Berastegi-Erroizpe-Gaztelu-Muñoaundi-Orexa-Lizartza
near Berastegi, País Vasco (España)
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Itinerary description
Vuelta al País Vasco desde Ermua. Etapa 55:
NOTA: Para acceder a las localidades de Berastegi y Lizartza tenéis la posibilidad de coger un bus comarcal que parte desde el pueblo de Tolosa (Lineas TO02 y TO03 respectivamente). En este caso la ida la he realizado en coche, gracias a que mi padre se ofreció a llevarme. La vuelta me busqué yo mismo la vida para volver a casa.
Comienzo en un parking situado muy cerca del ayuntamiento de Berastegi (lugar donde os dejaría el bus comarcal). Camino en primer lugar hasta la iglesia de San Martín de Berastegi, y luego hasta el cercano barrio de Aiztunalde. Aquí comienza de forma oficial el ascenso hacia la primera de las 2 cumbres de esta ruta, el Erroizpe.
El ascenso transcurre por senderos naturales, combinado a ratos por piedras y finalmente por hierba. Las rampas son constantes, del 15% aprox. No es que sea una pendiente muy elevada, pero si es lo suficientemente cañera como para entrar pronto en calor y sudar de lo lindo, a pesar de los 10° que había en ese momento.
No recuerdo bien lo que tardé en llegar a la cima pero a pesar de la exigencia de la subida, se me pasó muy rápido. Y esto se debió a las magníficas vistas que había en varios puntos, como por ejemplo del barrio de Aiztunalde, los pueblos de Berastegi y Elduayen, y a montes y sierras de montaña como Ipuliño, Udelar, Gazume y Hernio. Además, en una de las múltiples praderas existentes, tuve la grata compañía de multitud de caballos y vacas.
La parte negativa estaba en la presencia de barro, especialmente a partir de la mitad del ascenso en adelante, y sobre todo una vez pasado la segunda de las 7 barreras de la ruta (9-10 si contase todas, aún no habiéndolas indicado con waypoints), especialmente cuando me adentro en un denso bosque, donde el sendero estaba bastante sucio y encharcado.
A pesar de ésto, apenas tuve problemas para continuar. Únicamente tenía que mirar bien y poner el pie en los puntos donde el firme se encontraba más seco o en rocas con buen apoyo.
El mayor "chasco" me lo llevé al salir del bosque, en el collado de Berroeta. El suelo era todo de hierba, pero a la vez estaba echo una mierda en un pequeño tramo de unos 20m a la redonda, lleno de barro y charcos, en parte por culpa de las recientes lluvias y también por el constante paso de caballos que han destrozado este frágil punto.
Aquí me costó un buen rato pasar, tratando de averiguar cuales eran los mejores puntos para evitar hundir el calzado, pero al final lo conseguí. Por fortuna, a pocos metros de aquí se encontraba la cima del monte Erroizpe (804m).
Las vistas desde la cima son maravillosas, casi 360° de panorámica con sierras de montaña como Oiz, Anboto, Gorbea, Aizkorri, Aratz, Urkita, Otsabio/Muñobil, Aralar, Kornieta/Zuperrori y otros muchos más. Incluso se puede distinguir parte de la ciudad de San Sebastián (o eso creo al menos), el monte Buruntza y el Mar Cantábrico.
Lo de "casi" viene porque también hay unos arbustos que tapan la vista hacia el macizo de Hernio, el monte Uzturre y Tolosaldea, el valle que limita con el pueblo de Tolosa, pero que se pueden ver nítidamente unos metros más adelante.
Tras las fotos de rigor, prosigo la marcha en línea recta, descendiendo por la cara opuesta de la montaña. La primera parte de la bajada es un poco delicada porque las rampas son muy empinadas y porque el terreno está cubierto de rocas, hierba y tierra resbaladiza, así que hay que ir con cuidado.
A mitad del descenso, el protagonista vuelve a ser el barro, teniendo que ir por los lados del sendero para evitar los peores puntos.
Es al final de la bajada, una vez tengo a la vista el pueblo de Gaztelu, cuando me puedo olvidar por un momento del barro y poder caminar así con comodidad.
Tras pasar por el centro de la localidad, me desvío a la izquierda para ir rumbo hacia el segundo y último monte del día, el Muñoaundi. Más o menos sigue los mismos pasos que el Erroizpe; rampas constantes, en este caso del 10-12% pero más breves, ya que no pasa mucho tiempo cuando el sendero se allana, e incluso a ratos desciende, pudiendo andar así con cierta rapidez.
El camino vuelve a ser de tierra, en algunos tramos con barro, pero nada que ver con la primera cima. Además, el sendero esta señalizado con numerosas marcas BTT que ayudan incluso los senderistas a ir por la vía correcta.
Tras varios km de suave y cómoda caminata, hago un giro brusco a la derecha, supero la sexta barrera, y asciendo un corto repecho por una bonita pradera que me lleva directo a la cima del Muñoaundi (718m).
Aquí las vistas son algo más limitadas, pero a pesar de ello la panorámica es igualmente asombrosa; las sierras de Aralar, Urkita, Otsabio/Muñobil, Hernio y la ya realizada cumbre del Erroizpe, entre otras. Debajo, encajonado entre tanta ladera de montaña, casi imperceptible, se encuentra el pueblo de Orexa, mi próximo objetivo.
El descenso resulta muy sencillo y cómodo de principio a fin, yendo primero por hierba, luego por pista natural y, tras superar la séptima y última de las barreras, por pista de cemento, hasta llegar a la parte alta del pequeño pueblo de Orexa.
Por último, solo me queda caminar durante algo mas de 4km por carretera hasta llegar a mi destino, la localidad de Lizartza, donde lo recorro casi en su totalidad, finalizando así esta preciosa ruta en la parada de bus del pueblo.
NOTA: Para acceder a las localidades de Berastegi y Lizartza tenéis la posibilidad de coger un bus comarcal que parte desde el pueblo de Tolosa (Lineas TO02 y TO03 respectivamente). En este caso la ida la he realizado en coche, gracias a que mi padre se ofreció a llevarme. La vuelta me busqué yo mismo la vida para volver a casa.
Comienzo en un parking situado muy cerca del ayuntamiento de Berastegi (lugar donde os dejaría el bus comarcal). Camino en primer lugar hasta la iglesia de San Martín de Berastegi, y luego hasta el cercano barrio de Aiztunalde. Aquí comienza de forma oficial el ascenso hacia la primera de las 2 cumbres de esta ruta, el Erroizpe.
El ascenso transcurre por senderos naturales, combinado a ratos por piedras y finalmente por hierba. Las rampas son constantes, del 15% aprox. No es que sea una pendiente muy elevada, pero si es lo suficientemente cañera como para entrar pronto en calor y sudar de lo lindo, a pesar de los 10° que había en ese momento.
No recuerdo bien lo que tardé en llegar a la cima pero a pesar de la exigencia de la subida, se me pasó muy rápido. Y esto se debió a las magníficas vistas que había en varios puntos, como por ejemplo del barrio de Aiztunalde, los pueblos de Berastegi y Elduayen, y a montes y sierras de montaña como Ipuliño, Udelar, Gazume y Hernio. Además, en una de las múltiples praderas existentes, tuve la grata compañía de multitud de caballos y vacas.
La parte negativa estaba en la presencia de barro, especialmente a partir de la mitad del ascenso en adelante, y sobre todo una vez pasado la segunda de las 7 barreras de la ruta (9-10 si contase todas, aún no habiéndolas indicado con waypoints), especialmente cuando me adentro en un denso bosque, donde el sendero estaba bastante sucio y encharcado.
A pesar de ésto, apenas tuve problemas para continuar. Únicamente tenía que mirar bien y poner el pie en los puntos donde el firme se encontraba más seco o en rocas con buen apoyo.
El mayor "chasco" me lo llevé al salir del bosque, en el collado de Berroeta. El suelo era todo de hierba, pero a la vez estaba echo una mierda en un pequeño tramo de unos 20m a la redonda, lleno de barro y charcos, en parte por culpa de las recientes lluvias y también por el constante paso de caballos que han destrozado este frágil punto.
Aquí me costó un buen rato pasar, tratando de averiguar cuales eran los mejores puntos para evitar hundir el calzado, pero al final lo conseguí. Por fortuna, a pocos metros de aquí se encontraba la cima del monte Erroizpe (804m).
Las vistas desde la cima son maravillosas, casi 360° de panorámica con sierras de montaña como Oiz, Anboto, Gorbea, Aizkorri, Aratz, Urkita, Otsabio/Muñobil, Aralar, Kornieta/Zuperrori y otros muchos más. Incluso se puede distinguir parte de la ciudad de San Sebastián (o eso creo al menos), el monte Buruntza y el Mar Cantábrico.
Lo de "casi" viene porque también hay unos arbustos que tapan la vista hacia el macizo de Hernio, el monte Uzturre y Tolosaldea, el valle que limita con el pueblo de Tolosa, pero que se pueden ver nítidamente unos metros más adelante.
Tras las fotos de rigor, prosigo la marcha en línea recta, descendiendo por la cara opuesta de la montaña. La primera parte de la bajada es un poco delicada porque las rampas son muy empinadas y porque el terreno está cubierto de rocas, hierba y tierra resbaladiza, así que hay que ir con cuidado.
A mitad del descenso, el protagonista vuelve a ser el barro, teniendo que ir por los lados del sendero para evitar los peores puntos.
Es al final de la bajada, una vez tengo a la vista el pueblo de Gaztelu, cuando me puedo olvidar por un momento del barro y poder caminar así con comodidad.
Tras pasar por el centro de la localidad, me desvío a la izquierda para ir rumbo hacia el segundo y último monte del día, el Muñoaundi. Más o menos sigue los mismos pasos que el Erroizpe; rampas constantes, en este caso del 10-12% pero más breves, ya que no pasa mucho tiempo cuando el sendero se allana, e incluso a ratos desciende, pudiendo andar así con cierta rapidez.
El camino vuelve a ser de tierra, en algunos tramos con barro, pero nada que ver con la primera cima. Además, el sendero esta señalizado con numerosas marcas BTT que ayudan incluso los senderistas a ir por la vía correcta.
Tras varios km de suave y cómoda caminata, hago un giro brusco a la derecha, supero la sexta barrera, y asciendo un corto repecho por una bonita pradera que me lleva directo a la cima del Muñoaundi (718m).
Aquí las vistas son algo más limitadas, pero a pesar de ello la panorámica es igualmente asombrosa; las sierras de Aralar, Urkita, Otsabio/Muñobil, Hernio y la ya realizada cumbre del Erroizpe, entre otras. Debajo, encajonado entre tanta ladera de montaña, casi imperceptible, se encuentra el pueblo de Orexa, mi próximo objetivo.
El descenso resulta muy sencillo y cómodo de principio a fin, yendo primero por hierba, luego por pista natural y, tras superar la séptima y última de las barreras, por pista de cemento, hasta llegar a la parte alta del pequeño pueblo de Orexa.
Por último, solo me queda caminar durante algo mas de 4km por carretera hasta llegar a mi destino, la localidad de Lizartza, donde lo recorro casi en su totalidad, finalizando así esta preciosa ruta en la parada de bus del pueblo.
Waypoints
Comments (2)
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Muy buen trazado Jon, muy buena cronica y muy buen registro fotográfico, felicitaciones.
Gracias por tu comentario y valoración Óscar.