraestructura necesaria, la autovía AP-7, entre Gata y Benissa.
Nuestra ruta comienza en Benisa, en la proximidad de un supermercado, donde hay fácil aparcamiento (un compañero dice que en el camino del cementerio tendremos poco sitio y es menos seguro), y desde donde nos dirigimos hacia la carretera de conexión a la autovía, ahora en obras, que cruzamos para entrar en una pista asfaltada que se dirige a la Partida de Canor y el Cementerio de Benisa. El valle es abierto al principio, pero comienza a cerrarse a la altura del Cementerio, entrando en el Barranco de la Garganta, y lo hace más aún a la altura del Tossal del Cossí y les Peñas Rojas, en cuya parte alta podemos ver una gran boca de entrada a una cueva o abrigo. Algo más adelante, a los pies del Tossal del Cossí, encontraremos el cartel que anuncia la Roca de la Salve, un simple poste indicador, clavado en tierra y reforzado con algunas piedras. ¿Buen recuerdo a los Riberers?. Ciertamente es humilde, pero al menos está desprovisto de las estupideces que estos días vemos en boca y obra de tantos, y nadie dirá que aquí se ha gastado lo que tan necesario era en otros lugares.
Seguimos adelante, pasando por algunas huertas, y sobrepasamos el Pou de Canor y la desembocadura del Barranco de Paxell en el Barranco de la Garganta. Estamos en la zona de la Mallada Verda, una sierra que actúa como un corredor de aves que conecta los acantilados de la Marina Alta con las sierras del interior, y que recorreremos más detenidamente a la vuelta de esta ruta.
Aquí, también, se produce otro hecho llamativo. El camino que seguimos se encuentra con la pared que forma la autovía, y la salva mediante unos grandes túneles, con buena visión y suelo firme y seco. El sendero sigue luego por el meandro que hace aquí el Barranco de la Garganta, y ahora resulta más aparente que el paso de la autovía ha sido posible gracias a los tajos que se han realizado en las estribaciones al oeste del Tossal del Moro y en les Penyes Blanques, cuyo resto más llamativo es una muy aparente gran pared rocos, casi vertical, a a poniente de la autovía. Entre ambos tajos el camino sigue al barranco, encontrando unos nuevos túneles, también de gran tamaño aunque con menos luz y grandes charcos en el suelo del de la derecha, cuyas paredes están llenas de pintadas de artistas callejeros, algunas de las cuales son bonitas.
Seguimos avanzando por la Garganta, dejando atrás el Tossal del Moro, y tras una pequeña vega llega el momento de abandonar el camino. Aquí, señalizado únicamente por un poste de madera, con el aviso de PR-388 escrito a mano, sale por la derecha y en un lugar bastante tapado por la vegetación, un sendero que se acerca a la pared rocosa de Les Mallades, para iniciar un precipitado ascenso de cierta dureza por la ladera este del barranco. Cuando llegamos arriba tenemos la posibilidad de girar a la izquierda, para continuar por un amplio sendero hacia la Font de la Mata, pero el mapa sugiere que podemos pasar por otro trazado en un intento de llegar a la proximidad de la Font de la Mata por una vía diferente. Así que nos metemos por esta última y llegamos hasta una casa, buscamos una posible continuidad por varios sitios pero no la encontramos, con lo que decidimos volver al sendero amplio del inicio y continuar por el camino habitual; esta salida de ruta debe considerarse un error y evitarse por quienes deseen utilizar este track.
Seguiremos pues por el sendero, hasta llegar a un cruce bien señalizado, desde donde salimos unos metros para llegar a la Fuente de la Mata, donde paramos un rato para beber y comer algo. Al acabar, reemprendemos la marcha volviendo al cruce y tomando el desvío hacia Benissa y Parcent, continuando por un bellísimo y cómodo sendero, el GR-330 o sendero interior de la Costa Blanca, que recorre aquí la ladera oeste del Barranco de Canela. Más adelante aparecerá, por nuestra derecha, el comienzo de un sendero local que sube al Tossal del Moro, por el que hemos pasado hace pocas semanas; esta vez seguiremos por el GR, pasando por un antiguo horno de cal (señalizado a la izquierda del sendero), antes de llegar a un cruce con el sendero que desciende desde el Tossal del Moro, donde giraremos a la izquierda para iniciar el exigente, aunque no muy largo, ascenso a Serrellars; este bonito sendero tiene espléndidas vistas y está ubicado en el límite de términos entre Gata y Benissa.
Nosotros nos desviaremos aquí, continuando por el desvío a la derecha, que desciende lentamente por la ladera de la montaña hasta llegar al Barranco del Paxell, cuya cabecera cruzamos para llegar a la Sierra del Castellar, de nuevo en la Mallada Verda, por cuya cordal seguiremos durante un buen rato, mientras continuamos descendiendo hacia Canor, siempre con excelentes vistas. Llegaremos a la Torreta de Canor y nos saldremos de nuevo de la ruta original, para seguir por la Foia hacia el cruce de la carretera de entrada a la autovía y, pocos después, entrar en Benisa, donde tenemos aparcados los coches y termina la ruta.
En conjunto, una bonita ruta, con una parte de pista asfaltada, con poca circulación y bonita para pasear, y una parte mayoritaria de bosque mediterráneo, excelentes senderos y muy bonitos barrancos, con espléndidas vistas a toda la Marina Alta y sierras vecinas desde los puntos de mayor altura. De longitud media-alta (que se puede reducir en 1,5 km si no se hace el trozo erróneo antes citado y se comienza la ruta en el camino del Cementerio, en lugar de en la población de Benisa) y desnivel total moderado, tiene dos puntos de mayor exigencia en los ascensos a Les Mallades y Serrellars, sin lugares de especial dificultad técnica, por lo que hemos valorado la ruta como de exigencia moderada, aunque en verdad nos parece muy fácil para cualquier persona con aceptable nivel físico. Buen calzado de montaña (la parte alta de Serrellars es mayoritariamente de lapiaz, donde conviene tener cierto cuidado para evitar caídas), bastones, agua suficiente y algo de comida son recomendaciones lógicas. En las partes altas no hay protección contra el sol, por lo que sombrero y protección solar son casi obligatorios. La ruta está bien marcada, pero las modificaciones hechas aconsejan llevarla grabada en GPS para evitar errores.