Bergara-Irutontorreta-Kanpazar-Udalatx/Udalaitz-Udala-Arrasate/Mondragón

Otra etapa de mucha exigencia física e incluso técnica, que para gente inexperta o novata que suban y bajen por primera vez al Udalaitz puede que las pasen canutas y la travesía les sea de DIFÍCIL.
Recomendable realizar la ruta en seco, o al menos habiendo pasado varios días de que haya llovido por última vez, y en cuanto al calzado, mi recomendación es ir a lo seguro y llevar botas, ya que al ser una montaña técnica, con riesgo de resbalar y caeros (incluso en seco), lo ideal es llevar el calzado que mejor agarre tenga en cualquier superficie.


Vuelta al País Vasco desde Ermua. Etapa 80:

En esta ocasión he aprovechado el magnífico día que estaba anunciado para ascender a una de mis montañas preferidas, junto con el Txindoki; el Udalaitz.
Pero primero, he de pasar por otra de mucha menos altitud y dificultad, el Irutontorreta.

Para ello, comienzo en la parada principal de bus de de la localidad guipuzcoana de Bergara, Ibargarai, y camino hacia las afueras del pueblo. Una vez cruzo un puente que pasa por encima del río Deba, camino unos metros por una carretera y me desvío a la derecha para seguir por otra.
Tras pasar por un par de pequeños barrios y después por un túnel, me desvío a la izquierda para dejar la siempre fea carretera y continuar por una pista de cemento que va casi a su par.

En unos pocos minutos finaliza la pista y enlaza con otra que, girando a la izquierda, me permite adentrarme en un bosque y comenzar de forma oficial el ascenso a la cima del monte Irutontorreta. Dicho ascenso es cómodo y sencillo de principio a fin. En la primera mitad de la subida las rampas son un pelín exigentes, lo justo para calentar un poco las piernas, yendo a través de un sendero de roca lisa.

Después, tras un giro a la izquierda, la pendiente se suaviza y el terreno cambia primero a tierra, y luego, tras realizar varios giros en zig-zag, a hierba.
En un visto y no visto, llego a la recta final y alcanzo la herbosa cumbre del Irutontorreta (623m). Aquí por desgracia no hay grandes vistas por culpa de la arboleda que rodea la cumbre. Afortunadamente puedo contemplar una imponente vista de mi mayor objetivo de hoy, el monte Udalaitz. Acojona un poco el mero hecho de pensar que tengo que subir hasta allí arriba. Si impresiona verlo desde la distancia, no os podéis ni imaginar la sensación que da verlo de cerca.

Pero voy por partes, primero tengo que llegar hasta el puerto de Kanpazar. Hago una pequeña montaña rusa por el "cresterío" del Irutontorreta, subiendo y bajando en varias ocasiones por un camino herboso, donde también indica la presencia de un gasoducto.
Sin perdida alguna, camino rápidamente por pista natural y desciendo hasta enlazar con otra de cemento. Giro a la derecha y, cómoda y rápidamente, avanzo y asciendo unos pocos metros de altitud hasta llegar a al Ermita de San Miguel. Aquí ya hago el descenso definitivo, por pista de cemento, para ir directo al Puerto o Alto de Kanpazar.

Pero como dije antes, justo antes de llegar al puerto, hay una panorámica del Udalaitz que paraliza el cuerpo, de la impresión que da. Que pedazo de pepino de montaña! No precisamente por sus grandes dimensiones, porque por haber hay montes en Euskadi mas altos y largos que éste (la sierra de Aizkorri sin ir mas lejos), sino por la descomunal pendiente de sus paredes, por lo abrupto que es y por poder verlo en todo su esplendor (a excepción de la cantera que tanto daño a hecho a este monte) desde tan cerca. La cima se encuentra a únicamente 2,2 km desde Kanpazar (1,9km desde el verdadero inicio de la subida), y hay que ascender casi 700m de desnivel. Es una barbaridad.

Con los datos en la mano, y tras haber caminado 14km desde Bergara hasta el puerto, decido realizar un parón para comer, beber algo y recuperar energías.
Ahora sí. Señoras y señores, que comience el show!.

Cruzo la carretera y giro a la izquierda haciendo caso a uno de los carteles que indica "Udalaitz". Paso primero al lado de las instalaciones de la cantera (horrible el boquete que han ido abriendo a esta preciosa montaña) y enseguida llego hasta otro cartel que me indica que gire a la derecha. Aquí comienza de forma oficial el ascenso.

Primero me adentro por un poblado bosque, caminando por un estrecho sendero natural con alguna piedra y roca por medio. No se si era porque me mentalicé de que la subida sería muy muy dura, pero fui de inicio a fin a paso de tortuga, y apenas me di cuenta de como era la pendiente. A priori no parecía ser demasiado inclinada, aunque a ratos si que tiraba mucho hacia arriba.

El sendero es demasiado estrecho, y entre que había arenilla suelta que patinaba un poco y las rocas estaban húmedas, ambas cosas suponían un problema para subir con seguridad. Estad atentos al suelo constantemente, fijaos donde pisáis, buscad los pasos mas cómodos, ya que el ascenso ofrece diferentes alternativas, algunas a modo de atajo. No los toméis, ir siempre por el sendero principal, por el camino mas obvio y visible.

Mas adelante veo que el bosque finaliza y que voy a continuar a cielo abierto. Me sorprendió que llegara tan pronto a este punto. Tanto he subido? Que me queda, la mitad de la ascensión por realizar?
...Demasiado optimista estaba siendo ese momento. Solo tuve que mirar hacia arriba y ver la dura y puñetera realidad. La verdadera fiesta solo acababa de comenzar. Tan solo había ascendido 150 de los casi 700m de desnivel total. (Waypoint vista 1).

Paso primero por otra pequeña zona arbolada y ahora si que sí, el resto de mi camino es despejado, yendo ya por la amplia y vertical ladera en terreno de hierba/roca, a través de un diminuto pero visible sendero de tierra. Según el track que iba siguiendo, el camino se encontraba por el lado izquierdo, sin embargo, el sendero iba hacia la derecha. Es cierto que desde la distancia se veía a gente bajar por el lado izquierdo, pero para que iba a ir yo por allí si tenía un sendero claramente visible hasta donde me alcanzaba la vista? (Obviamente no llegué a ver el de la izquierda). Ademas delante mio iba mas gente en la misma dirección. Así que si o sí, independientemente de lo que me marcara el track, iba a seguir por la derecha.
Desconozco cual hubiera sido mas sencillo o menos duro. Una vez concluido todo la impresión que tengo es que el de la izquierda es mas empinado pero también mas sencillo aunque visualmente también me da que el de la derecha, el que finalmente elegí, es mas espectacular, mas bonita.

Poco a poco la pendiente iba a mas, y a mas, y a mas. El cansancio empezaba a hacer acto de presencia, mentalmente era complicado estar fuerte, firme, porque cada vez que echaba la vista hacia arriba buscando la cima, cada vez que tomaba como referencia a la gente que iba delante de mi, me daba cuenta de que estaban muy distantes, demasiado elevados, y que me costaría una barbaridad llegar hasta allí.

Como hago siempre en estas situaciones tan exigentes, fui tomando como referencia puntos más cortos, más cercanos del monte. Me iba poniendo unas pequeñas metas, ir paso a paso. En primer lugar, llegar hasta una pequeña canal que había arriba a unos 100 o 150m de desnivel. Una vez allí, minidescanso; beber agua, hacer fotos y continuar. (Waypoint vista 2).

Después... a que ostias tomo como referencia si no veo mas que roca por doquier? Hasta me costaba localizar el camino a seguir, a ratos se perdía. Por suerte había líneas y flechas rojas en las rocas, e incluso hitos que señalizaban el camino.
Volví a encontrar el sendero y, sin prisa pero sin pausa, con alguna que otra pequeña trepada y apoyo de manos sobre las rocas, solo por seguridad, continué ascendiendo.

Tras varias paradas para recuperar el aliento, por fin vi en el horizonte lo que parecía ser el collado que separa la cima del Udalatx con una antecima, donde hay también una cruz.
Ahora si que iba motivado, ya quedaba poco.
Finalmente llegué al collado y vi la mencionada antecima y las ruinas de lo que antes era una iglesia.

Por último, solo me quedaba encarar los metros finales hasta la cima del Udalaitz. Unos metros que no iban a ser sencillos, especialmente los primeros, ya que hay que trepar y agarrarse entre la escarpada pared rocosa para poder ascender. Aun así, no presenta dificultad alguna. El camino a seguir se distingue perfectamente ya que está marrón de estar muy pisado, y además la roca al estar completamente seca tiene muy buen agarre, tanto para los pies como para las manos.

Al llegar a la parte alta, veo ya la cruz y buzones de la cima, con la preciosa presencia por la izquierda del monte Anboto.
Cresteo los últimos metros y enseguida llego hasta la cima del precioso e imponente monte Udalaitz (también llamado Udalatx) (1120m, aunque el buzón marca 1117m).
Por desgracia, en el día de hoy había bruma casi por todas partes y las vistas no fueron todo lo bonitas y espectaculares que debían ser. Por fortuna para mi, yo ya estuve en esta cima hace un par de años (subí desde el barrio de Udala y bajé por el cresterío) y en aquella ocasión pude ver todo perfectamente; las otras 2 cimas secundarias del cresterío del Udalaitz (Erdikoatxa y Atxaurrutxugane) y las sierras y montes de Aizkorri, Aloña, Elgea, Kurutzeberri, Murugain, Orixol, Gorbea, Anboto, Oiz, Urko, Erlo... y los pueblos de Elorrio, Durango y parte de Arrasate. Una maravilla de vistas.

Tras las mas que obligadas fotos de rigor, aunque incompletas por la p bruma, vuelvo sobre mi camino hasta volver casi al collado. Casi, porque una vez destrepo la pared de roca, giro a la derecha para ir hasta una supuesta cueva situado bajo la cima, que no tuve ocasión de visitar la primera vez. Y en efecto, hay una pequeña abertura en cuyo interior se haya una fuente.

Luego me dirijo hacia la cruz de la cima secundaria. Paso al lado de las ruinas y enseguida llego a la cruz. Desde aquí se puede ver con mas detalle el pueblo de Arrasate, y como no, la bonita y escarpada cima rocosa del Udalaitz.

Ahora me toca realizar el descenso definitivo rumbo al barrio de Udala y por último al pueblo de Arrasate.
Los primeros metros de la bajada son empinados pero sencillos. Camino por otro estrecho sendero de tierra rodeado por un manto de hierba, rodeado a su vez por dos paredones de roca; una canal.

Éste caminillo de tierra se las trae porque tiene mucha arenilla que, incluso en seco, patina bastante. Con lo cual es mucho mejor si bajáis por la hierba, al menos en seco.
Pero, como era de esperar en este pepino de monte, bajar por otra de sus caras tampoco iba a resultar sencillo. Después de pasar por la canal, el estrechísimo camino serpentea por una empinada ladera repleta de rocas y piedras donde apoyar el pie no resulta ni cómodo ni sencillo. Por si fuera poco, hay una pequeña pared de unos 2-3 m que hay que destrepar con sumo cuidado (waypoint Precaución al bajar). No os hagáis los valientes; sentaos, apoyar el culo, las manos y los pies, y pisar por los huecos disponibles que hay para continuar con seguridad.

Después de éste punto tampoco os relajéis, ya que lo que resta de descenso es igual de exigente. Es una bajada bastante técnica, hay que ir super despacio, asegurando cada una de las pisadas, porque en caso de error hay una alta probabilidad de caer por la empinada ladera y haceos una avería enorme.

De nuevo, sin pausa pero sin prisa, avanzo hasta llegar a la altura de un árbol solitario. Éste es un excelente punto de referencia, ya que a partir de aquí el camino por cielo abierto finaliza y continua a través de bosque. Es un indicador de que ya no falta mucho para llegar hasta Udala.
Pero el camino por dicho bosque es de características muy parecidas al que había arriba, así que de nuevo precaución. Uno ya casi termina harto de tanta roca, piedra y arenilla, las piernas nunca se pueden relajar.

Esto es lo que hace que "odie" y ame tanto al Udalaitz. No solo por su preciosa e imponente estética visto tanto desde fuera como desde el propio monte, se mire por donde se mire, sino por lo exigente que es de principio a fin. Es una MONTAÑA con todas sus letras, que hay que respetar tanto al subirlo como al bajarlo, desde cualquiera de sus caras.

Tras varios minutos de lento y aparatoso descenso, llego a un cruce donde avanzo ya por un sendero mas ancho y cómodo y enseguida llego a la carretera que accede al barrio de Udala. Por fin puedo respirar tranquilo, por fin puedo relajar el cuerpo y la mente, lo mas complicado ya lo he realizado.

Prosigo la marcha y desciendo por otro camino rocoso y, en un cruce, giro a la izquierda para ir por otro sendero, éste bastante mas cómodo.
En 1,5km llego hasta otro cruce, el cual sigo recto y dicho camino me lleva directo hasta la parte mas elevada de la localidad de Arrasate (en castellano Mondragón).

Bajo por unas escaleras, con una preciosa vista del "volcán" Udalaitz en un punto, y enseguida llego hasta el casco viejo del pueblo (me olvidé pasar por el ayuntamiento, y eso que lo tenía al lado) y luego a la parada de bus de Garibai para finalizar esta dura pero magnífica ruta.