Beraskola desde Okondo

Corta e interesante ruta que transcurre casi toda ella por sombra bajo pinares y eucaliptales. En mi opinión consta de cuatro partes bien diferenciadas. La primera (y la última, ya que descendemos el último tramo por el mismo camino de subida) se realiza por carretera hasta superar los caseríos de Basualdu, la segunda parte asciende entre pinares y eucaliptales hasta el collado Idubaltza, la tercera desde el collado hasta la cumbre, y la cuarta es el descenso desde la cima, trazando varios zigzags entre pinares hasta llegar a la carretera de subida que nos llevará hasta el punto de partida. Como siempre no indico tiempos, ya que eso depende totalmente de la marcha que cada uno quiera imprimir a su andadura, y las velocidades de ascenso o descenso serán por tanto muy relativas.

Comenzamos la ruta en el barrio de Jandiola, junto a la carretera general, donde dejamos el coche. Tras andar unos metros pasamos ante una casa torre situada a la izquierda (a la bajada entraremos en algunos detalles sobre la misma). La carreterita sigue sin elevación alguna al principio, pasando al lado de hermosos caseríos y chalets muy bien cuidados. Cruzamos un puentecito sobre un arroyo y al poco llegamos a un amplio cruce cementado donde hay que seguir hacia adelante y arriba. A unos metros hacia arriba se encuentra la entrada de la bodega del afamado txakolí Astobiza. La carreterita sigue en suave ascenso pasando delante de unos invernaderos y llegando a los caseríos del barrio de Basualdu. Tras dejarlos unas decenas de metros atrás y a la altura de un pequeño establo con un perro muy ladrador nos desviamos bruscamente a la izquierda, abandonando la carretera y entrando bajo el pinar en un camino forestal arreglado con grijo grueso.

Desde la salida hasta aquí hemos ascendido solamente 87 m, una ascensión muy suave, terminando la primera parte de la ruta. Ahora comienza la segunda parte, que llega hasta el collado Idubaltza. En este tramo no dejaremos de andar a la sombre por caminos forestales, bajo pinares y eucaliptales.

Al poco de girar y de dejar la carretera encontramos la primera bifurcación, optando por el camino de la izquierda. Seguimos un buen rato sin encontrar desviación relevante alguna andando siempre por el camino principal, hasta que llegamos a un cruce, siguiendo en él de frente. Tras otro buen rato de andadura llegamos a una nueva bifurcación, donde giramos bruscamente a la derecha y hacia arriba. Seguimos otro buen rato subiendo suavemente hasta llegar a un cuarto cruce que nos deja por fin en el collado Idubaltza, donde giramos a la derecha para, tras unos pocos metros, girar de nuevo a la derecha. Termina aquí el segundo tramo de la ruta. Desde que hemos abandonado la carretera hasta el collado Idubaltza hemos realizado cuatro cruces, y desde el punto de partida en Jandiola, en Okendo, hemos subido solamente 365 m y eso que ya llevamos andando un buen rato. La verdad es que toda la ascensión hasta aqui es relativamente suave y apta para todo el mundo.

Comienza el tercer tramo de la ruta, como nosotros la hemos dividido según nuestro criterio personal. A partir de ahora y casi hasta la cumbre del Beraskola seguiremos por una cresta en la que tenemos siempre un pinar a la derecha y una alambrada con una plantación de jóvenes robles con sus tutores a la izquierda. El camino ahora, siempre recto y sin desvíos durante un rato, sube y baja discretas lomas hasta llegar al desvío hacia la cumbre.

En efecto, nada mas dejar Idubaltza y empezar el camino de la cresta subimos una cuesta rota por las aguas, para bajar enseguida y volver a subir una nueva cuesta y un nuevo descenso. Son varias subidas y bajadas continuas hasta llegar a una trifurcación. Justo antes veremos a nuestra derecha un "munarri" (piedra que señala límites territoriales), teniendo a nuestra izquierda el municipio de Gordexola y a nuestra derecha el de Okondo.

En esa trifurcación hay que fijarse bien, ya que se ve claramente el camino que sigue a la derecha y el de la izquierda, pero justo de frente, en medio de ambos, hay un senderito que es por el que hay que subir. ¡Ojo!, fijarse bien. El senderito se mete en el pinar y va ascendiendo hasta llegar a un ancho camino perpendicular con un kairn a la derecha. Hay que atravesar el camino y seguir de frente, hacia arriba. Al poco, el sendero, aun dentro del pinar, empieza a girar hacia la derecha para llegar a la cresta despejada, siguiendo por un sendero herboso hacia la derecha con algunas zarzas a los lados que en absoluto impiden el paso. En unos cientos de metros llegaremos a la cumbre del Beraskola, también llamado Bikirrio (671 m), con un poste geodésico, un buzoncito metálico en el suelo y una especie de estela de hierro con la siguiente inscripción: "Euskotarren aberria Euskal Herria da".

Hemos terminado la tercera parte de la ruta, ascendiendo desde el collado Idubaltza un total de 138 m. hasta la cumbre, nuestro objetivo de hoy. Ahora toca beber algo (o mas bien bastante, ya que el calor empezaba a apretar) y comer algo de fruta. Sacamos unas fotos y comenzamos el descenso. Empieza la cuarta parte de la ruta.

Justo frente al poste geodésico y un poco a la izquierda se intuye un senderito que se dirige hacia una especie de estela funeraria cercana, aunque la rodea por la izquierda sin llegar a ella. El senderito se va haciendo mas evidente a medida que descendemos, para llegar tras bajar un escalón en el talud a una antigua pista forestal que cruzamos y que de frente se introduce en el pinar. No abandonaremos los pinares casi hasta el final de la ruta. A partir de ahora solamente hay que seguir el evidente camino entre el arbolado, bajando por antiguas pistas forestales y sin desviarnos.

Tras un rato de bajada el camino gira bruscamente a la izquierda, para seguir por un antiguo camino forestal y tras otro rato de descenso giramos nuevamente de manera brusca a la derecha. Hacemos así el segundo zigzag del descenso. Ojo en este segundo desvío, el que va a la derecha, porque casi no se ve tapado por un pino caído y nos lo podemos pasar de largo. Tras andar otro rato por camino relativamente limpio y claro llegamos a un nuevo giro brusco a la izquierda, y enseguida un nuevo giro a la derecha junto a seis tocones de pino talados. El camino sigue bajando y llegamos a una especie de cruce desdibujado y roto con ramas de pino y matojos de ortigas. Seguimos de frente y hacia a abajo. El camino se ve bastante bien.

Seguimos descendiendo por un camino de tierra arcillosa roto por las escorrentías de las aguas hasta llegar enseguida a un nuevo giro a la izquierda. Tras un par de amplias curvas a derecha e izquierda el camino que llevamos desemboca en la carretera, siguiendo por ella hacia la derecha.

Llegamos en unos cientos de metros a los dos o tres caseríos que forman el barrio de Arantzazu. Seguimos bajando por la carretera hasta llegar al cruce del desvío de la mañana, donde estaba el perro ladrador. Siguiendo por la carretera por la que hemos subido a la mañana llegamos al cruce de las instalaciones de txakolí Astobiza, para enseguida llegar a Jandiola y a la Casa–Torre La Quadra por la que hemos pasado a la mañana nada mas comenzar nuestra ruta. Se trata de una casa de mampostería construida en el s. XV, con unas ventanas ojivales en la fachada muy singulares. Solo tenemos que andar unos pasos más para llegar hasta donde tenemos aparcado el coche.

Fin de una ruta sencilla y relativamente corta que se puede realizar en familia, casi toda ella en sombra y sin lugares o pasos que se puedan considerar peligrosos. De todas formas, cada cual debe asumir la responsabilidad de seguir esta o cualquier ruta como les parezca. El autor solamente se limita a comentar sus impresiones personales y a señalar los puntos clave para facilitar el seguimiento de la misma. Sí que es muy recomendable seguirla con un track, ya que hay numerosas rutas forestales bajo los pinares que pueden inducir a confusión.