Bosque vetton

Fuente de Elia

Aquí puedes recoger agua para el trayecto, no está clorada y es de mineralizacion débil. Tiene un sabor estupendo.

El Chorrito

Uno de los dos lavaderos de Cabezabellosa. Por estos lugares, junto a los tendederos hoy reconvertidos en huertas, transcurría profusamente la vida de la localidad, cual plaza de mercado.

Parque de la muñeca

Junto a la poza Las Bestias y con una pequeña fuente este parque es un buen lugar de recreo por sus columpios, merendero con barbacoa y buena ubicación.

Paseo a la Puentecilla

Entre serpenvirentes prados puedes contemplar vistas al valle y a la montaña.

Paseo a la Puentecilla II

Paseo a la Puentecilla III

Llegada al bosque

La posición del pequeño castaño parece un saludo a modo de reverencia.

Robledal

La desnudez del invierno permite ver la magnífica estructura de estos gigantes. Desde el camino se observa el cerro del Búho coronado con la ermita del Castillo.

Gigantes derribados

Un enemigo silencioso del bosque son los vientos huracanados, cada vez son más tempranos por el cambio climático, los árboles no han tenido tiempo de perder la hoja y se enfrentan a un peligro con el que no han crecido; aflige ver el prematuro fin de individuos tan sanos y llenos de vigor.

Paseando entre gigantes.

Muchos permanecen aún y entre ellos brotan algunos jóvenes, los garantes para la continuidad del bosque.

Corrales de Montero

Las altas paredes de estos recintos para guardar cabras prevenían del ataque de los lobos.

Afloramiento granítico

Aquí y allá surgen formaciones rocosas que ensalzan el paisaje. Algunos bolos graníticos fueron tallados durante la edad del hierro, la molienda de la bellota constituía una importante industria alimentaria.

Cabezabellosa

Salimos a un páramo donde se contempla la particular ubicación geográfica de la localidad montañesa, rodeada por prados y masas boscosas.

Sierra de Cabezabellosa

Hoy oculta por la alta niebla

Bosque de los Rozones

La cuerda el Trozo y los Linares

La angarilla verde

Bajada por la carretera del Torno

La carretera serpentea en el retorno a la localidad.

Agallas y hiedra

Son dos parásitos del roble, el primero una diminuta avispa, el segundo una planta trepadora.

Llegando a Cabezabellosa

Retorno al punto de inicio

Callejeando volvemos al punto de partida, Casa Palacio Carvajal.