Boinás - Quintana - Alcedo - Abango - Piedrafita - ALTO LA REIGADA - Piedrafita - Merillés - Tuña

DISTANCIA: 15 kms. TIEMPO DE SUBIDA: 2h.25m. TIEMPO DE BAJADA: 1h.50m. TIEMPO TOTAL: 4h.15m. DESNIVELES: Subir 725 metros Bajar 925 metros

La ruta la podemos dividir en dos partes: la primera es un largo acercamiento por carretera asfaltada hasta la base del Alto La Reigada, y la segunda, y mas montañera, ya discurre por caminos y pistas, con subida opcional al Alto La Reigada.

Partimos de las cercanías de Boinás, tomando el ramal de carretera (422 metros) por el que nos acercaremos al pueblo de Abango, en un trayecto de unos 7 kilómetros, que nos llevará una hora y tres cuartos. A los 10 minutos de iniciar la andadura pasamos por la Iglesia Parroquial de San Julián (415 m.). Es una iglesia grande y adosada a ella se encuentra el cementerio; es muy llamativa la torre-campanario de la iglesia, con campanas orientadas a todos los puntos cardinales, con lo que seguramente se podrán oir bien sus toques en el extenso territorio que abarca esta parroquia. Poco después cruzamos el pueblo de Quintana (468), que distribuye su caserío por las dos vertientes del alomado canto que separa los valles del río Quintana (E) del de la Pasada del Torno (O); la carretera sigue en descenso entre prados y fincas a cruzar el río de la Pasada del Torno (402), donde inicia suave subida, ahora entre monte de castaños, hasta alcanzar otro cordal divisorio de valles, que separa el de la Pasada del Torno (E) del de Bergoba (O). En esta loma divisoria se ubica un nuevo pueblo, Alcedo, cuyas casas también se distribuyen por las dos vertientes del alomado canto. La carretera cruza Alcedo y pasa a la vertiente del río Bergoba, a cuya cabecera nos va acercando en suave subida. Desde ella contemplamos por la otra orilla del valle la pequeña aldea de Chan de La Tabla. En todo este trayecto por la carretera se hace omnipresente sobre el resto de montañas, el largo espinazo de la Sierra de Peña Manteca. Nada mas rebasar el ramal (774) que sube para el pueblo de Abedul (el mas alto de Belmonte de Miranda), la carretera cruza el río Bergoba dando un giro a derecha (N) para remontar por un valle secundario en cuya cabecera se encuentra el pueblo de Abango, cuyo núcleo principal semeja una isla rodeada por prados de siega y sembrado, con categoría de postal. Aquí finaliza la carretera y la primera de las dos partes en que habíamos dividido la ruta. Dejando las casas de Abango (787) por la derecha, entramos en el camino viejo que comunica este pueblo con los de Merillés y Tuña, con un pequeño tramo convertido en pista. Sube hasta la próxima collada de Piedrafita (835), donde lo abandonamos para subir a la cumbre principal (Alto la Reigada) de esta Sierra de los Blancos donde nos encontramos; no es mas que subir la suave cuesta que tenemos por el norte, sorteando el tupido matorral de bajo porte que cubre la ladera por las sendas que hace el ganado hasta ganar la cumbre del Alto La Reigada (965), que se remata en un afloramiento de rocas cuarcíticas, desde el que dominamos una extensa vista del Valle de Genestaza y sus pueblos, así como del Embalse de la Barca, en el río Narcea. Vuelvo a la collada Piedrafita para retomar el viejo camino de comunicación entre pueblos; avanza por la ladera oeste del Alto La Reigada, por parajes abiertos y desarbolados, permitiendo ver y disfrutar del paisaje; pasa un poco por debajo del Dolmen de Merillés, que si hay interés en visitarlo es muy poco el esfuerzo y el tiempo que se necesita para llegar hasta él y luego reintegrase al camino. Nosotros, en el día de hoy, seguimos el camino, que ya en las cercanías de Merillés se convierte en pista. Entramos en Merillés (489), comunicada con Tuña de dos maneras: una es su acceso rodado por carretera de casi 6 kilómetros y otra el camino viejo, que en distancia no será mas de uno. Para los montañeros solo hay una opción, el camino viejo, que sale del pueblo cruzando la extensa ería de Merillés, para luego pasar por denso castañéu y salir a la carretera, justo a la altura de los dos puentes que salvan el río Genestaza - uno medieval y otro moderno-, y cruzando por cualquiera de ellos entramos en el populoso y señorial pueblo de Tuña (230), final de la ruta.
Las fotos de Santiago Calabozo