Bosque mágico de Valdehaya y Torre de Magalana, Velilla del Río Carrión
near Caminayo, Castilla y León (España)
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Trail photos
Itinerary description
Ruta de ensueño por los bosques mágicos de robles y hayas alrededor de la extracción de antracita y carbón de Valdehaya.
Saliendo de Velilla del Río Carrión, dirección Riaño, se toma una vieja carretera hacia las antiguas minas de antracita, hay un letrero pequeño que lo indica. Con el coche se puede avanzar unos kilómetros para dejarlo en el punto de salida, pero también se puede hacer esa parte de la ruta a pie, pasando cerca de antiguas edificaciones mineras.
En el cruce donde marca el incio de la ruta, encontramos indicaciones en dos sentidos para ir a ver el Roblón del Monasterio, ruta que hice con los niños a principios del otoño. Ahora, a finales de la misma estación, se notan cambios sutiles: un ambiente más frío, una alfombra mucho más tupida, una sensación de sueño profundo.
En esta ocasión, sigo una genial ruta del compañero Vidal, evitando las carreteras y siguiendo leves sendas a través de grandes y mágicos bosques. Subiendo la ladera contraria a donde está el Roblón del Monasterio se llega, por la parte de atrás, al Corral de los Senderos. Desde allí subo al Collado del Lampa, siguiendo hacia el este su cordal llegaríamos al Peña Lampa, pero lo dejo para otra ocasión.
Desde el Collado, por una pista ancha, subo la Torre Magalana, con un bonito hito muy grande que lo corona. Desde allí empieza el regreso y la bajada.
Tengo que decir que la primera parte de la ruta, subiendo hacia el Corral de los Senderos, a través de una hayedo y robledal profundo y gastado, la disfruté mucho, sintiéndome pleno y alegre y disfrutando cada paso.
Pero el regreso por la ladera que baja al Roblón del Monasterio, por medio del robledal eterno y paralizado, haciendo curvas y eses y siguiendo el sendero que aún se distinguía debajo del manto de hojas que son las que marcan el tiempo en aquellas zonas, fue terriblemente bello, tan hermoso que no se puede abarcar por los sentidos, y mucho menos por la cámara.
En el sentido que hice la ruta (al ser circular se puede elegir en cual de ambos hacer) esta parte del recorrido la realicé a la vuelta, bajando sin esfuerzo, disfrutando viviendo cada momento.
Finalmente llegué al Roblón. Hola qué tal, le dije. Un saludo, me contestó.
Desde él, se continúa bajando, tocando algo de carretera, pero evitándola y volviéndome a sumergir en las profundidades del bosque que notaba como me guiaba él hacia el final del recorrido, enseñándome sus caminos y secretos y no dejando que me extraviara.
Una ruta que la pueden hacer todos los públicos, aunque hay varias partes de desnivel que se le puede atragantar a alguno. Señalar que casi toda ella, además, es campo a través, con sendero la mayoría de las veces, pero no todas. Una zona que te transporta a otro tiempo vestida de otoño y con unos ligeros copos de nieve que fueron cayendo. Todo ello hicieron que el día fuera ideal, y que solo quiera volver a descubrir más rutas de esta parte de la montaña palentina, escondida, secreta y pausada en el tiempo.
Saliendo de Velilla del Río Carrión, dirección Riaño, se toma una vieja carretera hacia las antiguas minas de antracita, hay un letrero pequeño que lo indica. Con el coche se puede avanzar unos kilómetros para dejarlo en el punto de salida, pero también se puede hacer esa parte de la ruta a pie, pasando cerca de antiguas edificaciones mineras.
En el cruce donde marca el incio de la ruta, encontramos indicaciones en dos sentidos para ir a ver el Roblón del Monasterio, ruta que hice con los niños a principios del otoño. Ahora, a finales de la misma estación, se notan cambios sutiles: un ambiente más frío, una alfombra mucho más tupida, una sensación de sueño profundo.
En esta ocasión, sigo una genial ruta del compañero Vidal, evitando las carreteras y siguiendo leves sendas a través de grandes y mágicos bosques. Subiendo la ladera contraria a donde está el Roblón del Monasterio se llega, por la parte de atrás, al Corral de los Senderos. Desde allí subo al Collado del Lampa, siguiendo hacia el este su cordal llegaríamos al Peña Lampa, pero lo dejo para otra ocasión.
Desde el Collado, por una pista ancha, subo la Torre Magalana, con un bonito hito muy grande que lo corona. Desde allí empieza el regreso y la bajada.
Tengo que decir que la primera parte de la ruta, subiendo hacia el Corral de los Senderos, a través de una hayedo y robledal profundo y gastado, la disfruté mucho, sintiéndome pleno y alegre y disfrutando cada paso.
Pero el regreso por la ladera que baja al Roblón del Monasterio, por medio del robledal eterno y paralizado, haciendo curvas y eses y siguiendo el sendero que aún se distinguía debajo del manto de hojas que son las que marcan el tiempo en aquellas zonas, fue terriblemente bello, tan hermoso que no se puede abarcar por los sentidos, y mucho menos por la cámara.
En el sentido que hice la ruta (al ser circular se puede elegir en cual de ambos hacer) esta parte del recorrido la realicé a la vuelta, bajando sin esfuerzo, disfrutando viviendo cada momento.
Finalmente llegué al Roblón. Hola qué tal, le dije. Un saludo, me contestó.
Desde él, se continúa bajando, tocando algo de carretera, pero evitándola y volviéndome a sumergir en las profundidades del bosque que notaba como me guiaba él hacia el final del recorrido, enseñándome sus caminos y secretos y no dejando que me extraviara.
Una ruta que la pueden hacer todos los públicos, aunque hay varias partes de desnivel que se le puede atragantar a alguno. Señalar que casi toda ella, además, es campo a través, con sendero la mayoría de las veces, pero no todas. Una zona que te transporta a otro tiempo vestida de otoño y con unos ligeros copos de nieve que fueron cayendo. Todo ello hicieron que el día fuera ideal, y que solo quiera volver a descubrir más rutas de esta parte de la montaña palentina, escondida, secreta y pausada en el tiempo.
Waypoints
Comments (2)
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Information
Easy to follow
Scenery
Easy
Una maravilla los arboles mágicos de Valdehaya!!! Gracias por disfrutarla!!! ;)
Qué ganas de volver otra vez... Para la próxima haré todo el cordal hasta el Lampa...