Bosque de cobre del valle del Genal: del bosque encantado de Parauta al nacimiento del Genal en Igualeja.

La última quincena de noviembre suele ser el momento ideal para visitar el valle del Genal, donde la ingente plantación de castaños forma el llamado bosque de cobre; son infinidad las rutas que nos ofrece la zona, siendo una de las más bellas la ruta circular entre Igualeja y Parauta donde, además, este año hay una novedad, el bosque encantado. Con esta iniciativa de los vecinos de Parauta han creado un parque temático, poblando sus bosques de seres fantásticos que ofrecen un innegable atractivo, sobre todo para los más pequeños. Sin miedo a equivocarnos se puede afirmar que ha sido la actuación estrella en la provincia de Málaga de cara al reclamo turístico, con un éxito que se mide en los centenares de visitantes que cada fin de semana llenan la población.

De este modo Alfonso y yo empezamos nuestra ruta en Parauta por el bosque encantado, que podemos ir fotografiando en detalle al tener la posibilidad de hacer nuestras rutas en días laborables, que impiden la afluencia masiva de visitantes. Una vez terminado el bosque encantado nos centramos en la fabulosas vistas hacia el valle del Genal y la población de Cartajima que se ve en la ladera de enfrente. Una de las peculiaridades de las poblaciones del valle del Genal es que se levantan todas en la misma cota, que viene determinada por un nivel freático similar que permitía el abastecimiento de agua a las distintas poblaciones. Descendemos hacia el arroyo de los Granados por un carril que está totalmente asfaltado y una vez cruzado el cauce tomamos un empinado atajo que recorta la pronunciada curva que allí dibuja el sendero.

Entramos en una zona de espesa plantación de castaños que muestran ese otoñal color cobrizo que ahora se encuentra en su tonalidad más intensa, si bien las hojas ya comienzan a escasear (creo que no le quedan más de 10 días). El ascenso nos lleva hasta el puerto de Halda, donde seguimos recto buscando el camino del Hiladero que nos lleva hasta Igualeja. Aquí podemos girar a izquierda para buscar otra senda que nos lleva al pueblo, la de la Tetona (un poco más abajo encontramos otra intersección donde existe la misma opción). En nuestro caso tomamos el estrecho sendero del Hiladero, que recibe su nombre del arroyo que cruza el pueblo. Llegados a Igualeja recorremos sus calles, entrando en la ermita del Divino Pastor y la iglesia de Santa Rosa de Lima, antes de visitar el nacimiento del río Genal. Allí mismo, en el bar Nacimiento, nos sentamos a tomar una buena jarra de cerveza antes de emprender el camino de vuelta.

Buscamos ahora la calle la Tetona, donde empieza el sendero homónimo por el que volveremos a Paraura. Al principio en ascenso hasta el puerto el Hiladero y desde ahí en descenso hasta el arroyo Granados; todo este camino cruza unos espesos castañares cuyos colores nos dejan sin palabras. Desde el arroyo un nuevo ascenso hasta el pueblo, con vistas privilegiadas al valle del arroyo y posteriormente al valle del Genal. En Parauta callejeamos un poco, sorprendidos por lo cuidadísimo que está el pueblo y engalanado con sillas de madera y paja pintadas en vivos colores que los vecinos han colgado en las fachadas como atractivo adicional.