Beranuy - Moréns - Calvera - Castrocit - Monasterio de Obarra

Bonita y a su vez larga actividad de senderismo, en esta época aderezada con algo de nieve en los senderos y caminos que embellece y dificulta por igual la caminata.

Comenzaremos estacionando nuestro vehículo en el interior del vallado del Ayuntamiento de Veracruz, municipio al que pertenece Beranuy que es donde estamos ahora. Es de los pocos sitios decentes donde estacionar en esta localidad, cuyo núcleo se encuentra al otro lado del rio Isábena. Hace un tiempo, estando el Ayuntamiento abierto, pregunté si se podía estacionar y me dijeron que sí, la puerta del vallado se encuentra siempre abierta. Como quedan restos de nieve helada por aquí, no es cuestión de callejear mucho buscando donde aparcar, y prefiero hacerlo en este cómodo lugar pegado a la carretera A-1605, aproximadamente en el Km. 37.

Comienzo cruzando la carretera y el precioso puente románico sobre el río Isábena. Luego ascenderemos por la calle única en dirección al casco urbano, nada mas entrar hay una plaza con fuente y carteles indicadores de la dirección a tomar (GR-17 - Morens)

Con cuidado por la calle - carretera ya que está helada, bajo un trecho y encuentro otro cartel. Tomaré dirección a Morens, me llama la atención que esta senda es el GR-17 y a la vez el GR-18.1

Se sigue el camino, asfaltado al principio, hasta una indicación bien balizada que continúa por sendero. Este tramo está limpio, arreglado, es cómodo de andar pese a que va ascendiendo con decisión.

Pasamos un punto que parece una ermita, en realidad se trata de un cementerio.
Sigo por la senda hasta alcanzar el núcleo despoblado de Morens, solamente hay una vivienda color rosa que desentona entre casas arruinadas de piedra, parece que intentaron revivir este lugar que de atractivo ya tiene muy poco.
Visito la iglesia también arruinada por la hiedra que cubre toda su techumbre con mucho más vigor de lo común. Es un edificio pequeño.

Desde Morens tenemos que tomar la senda que desciende durante mucho rato hasta el barranco de Castrocit. El recorrido es muy hermoso ya que atraviesa un bosquecillo de robles, pero como hay bastante nieve y hielo, pues toca estar muy atentos. Donde da mas el sol, la hojarasca cubre alguna piedra por lo que no dejé de mirar al suelo.

Una vez cruzado el barranco, toca volver a ascender entre un precioso robledal, la pendiente es bastante fuerte en general, particularmente me hizo sufrir. Finalmente alcanzamos el casco urbano de Calvera, donde nunca antes había estado. Es un lugar muy bueno para vivir y se nota en que muchas casas están arregladas y humean las chimeneas.

Destacan la iglesia de San Andrés de Calvera (uno de los pocos ejemplos de románico lombardo de la Ribagorza) y la Casa Castell, un edificio situado en lo alto del caserío orientado al Sur que según parece se halla en proceso de restauración. Forma parte del antiguo castillo y su fortificación defensiva, y resulta tan imponente que no pude evitar ascender por las calles hasta su parte trasera, donde no supe muy bien distinguir los restos si los hay del antiguo castillo pero sí al menos ver por detrás la altiva torre defensiva.

Calvera me ha gustado mucho y seguramente volveré a visitarla porque merece la pena pasar un rato aquí. Ahora me dirijo al sureste bajando la calle asfaltada y desviando en una curva cerrada hacia el camino de Castrocit. Es una pista que va a media ladera atravesando inmensas praderas salpicadas de hileras de chopos de columna, conformando un espectacular paisaje.

En un punto determinado hay un vallado que corta un camino alternativo. Se puede pasar teniendo presente que hay que cerrar siempre el vallado ganadero si cerrado lo encontramos, por este caminito llegaremos a la ermita de La Cuadra, se encuentra cerrada pero no así la mitad oeste del edificio que sirve de refugio o cabaña de pastores o ganaderos, supongo que de ahí su nombre.
Al no ser posible entrar a ver el interior del edificio religioso, me conformé con hacer unas cuantas fotos porque el lugar donde se encuentra es fabuloso. Por cierto, el ábside desde el exterior es muy chulo, así que no os olvidéis de dar la vuelta siempre a estos edificios.

Bajando por la pradera se llega enseguida al camino de nuevo, y por él andaremos hasta su fin, Castrocit.
Se trata de un núcleo también ruinoso, está situado casi en la cabecera del barranco, tiene el agua cerca porque se oye rugir, pero lamentablemente su situación alejado de las vías de comunicación hace inviable su recuperación. Se puede observar un pequeño edificio tipo "transformador" donde aún se pueden ver las palomillas de la luz, que debió ser cortada por el mismo motivo que desapareció de aquí la vida humana. Una casa hay en pié entre cuatro o cinco completamente hundidas, y una hermosa iglesia todavía en buen estado que fotografié con la misma alegría que la anterior ermita.

Toca regresar, no he madrugado para evitar el hielo y por eso apremia ir para casa pues en un par de horas el sol se habrá metido detrás de las montañas. Delante de mí está Calvera y de fondo el Turbón, magnífica toma fotográfica para el recuerdo.

Desde Calvera en vez de bajar al barranco y subir a Morens, opté por investigar un poco, continuando por el GR-18.1 hacia el Monasterio de Obarra. En media hora llegué a este lugar tan exquisitamente bello y tan cargado de historia. Altiva sobre este monumento se encuentra la "Croqueta", una soberbia peña en la cual se distinguen las instalaciones de una de las vias ferratas más bellas e impresionantes que he hecho.

DEsde le Monasterio no existe senda para regresar a Beranuy, no obstante hice un trecho por la margen del río ya qeu había trazas y también un antiguo camino. El experimento se frustró unos metros más adelante de una antigua casa de piedra, pues el camino se encuentra completamente invadido de zarzas, lo cual me obligó a desistir pues no se puede mandar aquí a nadie. He dejado casi todo el trecho de track paralelo al cauce del río Isábena a modo informativo, pero como digo mejor no meterse.

Al fracasar mi alternativa preferida (me faltaron unos cientos de metros para enlazar con la carretera de Calvera) tuve que salir del Monasterio por su acceso turístico, cruzando el fabuloso puente de piedra y llegando en pocos minutos al estacionamiento.

Desde el parking del Monasterio se continúa por la carretera, son 1,4 km. por asfalto en el que hay que extremar las precauciones pese a ser una carretera con muy poco tráfico, sólo pasaron dos coches en el rato que anduve por carretera (16 minutos). Hacerlo por detrás de la vionda no es demasiado cómodo, pues la tierra no está bien arreglada ni pisada.

En el WP19 encontré la opción de la antigua carretera, así me olvido de los coches y de paso pude ver el núcleo de casas llamado "Herrerías de Calvera", también otro puente de piedra muy chulo que me devuelve a la carretera si bien, en este ultimo trecho, se puede pasar por detrás de la vionda casi todo el tiempo, resultando al fin el trayecto entre Obarra y Beranuy mucho menos malo de lo que pensaba.

Finalmente llego al coche cuando ya el frío empieza a hacer mella, corre corre a poner la calefacción y para casa porque no hay ni un bar abierto con eso de la famosa pandemia Covid-19.