Bentué de Rasal-Sierra Caballera.

Datos técnicos:
-Duración: 5:30h sin contar paradas.
-Desnivel: 660 metros de subidas y descensos.

En Bentué, desde la plaza de la iglesia, parte un carril en bajada que lleva a cruzar el río Garona. Antes de ese cruce, tras rebasar una curva hormigonada en descenso, sale un carril a la izquierda que conviene tomar. Este día pasémelo, y tuve que improvisar por una senda que acaba en el vadeo del río. El caudal de las últimas lluvias no obligó a descalzare pero sí a dar algún salto acrobático.. En adelante el carril pasa entre campos de pasto para el ganado, y traza un giro de 90 grados a la derecha. Asi se sale a un campo que se anda por la linde hacia su esquina sur, intuyendo el barranco a remontar en el tramo siguiente.

Todo el recorrido anterior carece de señalización, al menos en esta fecha y el comienzo de la senda penetra en la umbría del barranco por su orilla izquierda( orográfica). En breve sigue por el mismo lecho, hoy con corriente de agua, y prosigue por la otra margen. Al final saldremos del riachuelo gracias a una cuesta bajo el follaje el pinar. Las acículas sobre el piso, usease la pinaza, cubre la huella de un camino que se ha de adivinar en sucesivas entradas y salidas al bosque.

Aparecen mojones de piedras cuando la senda ya traza una clara diagonal ascendente, con vistas al fondo del barranco por el que discurre el GR-1 en busca del Collado de los Pozos. Nuestra senda insiste en la media ladera abriéndose paso entre el denso matorral de boj y erizón. Llevar pantalón largo porque el desbroce del matorral sobre el camino no ha sido muy exhaustivo.

Sin perder el rastro de los hitos de piedras pasaremos por nuevos tramos de umbría pinosa, con un postrer llaneo cubierto de erizones que empalma con la pista a la Sierra Caballera. En esta conexión puse un mojón de piedras, en un punto situado mas arriba del Collado de los Pozos y por encima del refugio de cazadores.

Espera el duro repecho pedregoso que ataja la lazada de la pista y nos sitúa junto al vértice geodésico de Naviella. Gran panorama a la Hoya de Huesca y Sierra de Loarre. Este día el Pirineo estaba tapado por las nubes y el vistoso recorrido a través del cordal de la Sierra no fue del todo agradecido. Aún asi es un llaneo plácido que rebasa el mojón cimero de la mayor altitud de la sierra, elevación que pasaría desapercibida en ausencia de la señal.

La pista comienza a perder altitud a base de lazadas de difícil atajo, entre ratos de bonita sombra por el pinar. Se llegará al desvío que conduce a la ruta de subida al Tozal de la Pardina, fácil de identificar pues al otro lado el carril queda un gran claro rodeado de pinar. El vallejo de arcillas rojas es el preámbulo de subida al Tozal, y en nuestro caso, enseguida lo abandonamos por la senda indicada hacia Bentué. Hay marcas de pintura roja en un camino exigüo que pierde cota con rapidez.

Mas abajo se cruzará el barranco de la Portiella, entre una vegetación en la que destacan ejemplares de tejo, pequeños en energadura pero cuya presencia denota la humedad y umbría del paraje. Nuevo vadeo del barranco, con escaso o nulo caudal, y bello tramo siguiente bajo la sombra del pinar. La senda pasará al lado del tajo abierto por la Foz de Portiello, en curvas bien trabajadas sobre la roca.

Queda un descenso agradable por esta vertiente norte de la sierra, rebasando un pequeño colladete para alcanzar la pista de vuelta a Bentué. El paso del Garona se hace por un vado que ayuda a no mojarse las botas. El postre a la excursión lo pone la ermita de la Virgen de la Corona, con buen paisaje al valle y al Tozal de la Pardina, en lo que fue un día otoñal donde resplandecían el amarillo de los álamos lombardos y una borda próxima a la ermita que eleva la arquitectura rústica a la perfección.