Boquerón de Estena

Esta ruta la podemos hacer por libre o concertarla gratuitamente con los guías del parque (Oficina de Información: 699.873.522 - 926 78 32 97 - 926783297), lo cual recomiendo, ya que de lo contrario nos perderemos gran cantidad de detalles, entre otros, la multitud de fósiles marinos de más de 400 millones de años de antigüedad.

Si vamos por libre, debemos tomar la carretera que lleva desde Navas de Estena a la Ermita, donde encontraremos un pequeño aparcamiento, aquí dejaremos los coches.

Inicialmente iremos por una pista de poco interés que discurre paralela al arroyo del Chorrillo, hasta que nos vemos obligados a cruzarlo al llegar a una fuente. A partir de aquí el camino se estrecha y se hace mucho más interesante, sobretodo al llegar al estrechamiento del río Estena, que da nombre a esta ruta, conocido como "Boquerón del Estena". Seguidamente veremos una formación geológica conocida como las "Torres del Estena", se trata de unas formaciones de piedra en forma de torres o columnas.

Siguiendo el sendero, llegaremos a otro pequeño puente, sin lugar a dudas es el punto más hermoso de la ruta. En este punto aprovecharemos para reconocer algunos icnofósiles como Cruzianas (huellas de trilobites), además de Skolithos, huellas de madrigueras verticales que perforan y alteran la laminación sedimentaria en el interior de los estratos.

Cruzamos el puente y continuamos hasta en encontrar uno de los fósiles más interesantes de la ruta. Se trata de la huella más antigua de gusano gigante encontrada en el planeta. El rastro lo dejó un gusano marino "Paleoficus tubularis", que habitó en la Tierra hace 472 millones de años. Según los investigadores, el ejemplar medía un metro de longitud y entre 15 y 20 centímetros de anchura, y se encuentra en una losa de piedra, casi vertical, al borde de este sendero con un panel informativo.

A lo largo de este tramo podremos encontrar fosilizadas Rizaduras de oleaje o de corrientes marinas, así como ejemplares de Astropolichnus hispanicus, icnofósil que corresponde a la huella de anclaje de un celentéreo, similar a nuestras anémonas de arena.

Seguiremos el sendero hasta llegar a un punto donde encontraremos una valla de una finca privada. A partir de aquí, no nos queda otra opción que regresar sobre nuestros pasos.

Una vez en los coches, podemos acercarnos al área recreativa "El Acebo", que se encuentra al final de las pista que lleva a la casa rural "El Boquerón de Estena", una vez allí, además de disfrutar del entorno, podrás ver de una pared en la que se acumulan infinidad de huellas de trilobites (cruzianas) con más de 465 millones de años. Te daré algunas indicaciones para localizarla: Una vez en la zona recreativa, observarás que se trata del estrechamiento del Estena que viste desde el otro extremo, pues bien, cruza el río y acércate al estrechamiento por el margen derecho, debes localizar una zona de piedras donde podrás cruzar de nuevo el río, no sin cierta dificultad, pues justo en las paredes de la orilla contraria, después de una pequeña trepada, encontrarás la magnifica pared de más de 2 metros cuadrados. ¡No te la pierdas, es todo un espectáculo!