Bierge-San Román-Puente de las Aguas

-Inicio, en Bierge a 580m. de altitud.
-Duración, 4:30h. en total, sin contar paradas.
-Desnivel, 600 metros de subidas y sus correspondientes bajadas.
-Castil de los Moros a 737m.

En Bierge tomose el camino natural de la Hoya de Huesca en dirección a la presa, gracias a un carril señalizado con balizas e indicadores. La pista empalma con la carretera, y después de andar un trecho por el asfalto, enseguida sale la continuación del camino natural.

Se marcha a la vera de la carretera, aunque sin volver a ella gracias a un carril que desciende al aparcamiento del camping de la presa. Antes se pasará por una intersección de pistas donde se cruzan los caminos naturales de la Hoya de Huesca y el del Somontano de Barbastro.

Se baja al salto del azud y a su molino gracias a unos escalones, entrando en el recinto que en verano aloja y recrea a los turistas previo pago del ticket correspondiente.

El río Alcanadre se cruza por el puente carreteril, con ojeto de tomar en la otra margen el sendero indicado a San Román. Marcaba 35 minutos de ida que se antojan algo escasos para lo que cuesta.

Todo en subida, primero a cruzar la carretera y después mediante un carril que pronto se abandona por una senda un tanto escondida que parte a mano izquierda.

Terreno de matorral bajo, de enebro, sabina, romero, y pinchudas aliagas, por una ladera donde se obtienen vistas amplias a medida que ganamos altitud.

Se cruzará la carretera que da acceso a la aldea de San Román, para acometer un repecho que lleva a un colladete situado encima del pueblo.
Desde este colladete sale el desvío de subida a la ermita de Santa Quiteria, a través de una ladera cubierta de matorral bajo y por una trocha que tiende a difuminarse entre la vegetación.

La ermita tiene puerta cerrada a su interior y presenta un aspecto medio ruinoso. Las vistas desde aquí son amplias, pero todavía se pueden mejorar si ponemos rumbo al cercano vértice del Castil de los Moros.

Serán menos de diez minutos de recorrido por un cordal desagradable de andar debido al matorral lacerante de aliagas. El pantalón largo se antoja vestimenta indispensable.

Desde la cima se disfruta de un panorama sorprendente por su vastedad hacia la vertiente sur de la Sierra de Guara y a la llanada del Somontano de Barbastro.

Vuelta al camino que desciende en breve a la aldea de San Román, habitada al parecer por una familia con su ganado. De la iglesia parte un carril con indicación a Morrano, a abandonar pronto gracias a un ramal que se desprende a mano izquierda.

Este carril pierde cota entre campos de labranza y se sigue con facilidad desechando algún ramal secundario.

El cruce del río Formiga se efectúa a pata, sin impedimentos fuera de crecidas intempestivas. En la otra orilla esperan una serie de lazadas en ascenso hasta alcanzar el cruce señalizado con la pista que va a Casbas de Huesca.

El carril que lleva al ajuntadero y al Puente de las Aguas desciende con vistas al barranco del Formiga, alternando en su tramo final partes de sendero con otras de camino ancho.

Se rebasa el desvío que viene de Casbas(poste indicador), y un poco mas allá viene el cruce del río con dos alternativas, o a pata o por una pasarela que ha perdido sus protecciones laterales.

Conviene merodear por este ajuntadero de los ríos Alcanadre y Formiga, antes de proseguir ruta al cercano Puente de las Aguas. La senda opone un tramo de escalones pindios y marcha a la orilla del río, en un paso estrecho y vestido de matorral de ribera.

El Puente de las Aguas se escachó hace tiempo y en el presente, sin caballerías que lo empleen, permanece con los estribos derrumbados, en ausencia de tablero, y a la espera de ser repuesto por otro moderno que atienda las necesidades lúdicas o turísticas de los caminantes.

Una pasadera de rocas ayuda a cruzar el río sin mojarse los pinreles, a no ser que el caudal desborde la altura de las piedras, cosa que sucederá si acaso en temporada de lluvias o fuertes crecidas.

Aquí también hay un ajuntadero no menos importante que el anterior, pues convergen dos ríos principales y escultores de la orografía de Guara, el Alcanadre y el río Balcés que le entrega sus aguas.

La senda acomete un repecho con mirador al barranco y barandillas en las zetas de subida. Luego se marcha por la linde de campos donde las balizas del camino facilitan la labor de seguir el rumbo.

Una intersección señalizada marca el tramo final de regreso a Bierge, a través de una pista que cruza el barranco de la Tejería y remonta la cuesta de entrada al pueblo.