Bosque de Cobre. Serranía de Ronda.

Hace algo menos de un mes, la prestigiosa revista National Geographic publicaba un artículo titulado EL CASTAÑAR MALAGUEÑO CON UNO DE LOS MEJORES OTOÑOS DE ESPAÑA.
En dicho artículo se ensalzaba la belleza natural de este rincón de la provincia de Málaga valorando sus otoños como uno de los mejores de la geografía española.
Dejo el link a continuación https://viajes.nationalgeographic.com.es/lifestyle/castanar-malagueno-uno-mejores-otonos-espana_19774

El Bosque de Cobre es el nombre que recibe la extensión de castaños que pueblan las laderas del Valle del Genal y que en otoño tiñen el paisaje de colores ocres, verde, amarillo, naranja, prevaleciendo el marrón o el cobre sobre todos ellos.

Del Alto al Bajo Genal pasamos por Igualeja, Pujerra, Parauta, Cartajima, Júzcar, Faraján, Alpandeire, Atajate, Benadalid, Benalauría, Algatocín, Benarrabá, Gaucín, Jubrique y Genalguacil, 15 pequeños municipios encerrados en el Valle del Genal entre las montañas de la Serranía de Ronda desde los que podremos descubrir esta magnífica extensión boscosa.

Los amantes del Instagram, podrán sacarse sus preciados selfies bajo la consigna que parece hacerse eco en estos pueblos blancos:
Bésame en Parauta
Bésame en Igualeja

O, como digo yo, Bésame donde tú quieras.

Empezamos la ruta en Igualeja, junto al nacimiento del río Genal. En este primer tramo del recorrido, vamos a seguir la Ruta de los Castañares de Igualeja por el camino de la Tetona.
Para ello, atravesaremos el pueblo, dejando atrás la Iglesia de Santa Rosa de Lima y la Ermita del Divino Pastor. Debemos dirigirnos hacia el este para cruzar el arroyo del Hiladero. Justo en ese punto, nos encontramos el primer poste con información del camino a seguir. Estas indicaciones nos permitirán llegar hasta Collado del Puerto de Halda.

A la salida del pueblo hay que estar atentos a las intersecciones que se nos irán presentando (ver waypoints).
Nosotros nos dejamos guiar por un simpático gato al que llamamos cariñosamente Misifú y que nos acompañó durante este primer ascenso.

Conforme vamos ascendiendo, podremos disfrutar de unas buenas panorámicas del pueblo de Igualeja y de los castañares que nos rodean.
Los castaños de las fincas privadas que vamos bordeando le dan color al paseo y dejan el sendero cubierto de sus hojas y de sus espinosos zurrones de castañas. Veremos algunos ejemplares centenarios que se imponen frente a los demás por el diámetro de sus troncos y su altura.

Tras el ascenso, llegaremos a un collado llamado Puerto de Halda. Desde aquí, iniciaremos el descenso hacia el Valle del Genal, hasta llegar al mismo cauce del río.
En este nuevo tramo de la ruta, las panorámicas de Cartajima, rodeada de castaños, con la Serranía de Ronda como telón de fondo, no nos dejarán indiferentes y nos permitirá entender porqué los llaman pueblos blancos.

Vamos adentrándonos poco a poco en una zona umbría y boscosa donde podremos contemplar unos bonitos ejemplares de castaño.

La pista por la que vamos descendiendo es ancha y en algún tramo bastante empinada, por lo que deberemos prestar atención paea evitar resbalones y/o caídas. Hay varios desvíos que deberemos tomar para llegar al cauce del río, en las inmediaciones de un antiguo molino.

Desde este punto, iniciaremos un nuevo ascenso, esta vez en dirección a Parauta. Seguimos ahora las marcas amarillas y blancas de los postes de madera del PR-A 222 (Sendero de Parauta a Cartajima) en dirección Parauta. Atravesaremos una zona boscosa con vegetación típica de ribera y con posterioridad con encinas y algún que otro madroño. Por este sendero llegaremos al Bosque Encantado, que no es más que una pista jalonada por árboles adornados de figuras de cuentos de fantasía, algunas talladas en el tronco de los árboles: El Barbado Azul, el Flautista sátiro, la Fuente de los Deseos, la casa de los Gnomos, etc.
Por la hora que era y por la cantidad de familias que recorrían este camino, el Bosque Encantado perdió su encanto en cuanto nos "adentramos" en él. Y pongo adentrarnos entre comillas porque la verdad es que no tiene mucho en común con un verdadero bosque salvo por la existencia de árboles...
Al final de este camino se encuentra el pueblo de Parauta que también estaba saturado de gente. Buscamos el inicio del sendero PR-A 226 que nos llevaría de vuelta a Igualeja y nos encontramos con la Encina Vallecillo, un árbol singular que una bonita historia (ver panel informativo que aparece en este waypoint).

Vamos descendiendo suavemente por una pista asfaltada hasta llegar de nuevo al cauce del río Genal (arroyo de los Granados en este tramo), que deberemos vadear.

Una señal amarilla y blanca en un árbol nos marca el camino. Aquí de nuevo toca subir, esta vez en dirección a Igualeja. Volvemos a la zona umbría y el espesor del bosque va aumentando. Cruzamos por un puente metálico y, tras unos 200 metros más de ascenso, llegaremos al collado (puerto de Halda) donde se bifurca el camino. Hay varios paneles informativos que nos explican la importancia de la castaña para estos pueblos y que identifican a Igualeja como el segundo productor de castaña de España.
Deberemos seguir recto, por el camino de la Tetona, para volver al pueblo. Esta vez, llegaremos por el oeste y deberemos callejear para llegar a la piscina municipal y al nacimiento del río Genal, punto de inicio y final de nuestra ruta.

Un paseo interesante para recorrer este bonito rincón de la Serranía de Ronda.

¡Que disfrutéis del paseo!