BLANCA Y VILDEU DESDE CORES- AVENTURASLYA

Hay que conocer todo lo posible. Y eso implica subir montañas modestas, que en un principio pueden pasar desapercibidas si solo nos centramos en las grandes alturas.
En nuestro caso, en esta ocasión, nos desplazamos hasta el pueblo somedano de Cores. Los objetivos son varios. El primero, como cada día libre que disponemos, el pasar una buena jornada de montaña. El segundo, es el que con Peña Blanca habremos completado todas las rutas del libro “Por la Cordillera Cantábrica” de Robin Walker. Al final de esta descripción contaremos algo más.
Atravesamos el pueblo de Cores, para seguir una pista que tras 5 kilómetros nos lleva hasta Collado Carbaineu. El verde domina claramente en esta época del año. La vista predominante es la media montaña de las sierras asturianas y algo de la zona limítrofe con León. En este collado cambiamos de firme y de rumbo. Pasamos por una campera y en dirección norte, subimos a la cima de Peña Blanca. La ruta se nos antoja algo corta. Para ello, decidimos seguir en dirección Norte-Nor este hacia el Vildéu. Terreno apacible, con un paso por bosque que siempre nos recuerda a nuestros orígenes montañeros entre las hayas. Así llegamos a la segunda cima de la jornada. Las vistas son similares a la anterior.
Regresamos casi completamente sobre nuestros pasos, de nuevo hasta Cores.
Como comentamos, es una ruta fácil para una jornada con 18 kilómetros de distancia y casi 1000 de desnivel.
Como adelantamos al principio, uno de las causas por las que nos dirigimos hasta la cima de Peña Blanca, era completar todos los recorridos del libro de Robin. Un proyecto, como tantos otros, que fuimos compaginando desde nuestros comienzos. En estas últimas jornadas por la montaña palentina, nos dedicamos a subir los que nos quedaban pendientes por aquella zona.
Subimos el primero de esta lista hace 23 años, el Pienzu, y acabamos en Blanca. Por el medio, cientos de jornadas en las que fuimos completando algunos, hasta terminar. Hay subidas que repetimos por diversas caras o condiciones como el caso del Faro, Ubiña, Espigüete…
Desde la cota más alta, en Peña Prieta, hasta la más baja, en el Hibeo, son todos recorridos que merece la pena conocer.
Nosotros, en cuanto el “Bicho “nos deje, seguiremos en la montaña. ANIMO A TODOS
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