Bezanes - Brañagallones (Ida y vuelta)
near Bezanes, Asturias (España)
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Itinerary description
Desplazamiento desde Oviedo hasta Bezanes: partimos de Oviedo por la A-66. Salimos en Olloniego y nos desplazamos por la AS-116 hasta Riaño, donde nos incorporamos a la A-117 por la que circulamos hasta Bezanes(Caso).
Nuestra salida de hoy tenía como objetivo disfrutar de algun paisaje otoñal con los coloridos maravillosos que nos brindan los bosques con las hojas de sus árboles multicolores, anaranjadas, rojas, amarillas...
Decidimos desplazarnos hasta el Parque de Redes, pero sin una idea preconcebida de que ruta hacer. Acabamos llegando a Bezanes y concluyendo que por la ruta de Brañagallones podíamos disfrutar de los bosques que rodean el valle del río Monasterio y toda la zona de Valdebezón.
Aparcamos frente a la iglesia parroquial de Bezanes e iniciamos la ruta incorporándonos al PR. AS-66 Ruta de Brañagallones, atravesando el pueblo por entre las casas y horreos, para acceder a una amplia pista terrera, hormigonada en aquellos tramos con mayor desnivel, que nos va llevar hasta la majada de Brañagallones, después de 11 kms de recorrido.
La pista, con acceso restringido a los vehículos, discurre en principio por un bosque, en su mayoría de castaños, posteriormente de brezo, hasta llegar al Mirador del Cantu del Texu de la Oración, punto al que acudían los vecinos a rezar, de ahí su nombre.
Desde este mirador, auténtica atalaya de la zona, las vistas son muy bonitas. Se divisa desde La Peña del Viento y la Rapaona, los valles de los ríos Vallines y Monasterio, hasta la confluencia de éste con el Nalon. Todo ello con el colorido otoñal de los bosques poblados de hayas, castaños, robles, ablanos...
También se pueden observar las distintas cumbres de la zona, Tiatordos, Maciédome, Senda Valdunes, Casar, Cuervo Visu la Grande, Canalina, P Viento, etc.
En el fondo del valle, cercano al lugar donde el río Monasterio vierte sus aguas al Nalón, se puede contemplar el cementerio de Bezanes.
Poco después del mirador, a la derecha nos encontramos con una explotación apícola situada en un roquedo que vuela sobre el valle del río Monasterio.
La pista va suavizando, atravesamos un paso canadiense en la braña del Raigáu. Por un camino más cómodo vamos dejando atrás cabañas en nuestro recorrido. La Trapiella, El Fondín, Biaiz y el Andorviu, donde nos encontramos con una fuente, lugar apropiado para tomarnos un descanso y gozar del paisaje otoñal que rodea la zona.
Después de pasar por la majada de La Grandiella, cubierto de hayas, avellanos, arces, fresnos.., la ruta se vuelve a empinar hasta alcanzar el Argayu'l Lobu, situado el el km 7, donde hay un voladizo sobre la pista, para evitar que la nieve que allí se acopia en invierno cierre el paso hacia Brañagallones.
Seguimos avanzando y enseguida alcanzamos un pequeño túnel labrado en la roca conocido como el Túnel del Crestón. Desde el otro lado ya podemos divisar el gran circo que conforma Brañagallones y los frondosos hayedos que lo rodean así como las cumbres cercanas de la Peña del Viento Cascayón, Coryeguerón...
Atravesamos un nuevo paso canadiense, queda un último tramo de pista que nos lleva hasta la fuente de Landu Quemau, que da paso a la entrada de la pradera que conforma la Vega de Brañagallones, por donde están diseminadas una treintena de cabañas, coronada en su parte alta por el Refugio, donde había varias personas en ese momento.
Según hemos leído, "la actual Vega es el resultado del relleno y colmatacion natural de un antiguo lago de carácter glaciar. Hace miles de años, la lengua glaciar que descendía por el valle del río Monasterio depositó las morrenas que aún se reconocen como pequeñas crestas al oeste de la vega"
Como el tiempo apremia, iniciamos el retorno a Bezanes a buen ritmo, hay que llegar de día.
Que tiempos aquellos, cuando esta ruta llevaba aparejada además la ascension al Cantu del Oso, aunque en las últimas subidas al pico, ya contamos con la colaboración de Rafa y su todoterreno para llevarnos hasta Brañagallones.
Nuestra salida de hoy tenía como objetivo disfrutar de algun paisaje otoñal con los coloridos maravillosos que nos brindan los bosques con las hojas de sus árboles multicolores, anaranjadas, rojas, amarillas...
Decidimos desplazarnos hasta el Parque de Redes, pero sin una idea preconcebida de que ruta hacer. Acabamos llegando a Bezanes y concluyendo que por la ruta de Brañagallones podíamos disfrutar de los bosques que rodean el valle del río Monasterio y toda la zona de Valdebezón.
Aparcamos frente a la iglesia parroquial de Bezanes e iniciamos la ruta incorporándonos al PR. AS-66 Ruta de Brañagallones, atravesando el pueblo por entre las casas y horreos, para acceder a una amplia pista terrera, hormigonada en aquellos tramos con mayor desnivel, que nos va llevar hasta la majada de Brañagallones, después de 11 kms de recorrido.
La pista, con acceso restringido a los vehículos, discurre en principio por un bosque, en su mayoría de castaños, posteriormente de brezo, hasta llegar al Mirador del Cantu del Texu de la Oración, punto al que acudían los vecinos a rezar, de ahí su nombre.
Desde este mirador, auténtica atalaya de la zona, las vistas son muy bonitas. Se divisa desde La Peña del Viento y la Rapaona, los valles de los ríos Vallines y Monasterio, hasta la confluencia de éste con el Nalon. Todo ello con el colorido otoñal de los bosques poblados de hayas, castaños, robles, ablanos...
También se pueden observar las distintas cumbres de la zona, Tiatordos, Maciédome, Senda Valdunes, Casar, Cuervo Visu la Grande, Canalina, P Viento, etc.
En el fondo del valle, cercano al lugar donde el río Monasterio vierte sus aguas al Nalón, se puede contemplar el cementerio de Bezanes.
Poco después del mirador, a la derecha nos encontramos con una explotación apícola situada en un roquedo que vuela sobre el valle del río Monasterio.
La pista va suavizando, atravesamos un paso canadiense en la braña del Raigáu. Por un camino más cómodo vamos dejando atrás cabañas en nuestro recorrido. La Trapiella, El Fondín, Biaiz y el Andorviu, donde nos encontramos con una fuente, lugar apropiado para tomarnos un descanso y gozar del paisaje otoñal que rodea la zona.
Después de pasar por la majada de La Grandiella, cubierto de hayas, avellanos, arces, fresnos.., la ruta se vuelve a empinar hasta alcanzar el Argayu'l Lobu, situado el el km 7, donde hay un voladizo sobre la pista, para evitar que la nieve que allí se acopia en invierno cierre el paso hacia Brañagallones.
Seguimos avanzando y enseguida alcanzamos un pequeño túnel labrado en la roca conocido como el Túnel del Crestón. Desde el otro lado ya podemos divisar el gran circo que conforma Brañagallones y los frondosos hayedos que lo rodean así como las cumbres cercanas de la Peña del Viento Cascayón, Coryeguerón...
Atravesamos un nuevo paso canadiense, queda un último tramo de pista que nos lleva hasta la fuente de Landu Quemau, que da paso a la entrada de la pradera que conforma la Vega de Brañagallones, por donde están diseminadas una treintena de cabañas, coronada en su parte alta por el Refugio, donde había varias personas en ese momento.
Según hemos leído, "la actual Vega es el resultado del relleno y colmatacion natural de un antiguo lago de carácter glaciar. Hace miles de años, la lengua glaciar que descendía por el valle del río Monasterio depositó las morrenas que aún se reconocen como pequeñas crestas al oeste de la vega"
Como el tiempo apremia, iniciamos el retorno a Bezanes a buen ritmo, hay que llegar de día.
Que tiempos aquellos, cuando esta ruta llevaba aparejada además la ascension al Cantu del Oso, aunque en las últimas subidas al pico, ya contamos con la colaboración de Rafa y su todoterreno para llevarnos hasta Brañagallones.
Waypoints
Panorama
3,227 ft
Valle del valle del arroyo Vallines, visto desde el Mirador del Canto de la Oración.
Panorama
3,227 ft
Valle del río Monasterio con la Peña el Viento al fondo, visto desde de Mirador del Canto de la Oración.
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