Berlanga de Duero. Castillo. Hoz del río Escalote. La Soledad.

Berlanga de Duero es el nombre de un municipio y de la cabeza de la comarca homónima, donde parece que ya había pobladores en época celtíbera y romana. En época musulmana se construyó aquí una alcazaba y, despues de la conquista cristiana, el territorio fue cedido a los Duques de Frías, que unieron a su título el de Marqueses de Berlanga y ordenaron construir el palacio, el castillo y la colegiata. Berlanga formaba parte de la linea del Duero, al igual que otras poblaciones de frontera, y ello motivó que durante muchos años pasase con frecuencia de manos cristianas a musulmanas, y luego de castellanas a aragonesas.
La Colegiata está unida a varias historias de interés. Al iniciar su construcción se derribaron diez iglesias existentes en la población, para agrupar el culto y los feligreses; la construcción prevista incluía un claustro y otra torre, que nunca fueron construidas por razones económicas; una figura religiosa, Fray Tomás de Berlanga, descubridor de las Galápagos y obispo de Panamá, trajo un caimán negro disecado, que ahora cuelga en la pared interior de la entrada principal; fue consagrada en 1530, pero la imagen central (la Virgen del Mercado) es tardorrománica. del siglo XII, mientras el retablo es churrigueresco, de principios del siglo XVIII.
El Palacio de los Marqueses fue construido en el siglo XVI, en estilo renacentista y tenía dos torres, aunque una fue derruída; en 1814 fue incendiado y saqueado por los franceses.
El Castillo actual es del siglo XV, construido sobre otro anterior que, a su vez, había sido construido sobre otro castillo musulmán. Se conservan dos cercos de murallas, entre las que destacan las Puertas del Mercado y de Aguilera.
La ruta a pie comienza en la Plaza del Mercado, desde donde nos dirigimos hacia el este, rodeando la muralla del castillo por una calle, hasta llegar a un cruce en el que giramos a la izquierda, hacia el norte, en busca de la ribera del río Escalote (hemos visto algún mapa en el que se le da el nombre de Torete, pero ese es un afluente que se une al Escalote en Caltojar, varios kilómetros al este). Inmediatamente entramos en la amplia hoz situada a espaldas del castillo, y pronto llamará nuestra atención una gran construcción situada al otro lado del río. Cuando nos acercamos encontramos un panel informativo que nos advierte de que esos son los restos del antiguo lavadero.
Volvemos al camino principal y seguimos por la hoz, con ocasionales vistas a partes de la muralla del castillo. En las crestas de los montes vecinos se ven buitres de gran tamaño, pero no apreciamos otras evidencias significativas de una fauna que debe ser bastante abundante. Continuamos por la hoz hasta llegar a un cruce donde giramos a la izquierda para ir en busca de un puente, que cruza el río Escalote; un poco por delante se aprecia una serie de grandes bloques de roca dispuestos sobre el cauce, que probablemente son resto de algún antiguo puente.
Más adelante, en dirección al camino del Molino, encontraremos el Cementerio y la Ermita de la Soledad, con un bonito crucero. Poco más allá se encuentra el Rollo o picota, y ya estamos dentro del casco urbano. A la derecha podemos ver la Ermita de Nuestra Señora de las Torres y a la izquierda la Puerta de Aguilera, por la que entramos hacia la Colegiata y la Calle Real, para luego volver a la Plaza del Mercado, donde acaba la ruta.
Aunque no forma parte de la ruta a pie, antes de iniciarla nos desplazamos en coche hasta Casillas de Berlanga y la magnífica ermita mozárabe de San Baudelio, donde teníamos prevista una visita guiada, previamente concertada, que sirvió de magnífico recuerdo de una de las cimas monumentales de la arquitectura religiosa de este pais. No nos cansaremos nunca de recomendar esa visita a todas las personas que puedan hacerla. Desde luego lo merece, y si luego se completa con la visita a Berlanga el día habrá quedado muy bien aprovechado.