Bosque Encantado de Higueras y Nacimiento Peralta. Río Guadalentín. Sierra del Pozo. Sierra de Cazorla. Pozo Alcón

SIERRA DEL POZO:

La Sierra de Pozo Alcón es una tierra de contrastes. Forma parte del Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas. A su vez perteneciente a la Cordillera Subbética, su máxima cota es el Pico Cabañas a 2.027. Unidas crean el más extenso Parque Natural de España.


En 1983 la UNESCO la declaró Reserva de la Biosfera y en 1998 Zona de Especial Protección para las aves por la Unión Europea. El territorio más elevado de la Sierra del Pozo cuenta con un área de máxima protección la Reserva de Navahondona por su elevado valor ecológico y considerable número de endemismos.

En la biodiversidad del Parque Natural destacan la cabra montés, el ciervo, el gamo, el muflón y el jabalí, en cuanto a fauna. En el apartado de flora engloba a 2.170 especies distintas de plantas, de las cuales 34 son endemismos.

La Sierra del Pozo es un espacio protegido que reúne los requisitos adecuados para incitarnos a descubrirlo poco a poco e ir en busca de gratas sensaciones.


BOSQUE ENCANTADO DE HIGUERAS Y NACIMIENTO PERALTA:

Todas estas surgencias toman sus aguas del macizo calizo de la sierra, en concreto del Peñón de Peralta, así como de algunas filtraciones del cercano embalse de la Bolera, que se unen caudalosamente al Guadalentín, en una concurrida zona en la que se encuentra enclavado el Coto Intensivo Peralta que hace las delicias de los amantes de la pesca. Si disfrutas de la magia, podrás descubrir junto al río Peralta un bosque encantado, pasarelas de madera, nacimientos de agua.

DESCRIPCIÓN DEL RECORRIDO:

Con la intención de hacer algo más larga la ruta, comenzaremos en las afueras de la Localidad de Pozo Alcón. Concretamente en la Avenida de la Bolera; en las últimas edificaciones aparcaremos y comenzaremos nuestra andadura. Continuaremos, a pie, por la Carretera de Pozo Alcón a Huéscar y tomaremos el primer desvío asfaltado a la derecha. Cien metros después, nos desviaremos a la izquierda por un carril de tierra, en ascenso, que va en paralelo al CANAL DE ITURRALDE. Este baja tumultuosamente para salvar un desnivel y prosigue plácidamente junto al borde de la carretera.

Ascenderemos este corto tramo y llegaremos a las inmediaciones de un gran embalse de riego alimentado por este canal y al cual no se puede acceder.

Unos metros después, y tras cruzar el canal por un puente, tomaremos la pista de la derecha señalizada con un panel informativo (Coto Intensivo de Pesca Peralta) en una encrucijada de caminos. Sin abandonar este camino de tierra, pronto comenzaremos con un suave descenso. Tras pasar por una pequeña fuente llegaremos al CORTIJO PERALTA, donde se encuentran las dependencias de los guardas del Coto Intensivo de Pesca Peralta.

Antes de llegar al curso del RÍO GUADALENTÍN, la vegetación empieza a cambiar, el murmullo de agua se empieza a escuchar, interrumpido por los gritos de alboroto y júbilo de las personas que disfrutan de este paraje tan singular. Y por fin llegamos al cauce del Río. La sorpresa fue mayúscula; después de caminar por los secos parajes del camino de ida repletos de colores tierra y ocres, el verdor y la frondosidad de la vegetación, la cristanilidad de sus aguas y el frescor en forma de microclima, hacen de este paraje un lugar mágico e idílico.

Continuaremos por la margen izquierda del Río Guadalentín, deleitándonos a cada paso con cada unos de sus rincones, a cual más bonito. El verde de los árboles se refleja en las aguas frías y cristalinas. Es una preciosa zona para pasar un rato de relax y disfrutar de la naturaleza en contacto con el agua. Durante nuestro trayecto, pudimos observar numerosas pozas y nacimientos de aguas.

Cruzaremos un puente de madera para ir al BOSQUE ENCANTADO DE LAS HIGUERAS; que hace honor a su nombre. Una multitud de gigantes higueras crean una cueva vegetal en forma de galería que te van conduciendo por un laberinto de senderos salpicados de pequeños puentes de madera, repletos de surgencias de agua en forma de pintorescas cascadas que parecen manar de las propias higueras. El olor exuberante que desprenden las higueras, parecido al de la canela, y el frescor predominan. Tras subir una pequeña cuesta encontramos semioculta una preciosa y misteriosa cascada; al acercarte a ella recibirás una reconfortante lluvia que viene de lo alto del tajo rebotando en multitud de ramas y hojas que encuentra a su paso.

A la gente que vimos paseando por esta zona, se les veía dibujada en su cara esa sonrisa del estar disfrutando de este espectacular lugar. Numerosos arroyuelos que entre la frondosidad de las plantas van a parar al cauce del río. Este sitio es de los que hay que ver en directo para poder captar toda su belleza. En definitiva, es un lugar espectacular que merece mucho la pena visitar si te gusta la naturaleza.

El sendero nos lleva hasta el merendero de Peralta, que está lleno de enormes árboles que ofrecen una acogedora sombra. Junto a él se encuentra el NACIMIENTO DE PERALTA; si miráis hacia arriba veréis en mitad del tajo de la Peña Peralta el nacimiento. En pleno cortado aflora, con gran potencia, un enorme caudal de agua que se precipita en forma de cascada por el inclinado terreno; creando a su alrededor otro bosque de galería casi infranqueable. Intentamos subir, lo más que pudimos, para acercarnos a la cascada pero la frondosidad de la vegetación nos lo impidió

Desde aquí, y tras un breve receso para disfrutar del lugar, iniciamos el descenso por la ribera del Río Guadalentín. Una pista que poco a poco se va estrechando hasta convertirse en un precioso sendero, la VEREDA DE LOS PESCADORES DEL GUADALENTÍN, que siempre va muy cercana a la orilla del río. Pudiendo disfrutar de la tranquilidad de sus aguas, sus pozas y sus cascadas; circundado por un formidable bosque de galería y numerosas alamedas. Atravesaremos los parajes de LAS SALINILLAS, LA GIDABA Y LA ALMEDILLA antes de llegar al gran PUENTE DE LA TÍA CANANA.

Cruzaremos momentáneamente el puente para ir a ver las ruinas de un antiguo molino y un gran estanque con ocas. Seguiremos por una pista que en continuo ascenso nos hará salir del valle del río. Conforme vamos ascendiendo las panorámicas se van haciendo más amplias, obteniendo unas magnificas vistas de todo el Valle del Guadalentín. Pasaremos por varios cortijos, unos en ruinas y otros habitados, saliéndonos al paso unos diminutos perretes que no paraban de hacernos fiestas; menudos guardianes.

Al salir del valle, un corto descenso nos condujo, bajo la puesta del sol, hasta la carretera que bordea el CANAL DE ITURRALDE, que vimos al principio. La tomaremos a la derecha hasta enlazar con el camino de ida. Tan solo nos queda desandar lo andado hasta llegar al punto de partida y final de esta inolvidable ruta. Aunque la carretera no tiene demasiado tráfico se ha de tener precaución al caminar por ella.

Recomendación: tras la caminata aconsejamos pasarse por la pastelería La Confi de Pozo Alcón y probar alguno de sus múltiples dulces ¡¡¡exquesitos!!!

RÍO GUADALENTÍN:

El Guadalentín nace en la Sierra del Pozo, en el parque natural de la sierra de Cazorla formándose de pequeños arroyos que bajan de la sierra de la Cabrilla a la altura del Majal de la Carrasca, recibe al arroyo de los Arenales y ya con cauce permanente fluye por el fondo de un profundo barranco en dirección sur. Recibe en el vado de las Carretas al arroyo de San Pedro, de aguas intermitentes, y en la Cerrada de la Canaliega al arroyo de los Tornillos de Gualay. Siempre en dirección Sur y al fondo de un profundo barranco recibe los arroyos de las Acebadillas y arroyo Frío, a la altura de la cerrada del mismo nombre.

Atraviesa la Cerrada de la Herradura y se remansa en el embalse de La Bolera a 971 msnm, 53 hm³, donde tiene el manantial conocido como nacimiento del Guadalentín en una profunda cueva donde se junta el arroyo de la rambla. El nacimiento queda bajo las aguas del pantano cuando éste está lleno.

El pantano de la Bolera recibe las aguas de los arroyos de Guazalamanco, de la Rambla, de la Venta y del Vidrio. Bajo el pantano atraviesa la Cerrada de la Bolera y bajo esta recibe las aguas del arroyo de la Alcantarilla.

Aguas abajo de la Bolera, recibe el importante aporte del manantial de Peralta, y continúa hacia el sur encajado en un profundo cañón hasta el embalse del Negratín, donde desemboca en el Guadiana Menor, entre los municipios de Cuevas del Campo y Zújar.