BOSQUES DE NAVAFRÍA: El Chorro y ruta de los refugios
near Navafría, Castilla y León (España)
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Itinerary description
Caminata de 14 kilómetros por los bosques de Navafría (Segovia) para visitar la cascada de El Chorro y varios refugios que se esparcen por la ladera norte de la montaña El Nevero, en torno al río Cega y el arroyo del Chorro. Todos con la puerta abierta para su uso o visita. Con salida desde el área recreativa de El Chorro.
Toda la ruta transcurre por pistas y sendas en buen estado, entre fabulosos pinares con ejemplares de gran porte. No presenta dificultades técnicas. Se trata de un pateo muy llevadero.
Una vez estacionado el vehículo en el aparcamiento del área recreativa (5 euros la entrada), echamos a andar por la pista de asfalto que traíamos con el coche, con el río Cega a nuestra derecha. En seguida dejamos a izquierda un refugio, pasamos por el puente que salva el arroyo del Chorro (que en este punto se une al río Cega) y despreciamos el desvío señalizado a izquierda (bandera 2 en el mapa track) que nos llevaría en 10-15 minutos a la cascada de El Chorro, cuya visita dejamos para el final de la ruta.
REFUGIO DE EL PEÑÓN
Nuestra pista discurre en paralelo a las aguas del Cega, entre pinos muy altos. Aunque el camino progresa con un desnivel suave, las laderas a nuestra izquierda tienen una fuerte verticalidad. Para ganar altura, trazamos una zeta y a los 33 minutos de marcha alcanzamos el refugio de El Peñón (bandera 3 y 1,8 kilómetros de pateo). En su interior, dibujados en la pared, los muñecos de 'Barrio Sésamo' Epi y Blas (ver foto). Proseguimos y 900 metros más adelante damos con el refugio de La Fragua (bandera 4 y 55 minutos). Nada más pasarlo, una bifurcación: tiramos por la pista de la izquierda, ya de tierra, y que sigue ganando altura.
Tras trazar una pronunciada curva a izquierda, el camino clarea brevemente y nos ofrece una vista parcial del valle del Cega (bandera 5). Al rato llegamos al arroyo de las Vueltas, reconocible por una amplia alberca (bandera 6 y 1.19 horas). Media hora después, superamos otro arroyo. En la ladera, un poco más apartado del camino que sus hermanos, se apuesta otro refugio, cuyo nombre desconocemos: 1.50 horas y unos 6,8 kilómetros de marcha (bandera 7).
CAMBIO DE VALLE
En este punto cambiamos de valle: si antes seguíamos la hendidura montañosa que forma el cauce del Cega, ahora pasamos al minivalle que horada el arroyo del Chorro, que queda a nuestra izquierda: al principio bastante abajo, pero a cuya cota nos aproximamos según avanzamos por la pista, hasta cruzarnos de nuevo con él tras 2.08 horas y unos 7,8 kilómetros de recorrido (bandera 8): de nuevo, las aguas se embalsan en otra alberca.
Éste es un cruce de camino. A derecha sigue la pista que lleva hasta el puerto de Navafría, donde se unen las provincias de Segovia y Madrid. A izquierda, la pista que baja paralela al arroyo del Chorro, ahora con las aguas a nuestra izquierda, y que seguiremos luego, pues previamente nos adentramos por la pista de la derecha para visitar, en un ida y vuelta de apenas 300 metros, el último refugio de la jornada: el de Regajohondo, construido sobre una espléndida pradera y a orillas del arroyo (bandera 9). Ésta es la cota más alta del recorrido: 1.720 metros de altitud. Insistimos: muy llevaderos, pues no hay cuestas matadoras, todo el desnivel se gana de forma progresiva.
MIRADOR DE LAS CEBADILLAS
De vuelta al cruce de caminos antes indicado, cogemos la pista que desciende las aguas del arroyo del Chorro, cuya orilla es visitable en un par de puntos. Tras superar los arroyos de Navalcollado y Sequillo, y a unos 2,5 km desde el refugio de Regajohondo, se abre un desvío a izquierda, señalizado con un cartel que muestra el camino a El Chorro. Lo cogemos brevemente, durante 100 metros, para asomarnos a un mirador (bandera 11) con quitamiedos de madera. Pero en lugar de seguir por el camino que desciende, volvemos a nuestra pista, pues a escasos 50 metros más adelante se encuentra otro mirador: el de los Castillejos o las Cebadillas, con cartel informativo mapeado y banco para el descanso y la contemplación (bandera 10 y unos 10,2 km de ruta).
Desde ambos oteaderos se obtienen buenas vistas de los pinares de Navafría (bajo cuya densidad se encuentra la cascada de El Chorro, nuestro próximo objetivo), los pueblos segovianos preserranos de Navafría, Ceguilla y Gallegos y los afloramientos rocosos de los Castillejos (justo en frente).
Para llegar a El Chorro, podemos volver al otro mirador y descender por la pinada siguiendo los letreros o seguir por la pista de asfalto que traemos. Hacemos esto último. Tras 1,1 kilómetros, un paso canadiense, curva de 180 grados a izquierda y nuevo desvío a izquierda, también señalizado, a El Chorro (bandera 12). Dejamos la pista de asfalto y nos adentramos por una senda ancha de hierba, sin pérdida posible.
EL CHORRO
En apenas unos minutos divisamos la cascada de El Chorro. Para alcanzarla, se toma un sendero que sale a derecha con escaleras talladas en el suelo (bandera 13), que nos deja en la parte baja de la chorrera (bandera 14).
Una escalera de piedra, con peldaños algo verticales, conduce a la parte alta (bandera 15), desde donde se gana una panorámica del bosque. El Chorro es una cascada segmentada en dos tramos: el superior es un salto de agua más agresivo y solo se aprecia desde el mirador de la parte alta, pues aun queda más arriba del oteadero; en el inferior, que va desde el mirador hasta la piscina, el agua lame la piedra sin separarse de ella, como formando un velo (al menos en este período del año: últimos de mayo).
Visitada la cascada, solo queda regresar al área recreativa donde iniciamos la marcha (unos 10 minutos), por una senda bien definida y convertida en paseo con bancos.
Toda la ruta transcurre por pistas y sendas en buen estado, entre fabulosos pinares con ejemplares de gran porte. No presenta dificultades técnicas. Se trata de un pateo muy llevadero.
Una vez estacionado el vehículo en el aparcamiento del área recreativa (5 euros la entrada), echamos a andar por la pista de asfalto que traíamos con el coche, con el río Cega a nuestra derecha. En seguida dejamos a izquierda un refugio, pasamos por el puente que salva el arroyo del Chorro (que en este punto se une al río Cega) y despreciamos el desvío señalizado a izquierda (bandera 2 en el mapa track) que nos llevaría en 10-15 minutos a la cascada de El Chorro, cuya visita dejamos para el final de la ruta.
REFUGIO DE EL PEÑÓN
Nuestra pista discurre en paralelo a las aguas del Cega, entre pinos muy altos. Aunque el camino progresa con un desnivel suave, las laderas a nuestra izquierda tienen una fuerte verticalidad. Para ganar altura, trazamos una zeta y a los 33 minutos de marcha alcanzamos el refugio de El Peñón (bandera 3 y 1,8 kilómetros de pateo). En su interior, dibujados en la pared, los muñecos de 'Barrio Sésamo' Epi y Blas (ver foto). Proseguimos y 900 metros más adelante damos con el refugio de La Fragua (bandera 4 y 55 minutos). Nada más pasarlo, una bifurcación: tiramos por la pista de la izquierda, ya de tierra, y que sigue ganando altura.
Tras trazar una pronunciada curva a izquierda, el camino clarea brevemente y nos ofrece una vista parcial del valle del Cega (bandera 5). Al rato llegamos al arroyo de las Vueltas, reconocible por una amplia alberca (bandera 6 y 1.19 horas). Media hora después, superamos otro arroyo. En la ladera, un poco más apartado del camino que sus hermanos, se apuesta otro refugio, cuyo nombre desconocemos: 1.50 horas y unos 6,8 kilómetros de marcha (bandera 7).
CAMBIO DE VALLE
En este punto cambiamos de valle: si antes seguíamos la hendidura montañosa que forma el cauce del Cega, ahora pasamos al minivalle que horada el arroyo del Chorro, que queda a nuestra izquierda: al principio bastante abajo, pero a cuya cota nos aproximamos según avanzamos por la pista, hasta cruzarnos de nuevo con él tras 2.08 horas y unos 7,8 kilómetros de recorrido (bandera 8): de nuevo, las aguas se embalsan en otra alberca.
Éste es un cruce de camino. A derecha sigue la pista que lleva hasta el puerto de Navafría, donde se unen las provincias de Segovia y Madrid. A izquierda, la pista que baja paralela al arroyo del Chorro, ahora con las aguas a nuestra izquierda, y que seguiremos luego, pues previamente nos adentramos por la pista de la derecha para visitar, en un ida y vuelta de apenas 300 metros, el último refugio de la jornada: el de Regajohondo, construido sobre una espléndida pradera y a orillas del arroyo (bandera 9). Ésta es la cota más alta del recorrido: 1.720 metros de altitud. Insistimos: muy llevaderos, pues no hay cuestas matadoras, todo el desnivel se gana de forma progresiva.
MIRADOR DE LAS CEBADILLAS
De vuelta al cruce de caminos antes indicado, cogemos la pista que desciende las aguas del arroyo del Chorro, cuya orilla es visitable en un par de puntos. Tras superar los arroyos de Navalcollado y Sequillo, y a unos 2,5 km desde el refugio de Regajohondo, se abre un desvío a izquierda, señalizado con un cartel que muestra el camino a El Chorro. Lo cogemos brevemente, durante 100 metros, para asomarnos a un mirador (bandera 11) con quitamiedos de madera. Pero en lugar de seguir por el camino que desciende, volvemos a nuestra pista, pues a escasos 50 metros más adelante se encuentra otro mirador: el de los Castillejos o las Cebadillas, con cartel informativo mapeado y banco para el descanso y la contemplación (bandera 10 y unos 10,2 km de ruta).
Desde ambos oteaderos se obtienen buenas vistas de los pinares de Navafría (bajo cuya densidad se encuentra la cascada de El Chorro, nuestro próximo objetivo), los pueblos segovianos preserranos de Navafría, Ceguilla y Gallegos y los afloramientos rocosos de los Castillejos (justo en frente).
Para llegar a El Chorro, podemos volver al otro mirador y descender por la pinada siguiendo los letreros o seguir por la pista de asfalto que traemos. Hacemos esto último. Tras 1,1 kilómetros, un paso canadiense, curva de 180 grados a izquierda y nuevo desvío a izquierda, también señalizado, a El Chorro (bandera 12). Dejamos la pista de asfalto y nos adentramos por una senda ancha de hierba, sin pérdida posible.
EL CHORRO
En apenas unos minutos divisamos la cascada de El Chorro. Para alcanzarla, se toma un sendero que sale a derecha con escaleras talladas en el suelo (bandera 13), que nos deja en la parte baja de la chorrera (bandera 14).
Una escalera de piedra, con peldaños algo verticales, conduce a la parte alta (bandera 15), desde donde se gana una panorámica del bosque. El Chorro es una cascada segmentada en dos tramos: el superior es un salto de agua más agresivo y solo se aprecia desde el mirador de la parte alta, pues aun queda más arriba del oteadero; en el inferior, que va desde el mirador hasta la piscina, el agua lame la piedra sin separarse de ella, como formando un velo (al menos en este período del año: últimos de mayo).
Visitada la cascada, solo queda regresar al área recreativa donde iniciamos la marcha (unos 10 minutos), por una senda bien definida y convertida en paseo con bancos.
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Information
Easy to follow
Scenery
Easy
Ruta facil de seguir, ideal para verano en un entorno extraordinario. Tiene un notable desnivel pero se salva paulatinamente. Muy buena.