Bosque de Hormas. Riaño

Ruta fácil circular por el bosque de Hormas, pero para realizarla solicitamos autorización previa a Medio Ambiente de Castilla y León, para introducirnos en un paraje protegido.

El Bosque de Hormas podría ser, por su situación, otro bosque más de la Cordillera Cantábrica. Pero hace falta poco, tan solo una jornada de senderismo en esta época para darnos cuenta de que éste, enclavado en la magnífica Montaña de Riaño, es un bosque distinto.

Por los verdes valles descienden los arroyos que están guiados por unos montes, repletos de hayas y robles albar, además de acebos, serbales de los cazadores y otros que complementan el gran valor y la diversidad del bosque.

Según va pasando el año y el verano desaparece, todos estos árboles van transformando sus copas al gusto del otoño, que como si de una paleta de un pintor se tratase los colorea con distintas tonalidades, que dan lugar a una belleza tan característica de esta época.

En la ruta que se describe, en la primera parte andamos por una pista que parte desde el cementerio de Riaño y que nos va introduciendo al valle por una pista por donde bajan las aguas del río Hormas, para luego desviarnos al paraje La Salsa, ya introducidos en el bosque.

Nos adentramos en pleno bosque y dejamos atrás las amplias postales otoñales de paisajes que nos han acompañado, para deleitarnos con la magia de este bosque, que es hogar de animales tan esquivos como magníficos como son osos y urogallos, aunque lo más fácil es observar ciervos y corzos.

Como bosque caduco que es, nos recibe con una tupida alfombra de hojas en el suelo, que junto con los arboles y las hojas que aún conservan nos da la sensación de adentrarnos en territorios de duendes y hadas, seguimos subiendo hasta terminar de subir la ladera inmersos en la magia del bosque.

Una vez alcanzada la collada de la Salsa, continuamos un poco más por el bosque y nos sigue sorprendiendo la belleza y la magia a cada paso que damos, y empezar a descender hacia el paraje de Casares, con su fuente y su área recreativa.

Hemos salido del bosque pero con la sensación de haber vivido un momento único y ya podemos confirmar el por qué a este bosque le llaman mágico…

Rápidamente bajamos el valle con un suave descenso que nos devuelve a la parte inicial de la ruta. Aquí volvemos a disfrutar de esos contrastes tan otoñales y tras acabar este valle giramos a la derecha para retomar la pista inicial y volver al punto de partida unas 3 horas y media después.

La mirada hacia el bosque que acabamos de dejar ya no es la misma que al empezar la ruta, puesto que ya sabemos lo que esconden esas laderas pintadas de colores. Con ganas de seguir adentrándonos en otras laderas, puesto que el bosque rodea toda la pradera, pero lo dejaremos para otra ocasión.

Es una ruta perfecta para iniciarnos en el Bosque de Hormas y conocer las opciones que tiene, puesto que hay más parajes como el de Prado Rey, que a más de 1600 metros de altitud es la parte más alta del Bosque y desde donde hay unas excepcionales vistas de la preciosa Montaña de Riaño. En caso de haber niebla tener cuidado con no perderse dentro del bosque y es recomendable hacer solo el tramo hasta los Casares o el valle del río Hormas, por la pista para evitar sustos y no marcharnos de aquí con mal sabor de boca en vez de irnos con la sensación de haber estado en un sitio mágico.

IMPORTANTE: Quienquiera que haga uso y seguimiento total o parcial de este track y de su información adicional, asume la plena responsabilidad ante los riesgos propios de la práctica de la actividad referida. Esta información tiene únicamente carácter orientativo.